No me dejes

05

"Si supieras lo nerviosa que me pongo cuando te veo..."

***

Ya son las 8:00. Me levanto de la cama y voy a desayunar. Soraya aún está dormida, con lo cual decido hacerme el desayuno para mi y para ella, a saber como estará después del polvazo que tuvo anoche. Una vez preparado el desayuno voy a despertar a Soraya, abro la puerta y me encuentro a Soraya dormida encima de mi primo desnudos, cierro la puerta de inmediato, dios mío, vaya trauma de buena mañana.

–¡Despierta Soraya! — grito mientras pico en la puerta para que me escuche.

Escucho sus suspiros, se ha levantado. Me voy a mi habitación, me pongo una falda corta negra, una camisa blanca y unos tacones negros, ya me tocaba ir formal al trabajo. Me suelto el pelo y me hago un maquillaje natural, recojo todos los papeles que necesito y los meto en mi bolso. Salgo de la habitación y me siento en el sofá para desayunar. Mientras desayuno escucho a Soraya salir de su habitación, lleva unos tejanos y una camiseta rosa que combina con sus bambas rosas, tiene el pelo suelto con sus rizos alborotados, no lleva maquillaje, con lo cual se le notan las ojeras, se nota que no ha dormido en toda la noche.

–¿Qué tal la noche? — le sonrio perversamente.

–Agotadora — se muerde el labio sentándose a mi lado.

Después de desayunar salimos de casa y bajamos en ascensor, cuando llegamos al coche Soraya se maquilla mientras yo conduzco. Creo que es la quinta o sexta vez que llegamos a tiempo al trabajo durante todo el año, y si no fuera por mi seguramente Soraya no se hubiera despertado.

Cuando aparco el coche delante de la empresa salimos las dos. Al entrar lo primero que veo es a Edward y Leticia hablando, parecen estar discutiendo. Me quedo mirándolos extrañada hasta que Edward me ve y se despide de Leticia para dirigirse hacia mí, yo actúo normal.

–Buenos días — se posiciona a mi lado.

–Buenos días — le sonrio.

–Veras, te quería preguntar una cosa — se para delante de mí y Soraya sigue su camino sin esperarme. ¡Maldita!

–Dime.

–Me preguntaba si...

–Hola Raquel — interrumpe Leticia.

La que me faltaba.

–Buenos días — sonrio forzadamente.

–El señor Martín te espera, dice que te necesita urgentemente — me informa.

–Esta bien, hablamos luego Edward — le sonrio antes de irme.

Cuando estoy subiendo las escaleras me encuentro con Ethan, pero pasa de mi completamente como si no me conociera, ¿qué le pasará? No le doy mucha importancia, seguramente será el trabajo que lo tiene muy ocupado. Una vez delante de la puerta del señor Martín pico en la puerta.

–¿Quien? — pregunta el jefe al otro lado de la puerta.

–Raquel.

–Adelante.

Entro en su despacho y me quedo de pie.

–Dime, ¿qué pasa Raquel?

–Me ha dicho Leticia que me necesitas.

–¿Leticia te ha dicho eso? No recuerdo haberle dicho que te dijera que te necesito.

–Oh, bueno, vale — digo algo confundida saliendo del despacho.

¿Por qué Leticia me habrá mentido? ¡¿Qué mierda le pasa en la cabeza a esa maldita víbora?!

Voy a mi oficina y me siento en frente de Soraya que esta dormida con la cabeza contra la mesa, no se podía esperar hasta el viernes no. Abro el portátil y empiezo con mi trabajo. Después de unos minutos Soraya se despierta.