10

599 41 1
                                    

"Vivo completamente enamorada de tu sonrisa"

***

Entro en el ascensor. Estoy nerviosa. Después de lo ocurrido esta tarde puedo admitir que ya no veo a Edward como antes. Edward me oculta algo y lo voy a tener delante de mí durante toda la noche. ¡Me voy a volver loca!

Una vez fuera del edificio ya puedo ver a Edward recostado en su moto y mirando en su móvil. Esta hermoso. Lleva el pelo levantado como de costumbre, tiene puesta una camisa rosa y unos tejanos que le quedan bastante bien. Cuando nota mi presencia a unos metros de él se acerca a mi sonriendo. ¡Amo su sonrisa!

–Qué afortunado soy de tenerte — dice antes de besarme.

Yo solo le sonrío. Al montarnos en la moto Edward arranca de inmediato. Cuando llegamos a la discoteca Edward aparca la moto y entramos. Desde la entrada se puede oler el aroma a tequila y vodka junto a otras bebidas. La gente baila y canta a todo pulmón mientras las luces se mueven y cambian de color. Desde una larga distancia veo a un grupo saludando a Edward y este me estira de la mano para ir con el. Al llegar donde el grupo hay tres chicos y dos chicas.

–Raquel estos son mis amigos, Adam, Adrián y su novia Brenda, y Cristián y su novia María — Edward me presenta a sus amigos que me miran todos de arriba abajo haciéndome sentir incómoda.

–Encantada — logro decir.

–Bueno cariño, voy a por algunas bebidas, ¿qué quieres tomar?

–Una Coca-Cola.

Edward y sus amigos me miran extraños.

–¿Qué? Estamos en una fiesta, ¿estas segura que no quieres una cerveza o un tequila?

–Si, estoy segura.

–Esta bien — dice antes de irse y dejarme con sus amigos.

La chica llamada María desde el primer momento puedo notar que no le caigo bien simplemente por sus miradas.

–¿Y cuantos años tienes Raquel? — me pregunta Brenda.

–Veinte — le sonrío.

–Se nota, tienes cara de niña — dice Cristián y su novia, María, le mira.

–¿Qué quieres decir con eso? Yo también tengo veinte años — se queja su novia.

–Pero ella es bonita — Cristián me mira.

–¿Me estas llamando fea? — su novia levanta la voz.

–No, mi amor, tu eres sexy.

Estoy apunto de partirme de risa delante de ellos, pero prefiero caerles bien.

–¿Hay una nueva en el grupo? — suena una voz femenina reconocida detrás de mí.

Ay no. Por favor que no sea ella.

–Si, se llama Raquel — le responde María sonriendo.

Me giro. No puede ser. ¡JODER!

–Buenas noches señorita Raquel — dice Leticia sonriendo.

Suerte que esta vez me ha llamado señorita.

No me dejesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora