Voces Internas "la nueva leyenda"

CAP XXV LUCK HOPE

El resto del día solo me quede acostado. Esta vez Valery agrego una manta a mis provisiones, eso fue una buena sorpresa, así que recostarme fue muy cómodo, solo pensaba en el combate que tuve hoy, fue un buen combate había logrado combinar la magia y el endurecimiento, pero al igual que las veces anteriores perdí el control, estaba más cerca de evitar salirme de control y tal vez controlar un poco más de poder solo debía seguir tratando.

La noche llego y me quede dormido alrededor de la extraña flor sentía una calidez y tranquilidad que hizo que conciliara el sueño muy rápido y por primera vez en años tenía un sueño con mi tío en el cual no lo veía morir a manos de Baltazar, estábamos en mi cuarto en aquella casa donde vivimos nuestros últimos días juntos, ambos sentados cómodamente uno frente al otro en unos pequeños muebles.

-qué bueno verte hijo –dijo el con una sonrisa que se me contagio inmediatamente- te has convertido en todo un hombre-sus palabras eran dulces llenas de amabilidad.

-sí, ha pasado mucho-dije alargando las palabras- debo a ver cambiado un poco, es... –algunas lágrimas se escaparon de mis ojos sin previo aviso haciendo más pesadas mis palabras- es, es bueno verte -al decir esto no resistí ponerme de pie y apresurarme a abrazarlo.

-vamos hijo tranquilo, no debes llorar después de todo estoy aquí ¿no es cierto?-dice apretándome en un fuerte abrazo -aunque no me molesta el abrazo –- ¡vamos siéntate hay que hablar! –yo me encontré un poco extrañado por esto, no había tenido un sueño donde el no muriera y ahora el me pide hablar.

-está bien -acepto haciendo lo que me dice mientras lo veo a los ojos fijamente y el sonrió.

- te hemos visto Gabriel... detalladamente y sabemos todo lo que has sufrido. Entendemos las cosas que has hecho, las que quieres hacer y tus motivos, pero queremos que sepas que no estás haciendo esto por nosotros...

-¿a qué te refieres? –pregunte a secas

-tu venganza, aquella que tanto deseas, nada de eso lo haces por nosotros, ya estamos muertos-tomo una pausa y con una mueca continuo- sabes que esta violencia, la ira y venganza no es algo que nosotros hubiéramos querido para ti -su mirada estaba llena de compasión, como si pudiese entender apresar de todo- no te niego que estar en tu lugar es difícil, pero no es lo que nosotros queremos para un hijo nuestro... esta dichosa venganza es para ti, y solo para ti... piensas que tal vez así puedas arreglar o demostrar algo pero... si sigues así nunca será suficiente –al decir esto apoyo su mano derecha sobre mi rodilla y me brindo una sonrisa amplia llena de vida y felicidad- también te hemos visto hacer cosas buenas, cosas increíbles que nos dejan fascinados...

Yo deje de mirarlo a la cara, ya no entendía lo que me quería decir y sus frases comenzaban a dar vueltas en mi cabeza una y otra vez sin encontrarle sentido...

-claro que hago esto por ustedes, ustedes no se merecían lo que paso, y si no logro vengarlos siento que no podre compensarlos –dije apenado

-¿y a quien le vas a compensar si ya estamos muertos? -contesto con gracia- lo que más podemos pedir o esperar de ti, es que seas feliz muy feliz... aunque si puedo pedir algo en verdad, lo único que te pediría es que encuentres a tu prima. Tengo fe en que está viva y estoy seguro que un día estarán frente a frente -asegura mirándome con esperanza.

-¿cómo puedo ser feliz? Los mataron por mi culpa frente a mis ojos y yo no pude siquiera intentar algo, ¡cómo quieres que sea feliz si no tengo nada!

-nada de lo que paso fue tu culpa hijo, además no podías hacer nada contra ese monstruo, solo eras un niño, nosotros hemos muerto es cierto, pero eso no fue culpa tuya, ni queremos que pienses que nos debes algo, por ti y tu prima, nuestros hijo seriamos capaces de entregar nuestras vidas una y otra vez de ser necesario. –el me mira fijamente y por primera vez su expresión cambia un poco y se pone seria- ¿cómo es eso que no tienes nada? ¿Tus amigos, esas personas que has salvado en tu viaje y Xion? Ellos son nada, no sabíamos que te habíamos criado de esa manera...