ERES MÍO

Parte 9

- Alguien podría ayudarme? ¿Estás ahí? Por qué ya no me hablas?  - Pregunto a un lado de la puerta con tristeza, hace días que mi amigo no me escribe, pudo haber sido el hombre que murió quien me hacía compañía? ¿Entonces es verdad? La gente muere por mi culpa? No es mi intención, pero en verdad me siento solo, extraño a mi familia, mis amigos. Cuánto más podré soportar esto. Tragando duro intento no caer en llanto de nuevo.

Cuando parecía acabado, un anota se asoma de nuevo bajo la puerta dándome esperanzas.

Que sucede?

- Estás bien? No te mató! Me compongo a un lado de la puerta.

Shhh no grites, digamos que estaba ocupado y no podía venir a hacerte compañía, como te sientes?

- Mejor, ahora que sé que estás vivo. Por qué no quieres decirme tu nombre, no se lo diré a ese maldito mafioso.

Jajaja lo odias? Bueno, digamos que no se ha portado muy bien, pero escuché que serías libre.

- Ese maldito! No va a tenerme así de fácil! Cómo mierda piensa que pagaré 100millones si ni siquiera puedo salir de esta habitación!

Cálmate, podría decir que éste es un buen lugar para ti. Ese ogro solo gruñe ante ti, mas no te hará nada, primero se muerde la lengua antes que dañarte.

Esta persona no es un guardia, habla como si conociera a ese hombre, pero primero dijo que era su señor... En verdad es tan confuso.

- Puedes ayudarme a ser libre?

Lamentablemente no puedo, tengo limitaciones, si se entera que estoy aquí, no creo poder seguir haciéndote compañía.

- No! Jamás diré nada!

Gracias, ya debo marcharme, aliméntate e intenta no pelear, será más sencillo.

Después de leer esa nota, unos pasos se alejan de la puerta, dejándome solo de nuevo. Hasta cuándo será todo esto, luego de aquella noche no han venido a buscarme, que tendrá en planes, una persona como él que se mantenga silencioso debería de preocuparme, no?

Mientras me mantenía en mis pensamientos no percibí que se acercaban a la puerta hasta que escucho una llave entrar en el cerrojo liberando el seguro. La puerta es abierta y nuevamente dos hombres musculosos se adentraron para que luego entrara ese hombre con suficiencia.

- Qué estabas haciendo? - Pregunta notando que me pongo de pie.

- Nada, que te importe!

Los hombres dan un paso para tomarme pero solo fue necesario que ajustará su garganta para que se detuvieran.

- Desde esta noche irás a mi habitación a las 21:00 hrs.

- No iré!

- Lo harás, caminando o arrastras.

- Pues me llevarán a rastras! Porque jamás iré por propio gusto!

Sonríe ante mis palabras como si se burlara y solo hace que me dieran ganas de tomarle del cuello y apretar fuerte.

- Deja de reír maldito mafioso! - Los hombres se tiesan y siento que acabo de tocar el interruptor que me mantenía a salvo, quedándome helado ante su inacción.

- Quieres ser libre, no? Di que irás a mi habitación y ésta puerta ya no tendrá seguro.

- Deja de jugar conmigo!

- Créeme que sabrás cuando juegue contigo. - el vello de mi cuello se eriza al oír esas palabras provocando un escalofríos en todo mi cuerpo.

- No-- no, eso no pasará!

- Entonces, seguirás preso en esta pequeña habitación, es una lástima... podrías disfrutar de cada rincón de esta casa a excepción de una habitación.

- Casa!? Es una mansión!

- Bueno, solo necesitas decir que irás todas las noches.

Lo miro a los ojos esperando un titubeo en ellos pero son malditamente perfectos, que termino distrayéndome de mi objetivo.

- Está bien.

- Olvidas algo.

- Si iré, Gulf - Oigo un gruñido de su parte  al susurrar su nombre, ni siquiera me he puesto a practicar llamarlo de esa manera.

Una sonrisa se dibuja en sus labios para luego salir de la habitación complacido por lograr su objetivo, los dos hombres lo siguen sin tocar la puerta dejándola abierta.

Mi corazón latía con fuerza, mi felicidad  estaba por sobre mis emociones hasta que mi cerebro detiene cualquier baile de felicidad.

- Un momento, que se supone que pasará todas las noches en su habitación?! No! Mierda! Acabo de firmar mi sentencia! Seré sometido por idiota! Ni siquiera me puse a pensar para qué me querría en su habitación!.

Apurando mis pasos cierro la puerta deseando retroceder el tiempo para darme un golpe por idiota!

- No quiero ser libre! - Grito pegado a la puerta, puedo ser más infantil!?

Piensa Mew, esto puede ayudarme a buscar una salida, al final de cuentas el idiota es él! Es obvio que buscaré la manera de salir de esta prisión.

Abro de nuevo la puerta asomando la cabeza encontrándome con dos hombres pegados a mi pared como guardias. Maldita sea! Pero no giran a verme así que poco a poco doy un paso a la vez saliendo de la habitación mientras los hombres seguían sin moverse.

Era buena señal, ya que si se lanzaran sobre mi, me aplastarían.

Mientras más camino, sigo encontrándome con hombres resguardando. Que mierda! Acaso tiene a todo el país trabajando en su mansión!

Seguía hasta llegar a las escaleras, cuando comenzaba a bajar, uno de los hombres iba tras de mi. No puedo creerlo! No tendré la libertad de buscar una salida.

Pero no me importa, por fin podré salir de esa habitación, para qué querría tantas habitaciones? Y cuál es esa habitación que no quiere que vaya? Será donde había matado a ese hombre?

Comienzo a pasear por cada rincón del lugar, en verdad es gigantesco, no sé como puede llamar pequeño a esto! Mi curiosidad cada vez iba aumentando comenzando a disfrutar del descubrimiento que hacía.

El hombre tras mío no hablaba y me sentía como esos actores importantes resguardados por hombres guapos y fuertes, aunque éste parece más una rana esperando ser besado por una princesa. Ya Mew! Deja de pensar en tonterías! Pero es gracioso porque en verdad pareciera que en cualquier momento diría croac! croac! Basta! No puedo evitar comenzar a reír pareciendo un verdadero desquiciado!

Pero que esperaban? Mantenerme cuerdo luego de tanto tiempo encerrado! Tienen que agradecer que no me he creado un amigo imaginario, un momento mi amigo notas... ni siquiera sé su nombre!

Ahora que soy libre debo descubrir quién es, con suerte mañana sabré quien eres amigo.

El paseo fue bueno, ese guardia debe odiarme ya que caminó una maratón. Al ingresar a mi habitación, la comida ya estaba servida en la mesa, como siempre un manjar. Acaso todo esto también debo pagar?

Que más da, no puedo ponerme a la defensiva, estoy con un hambre voraz. Terminando la cena, voy a ducharme para luego acostarme en mi cama.

En verdad, esto no es malo, no soy maltratado, así que pudo ser peor, luego de haber pensado tal cosa la puerta es abierta. Mierda! Lo olvidé!

- 21:00 hrs. - Dice el hombre sin expresión en el rostro recordando mi maldita promesa. Y bueno Mew ha llegado tu momento, maldita pobreza!