No me dejes

12

"Con tiempo y esfuerzo el corazón vuelve a reconstruirse"

***

Entro en mi habitación y me pongo algo provocativo, para que Edward no se resista, la mejor opción es provocar.

Cuando me estoy maquillando suena mi móvil. Es mi madre.

–Raquel.

–¿Si?

–¡Eric me ha dicho que te quiere ver este fin de semana!

–Mamá ya te he dicho que no se si voy a poder ir.

–Raquel no seas así, el pobre chico te echa de menos y se nota.

Que pesada que es esta mujer.

–Vale mamá, está bien, veré si podré ir.

–Gracias hija.

Después de colgar se me ocurre llamar a mi mejor amigo, Isaac.

Marcando.... Marcando... Marcando....

–¿Hola?

–Hola Isaac.

–¿Pero tu donde estabas desaparecida?

–Madre mía Isaac, necesito tu ayuda, me ha pasado de todo, he tenido una confusión enorme y siento no haber contactado contigo antes, pero no tenía tiempo para nada, estaba muy rota, sola en medio de un espacio a oscuras.

–Ey, Raquel, tranquila, ¿qué ha pasado?

Le hago un resumen de lo que pasó en la fiesta a Isaac y este se queda flipando.

–Madre mía Raquel, que cosas te pasan. Así que tu enemiga es la ex de tu novio.

–Así es.

–Tu vida es una película dramática.

Suspiro. Tiene razón. Mi vida es una mierda.

–¿Qué crees que me dirá hoy?

–Seguramente te lo explicara todo sin dejar ningún mal entendido.

–Me da miedo saber de su "enfermedad psicológica".

–La verdad es que a mi también, no se, se me hace raro.

–¿Verdad que si? Solo espero que no sea nada grave.

–¿Te imaginas que tiene alzheimer? — bromea.

–¿Qué dices? No imbécil, con eso no se bromea.

Me imagino una vida junto a Edward con alzheimer. Nosotros dos con nuestros dos hijos, unidos, pero a Edward se le olvida nuestros nombres. Ay no, no, no.

Isaac se ríe.

–Bueno Isaac, ya te contaré cómo ha ido, ahora me tengo que peinar porque seguro que dentro de nada ya llega.

–Esta bien pringada, suerte.

–Gracias novato.

Me peino dejando mi pelo suelto, creo que se ve muy bonito. Después de hacerme unos retoques salgo de la habitación y justo suena el timbre. Ay madre, es él seguro. Salgo corriendo y antes de abrir la puerta me paro y me arreglo para parecer natural. Al abrir la puerta me encuentro con la persona que me tiene completamente loca.

–Buenas tardes.

–Buenas tardes — le ofrezco entrar.

–Creo que será mejor irnos a otro lado, para estar los dos más cómodos — se encoge de hombros.