Voces Internas "la nueva leyenda"

CAP XX "LA BENDICION DE UN DIOS"

Abrí mis ojos y la oscuridad rodeaba todo a mi alrededor me encontraba flotando en un vacío enorme sin final ni comienzo de pronto una luz nació de la nada e ilumino todo este lugar veía en todas direcciones sin poder saber dónde me encontraba con miedo a dar siquiera un paso ya que parecía estar flotando en un cielo despejado.

-tranquilo Gabriel, estas aquí porque creo que has hecho un buen trabajo, la reliquia que en este momento tienes en tu mano fue robada de uno de nuestros templos, mi hija Lokky, es una idiota pensó que si le daba poder a ese criminal la gente llegaría a conocer su nombre y se haría más fuerte pero fue al contrario ahora la gente le teme y creen que es un bufón, si te quitas la manopla desinteresadamente te daré un regalo, no será un obsequio físico ni oro ni mujeres… pondré en tu camino eso que necesitas, tómalo como una bendición.

Nuevamente abrí los ojos en el mundo real e inmediatamente me quite la manopla y la extendí en el aire pude ver como la brisa se la llevaba, como poco a poco se desintegraba como si fuera hecha de arena, luego de esto comenzó a llover muy fuerte, corrí hasta la tienda y entre sin recordar a Xion, quede petrificado en la entrada al verla desnuda, ella se sonrojo y con la vista busco su espada, por suerte para mi estaba justo a mi lado en la entrada, la rabia y el enojo que ella sentía comenzaba a notarse en sus ojos y su expresión… el miedo comenzó a jugar en mi contra, mi cuerpo comenzó a temblar pero no podía dejar de observarla, esa piel, esa figura me tenía hipnotizado, dio un par de pasos hacia mí a toda velocidad en un instante estaba frente a mí en el aire, giro y me dio una fuerte patada en el rostro, esta me saco volando de la tienda haciéndome caer en el barro bajo la lluvia, mientras estaba allí sonreía como un idiota, mi cuerpo se había endurecido para protegerme de esta patada devastadora, reacciono ante la emoción tal cual como las veces anteriores, con el miedo y la adrenalina en cada situación por fin después de tanto tiempo tenía una pista para usar esta habilidad, me quede allí sentado  practicando y al fin pude activar esta armadura cuando yo quisiera tal vez solo necesitaba verla desnuda.

Me puse de pie y me lleve una sorpresa ella estaba allí justo frente a mi rodeada de viento fuertes ráfagas que no dejaban que siquiera la lluvia la tocara, con su espada en las manos y lista para usar todo su poder para hacerme pedazos.

-discúlpame no fue mi intención no quería entrar así, había quedado inconsciente no sabía cuánto tiempo había pasado, además comenzó a llover y no recordaba lo que hacías.

-no lo recordabas… ¡te lo dije claramente! – grito enfatizando estas últimas palabras mientras agitaba violentamente su espada en mi dirección de ella salió una ráfaga de viento igual a con la cual acabo con el fuego en el pueblo este ataque cortaba todo a su paso incluso la lluvia, me lance al suelo y rodé para esquivar ese golpe, al ponerme de pie corrí a toda velocidad intentando ganar distancia pero fue inútil la lluvia había dejado de caer Xion utilizo alguna habilidad para crear una especie de domo hecho de viento, intente atravesarlo pero solo me estrelle contra él y recibí mucho daño este muro me lleno de cortes todo el cuerpo, estaba encerrado con ella en este domo de unos 5 metros a su alrededor cuando mucho, estoy metido en un problema como ningún otro que allá enfrentado hasta ahora.

-¿me mataras solo por verte? –pregunte nervioso

-¿¡solo por verme dices!?

En ese momento guardo su espada y corrió hacia mí, ni siquiera lo note hasta que estaba al frente y me golpeo con fuerza el abdomen sacándome el aire haciéndome caer de rodillas iba a darme un opercoup en ese momento endurecí mi cuerpo para protegerme, ella de alguna manera lo supo o tal vez por simple casualidad o suerte detuvo su puño frente a mi rostro, sin embargo dio un giro y pateo mi cara enviándome volando de nuevo contra el muro de viento este no me causo mucho dolor ni daños por mi endurecimiento pero me lleno de cortes y nuevamente caí al suelo, al intentar ponerme de pie, ella puso su pie en mi cabeza, con fuerza evitando que pudiera siquiera intentarlo.