27

314 20 0
                                    

"Pensé que todo sería mejor sin ti"

***

RAQUEL MAYERS

Cuando llego a casa Soraya esta metida en su habitación y yo me dirijo directamente a la mía, veo a mi pequeña jugando con los cordones de unas zapatillas mías y la cojo dándole besitos. Estoy tan cansada que decido ir darme una ducha.

–Soraya — abro la puerta de su habitación — voy a... — no está — ¿donde se habrá metido esta mujer?

Seguramente estará con Óscar Raquel, ella a diferencia de ti, tiene una relación. Uhg.

Me quito la ropa frente al espejo y mientras me miro el cuerpo, pienso en que necesito hacer un poco de ejercicio, mis curvas desaparecen poco a poco. Me meto en la ducho y dejo caer el agua tibia sobre mi pelo y piel, que agusto. Como me gustaría que Edward estuviera frente a mi, desnudo, besando me, y hacer el amor en la ducha, joder, ¿por qué no puedo tener un amor como el de los libros? Yo también quiero a mi Eric Zimmerman. Aunque esta vez me conformo con Edward López.

Cuando salgo de la ducha me seco el pelo con la toalla y luego cojo otra para enrollar la en mi cuerpo, me acerco al espejo veo si tengo algún grano en la cara, por suerte, mi piel está bien. Al abrir la puerta del lavabo escucho un ruido en la cocina y veo que sale humo de ella.

–¿Soraya? — miro atentamente en la cocina acercándome poco a poco.

No hay respuesta.

Me acerco lentamente, no logro ver bien por el maldito humo, pero de repente me choco con una gran silueta y ambos gritamos del susto.

–¡¿Quien eres?! — agito las manos para poder verle la cara — ¿que haces en mi casa?

–¿Raquel? — dice entre tos y tos.

Esa voz.

–¿Ethan?

–Hola — me sonríe una vez que ya lo puedo ver — ¿qué tal?

–Ethan, ¿qué haces aquí? ¿Como has entrado?

–Mujer nunca te alegras de verme — se sienta en el sofá.

–Responde.

–Soraya me ha dado la llave de casa y pues he venido a verte.

Prepárate Soraya Sáez.

–¿Por qué?

–Pensé que estarías aún destrozada por Edward, por eso he venido a hacerte un bizcocho para alegrarte — señala la cocina — pero te veo bastante bien — me mira de arriba abajo.

Entro en la cocina y veo el "bizcocho" de Ethan encima de la encimera todo negro y seco.

–Creo que me he distraído un poco en tu habitación.

–¿Mi habitación? — voy rápidamente a mi cuarto.

Mi armario está abierto, los cajones, el maquillaje de mi tocador está todo movido de sus sitios y los cuadros movidos.

–Ups — se rasca la nuca — me olvidé de devolver todo como estaba.

–Pero, ¿tu quién te crees? ¡No puedes entrar en mi casa así porque sí y luego destrozar mi habitación!

–Lo siento Raquel, lo devolveré todo como estaba.

–¡No! Vete — le empujo.

–Vamos Raquel, déjame pasar el día contigo.

No me dejesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora