Parte 39

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Un nuevo día iniciaba, lamentaba tener que encargarme yo mismo de recuperar las mercancías. Ese nuevo fiscal se está volviendo un verdadero dolor de cabeza.

Pha no ha logrado comprar su apoyo, y se estaba volviendo en una piedra bastante molesta.

Mi bebé dormía plácidamente en mis brazos, lentamente bajo de la cama para no despertarlo, estos días han sido muy tristes para él y solo podía acompañarlo para que no se dejará de cuidar.

Dándome una ducha, luego bajo encontrándome con Pha ya en la sala esperándome.

- Tienes todo listo?

- Sí, conseguimos la orden del juez para que la mercancía fuera trasladada a otra jurisdicción.

- Ese fiscal. Debemos de descubrir un método para tenerlo de nuestro lado.

- Es alguien difícil, pero todos tienen un precio. Ahora logramos quitar de sus garras la carga y conociéndolo no se quedará tranquilo.

- Bueno, ya nos encargaremos de resolverlo.

- Y Mew? ¿Ya está mejor?

- No ha querido salir de la habitación, en las noches lo escucho llorar incluso al dormir.

- Me imagino que no es fácil darse cuenta de la familia que tenía, además también con el embarazo debe ser bastante agobiante.

- Lo sé, pero no me gusta verlo de esa manera. Si tan solo pudiera hacerles pagar por el daño que le ocasionaron.

- Ya estamos en eso Gulf.

- Estoy hablando de torturarlos físicamente.

- Esto no será de unos días pero ya las piezas están en movidas, poco a poco serán cerradas las puertas.

- Espero que sufran en verdad...

- Ok, cálmate. Tenemos un viaje largo.

- Quiero volver lo antes posible.

Cuando nos disponíamos en salir, First salía del comedor preparado para ir a la universidad.

- First... - Lo llamo haciendo que este nos mirara y se sintiera nervioso al ver a mi amigo, no sé por qué aun siguen actuando raro entre ellos.

- Si señor?

- Necesito que te quedes con Mew, no ha pasado bien estos días y no quiero que esté solo.

- Está bien señor. - Responde mirando a Pha pero este desvía la mirada. A qué está jugando?

- Espera unas horas más y luego ve a verlo.

- Si señor...

Nos pusimos en marcha con mi amigo, junto con otros hombres en mi auto, fuimos donde se recibiría la carga.

El camino fue silencioso, Pha se veía distraído en sus pensamientos, así decidí volver a ese tema.

- Pha, que tienes en mente?

- Qué? No es nada...

- Por qué no lo saludaste?

- A quién?

- A Tanis, es obvio que te hablo del pequeño.

- Cuando lo veo me siento nervioso, no puedo hablar.

- Nervioso tú? Te gusta mucho?

- Qué!? No fue lo que dije! No sé porque me pongo nervioso en su presencia.

- Es porque te gusta, ya debes admitirlo, o será tarde.

ERES MÍODonde viven las historias. Descúbrelo ahora