24

447 29 3
                                    

"Ignorame todo lo que puedas, pero de ninguna manera"

***

Durante el camino pienso mucho en la despedida de Edward, hasta he llegado en imaginarme que al llegar a Madrid el estaría allí, esperándome, no se por qué, pero lo hace, me espera, y al verme se le forma una sonrisa en la cara, se acerca lentamente hacia a mi y me dice "no me puedo alejar de ti", nos besamos y somos felices, pero desgraciadamente esto solo pasa en las películas, en la que la protagonista es una Bianca Alexa Santos y el protagonista es un Zac Efron.

Una vez a adentrarme en la enorme ciudad cojo el camino directo a casa. Al llegar a casa me tumbo en el sofá mientras Soraya me hace miles de preguntas, pero sinceramente no tengo ganas de nada, estoy demasiado cansada.

–Edward ha venido esta mañana.

En este momento mi cuello hace un giro dramático para fijar mi mirada en la de Soraya.

–Se ha despedido.

Joder.

–Te ha dejado una carta — se levanta a por ella.

–¿Una carta? ¿Quien hace cartas hoy en día?

–Edward — me extiende la carta aún intacta sin abrir.

–¿No la has leído?

–No, he preferido reaccionar a tu lado.

Cuando estoy apunto de abrirla algo me dice que no la abra, estoy demasiado cansada y no me quiero enfadar, llorar o como vaya a reaccionar al leerla ahora.

–¿A que esperas? Vamos, abre la.

–No — la dejo a un lado del sofá — ahora no quiero.

–No me jodas Raquel, llevo horas queriendo abrirla y no lo he echo solo para que tu la leas en voz alta y reaccionemos juntas.

–Luego la leeremos, ahora tengo hambre.

–Bueno, como quieras — se va a la cocina — he pedido hamburguesas.

–Genial — cojo la carta de Edward y mi bolso — voy a ponerme el pijama.

En el momento en el que entro en mi habitación veo a mi pequeña tumbada en la cama y me emociono tanto que empiezo a gritarle y cogerla para darle mimos.

–¡Mami te ha echado mucho de menos! — le doy un beso — nunca más me alejaré de ti mi pequeña — le doy otro beso — mami te quiere muchísimo — y otro beso — no se que haría yo sin ti — y... otro beso.

Dejo mi bolso y la carta encima de la cama y me quito la ropa para ponerme mi pijama rojo que tanto me gusta.

Cuando llegan las hamburguesas mientras comemos Soraya y yo hablamos del trabajo. Me cuenta que el señor Owen hoy preguntó por mí y Soraya le mintió diciéndole que estaba enferma, lo jodido es cuando vaya mañana y me pida el informe del médico, joder, este mes voy a cobrar una miseria, y todo por culpa de ese maldito mecánico, ¿quién le mandó meterse en ni vida? ¿Por qué justamente Ethan tuvo que chocar conmigo? También me ha contado que Leticia no ha venido al trabajo, seguramente se habrá ahogado con sus propias lágrimas. Se pensaba que podía competir contra Raquel Mayers, pero no señorita, nadie compite contra mí.

No me dejesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora