"Mi mente me atormenta con relámpagos con tu voz"
***
Soraya entra en casa sin decir nada, con eso estoy más segura de que hoy moriré. Edward se queda mirándome por unos segundos hasta que reacciona y me abraza rápidamente.
–Estaba muy preocupado — susurra.
¿Preocupado? Pero si él es el culpable de todo esto.
Cuando se separa pone sus dos manos en mis mejillas y me mira fijamente a los ojos.
–Te has ido por lo que pasó ayer, ¿verdad?
Estoy por gritarle que si, que me ha partido el alma y que me siento como si hubiera sido un simple juguete para él.
–No — me aparto de él dejando sus manos caer — mi madre me llamó y yo simplemente he venido a hacerle una visita.
Edward me mira no muy convencido y entra detrás mío. Soraya me espera sentada en el sofá mirando la televisión.
–¿Estabas viendo Doraemon?
Mierda, Edward pensará que soy una cría inmadura.
–No, solo estaba puesta la tele — la apago con el mando.
Cuando la apago Soraya carraspea y se levanta del sofá.
–¿Y bien? — me mira esperando a que hable.
–¿Que? — me hago la tonta.
–¿Por qué no me lo has dicho?
–¿Decirte el qué?
–¿Que te venías a casa de tu madre por ejemplo? — hace una pausa — ¡Ah! — ¿lo sucedido con Edward?
Entonces Edward me mira prestando atención a lo que voy a decir.
–No ha sucedido nada entre Edward y yo — intento no mirarle.
–Raquel, él ya me lo ha explicado todo, no hace falta que hagas como si nada a pasado, ya somos mayores para hablar de nuestras cosas.
–¿Te ha explicado el que? ¿qué me ha estado utilizando para olvidar a su ex?
–Yo no te he utilizado — responde Edward.
–¿Ah no? Entonces... digamos que solo me has ilusionado.
–Raquel si es así, esa no era mi int...
–Intención — acabo su oración — creo que tendrás que buscarte otra frase, esta es la típica de todos — le miro fríamente.
–¡Basta! — grita Soraya — ¡parecéis críos de quince años joder!
–Tu no eres la indicada para decir eso.
Soraya me mira seriamente, la acabo de cagar.
–He estado un día preocupada por ti, preguntando a todo el mundo si te ha visto, hasta llorando, y me he pasado seis horas en un coche para venir hasta aquí, ¿y tu me hablas así?
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No me dejes
Подростковая литература"El destino quiso que se cruzaran, no que se quedaran." Raquel trabaja en una gran empresa de coches junto a su compañera de vida, Soraya. Las dos son unas jóvenes muy coquetas, les encanta vivir la vida y ser felices. El mundo de Raquel se viene ab...