Parte 20 🔞

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Una suave brisa acaricia mi rostro, haciendo que abriera mis ojos lentamente, dándome cuenta que ya había amanecido.

- No estoy muerto? - Susurro, pero con el ceño fruncido comienzo a mirar en toda la habitación. Estaba acostado en una cama que no era la mía, me encontraba solo y... desnudo!?- Dios! Qué fue lo que hice!

Intento levantarme pero cuando lo iba a hacer, ese hombre entraba a la habilitación de la terraza. No llevaba más que un bóxer negro.

- Cómo te sientes?

- Qué me hiciste?

- Esa no es la pregunta adecuada, sino que hicimos...

- Maldito! Abusaste de mi!

- Estabas de acuerdo...

- Estaba ebrio!

- Tú lo quisiste, y ahora eres mío... - Se acerca a la cama y yo me tenso.

- No! Estaba borracho! Así que nada de los que ocurrió fue porque yo lo quisiera!

- Aceptaste que me perteneces, no hagas que las cosas sean más difíciles! - Levanta la voz comenzando a molestarse.

- No soy tuyo!

- Si lo eres!

- No!

Sube a la cama llegando hasta mi apartando de mi cuerpo la sábana, mi cuerpo desnudo estaba antes sus ojos y yo me sentía agitado.

- Gritaste mi nombre, declarando ser mío. - Gruñe tomando mi rostro.

- Estaba ebrio! No cuenta!

- Entonces, ahora estás sobrio?

Abro mis ojos en gran manera, su pecho subía y bajaba enérgicamente, acaso está furioso?

Trago duro, y se abalanza sobre mi, haciendo que sintiera su cuerpo ardiente. Sus labios apresan los míos comenzando a moverse en gran demanda.

Que mierda hago ahora! Estoy en su cama desnudo, teniéndolo a él sobre mi. Pero su lengua comienza a moverse dentro de mi boca.

- Ahh eres mío? - Gime en la pregunta

- No! Ahh - Su lengua entra de nuevo a mi boca generando cosquilleos, haciendo que poco a poco mi miembro se pusiera duro.

- Si necesitas estar sobrio para admitirlo, entonces... este es el momento.

- Jamás! Ahhh mierda! - sus dedos rodean mi dureza comenzando a acariciarlo.

- Quieres que me detenga? Ahh - Gime moviendo sus caderas como si estuviera dentro mío, no puedo creer que sintiera a su amigo y lo deseara!

- Ahhh basta!

- Dilo Mew, me deseas? - Apretando sus dedos siento más estímulos.

- Ahh Mierda! Ahh - Me sostengo de sus brazos mientras masturbaba mi dureza.

- Mew, ahhh dilo... Me deseas tanto como yo...

- Ahh Dios! Si!

- Dilo Mew, eres mío?

- Ahh Gulf! No! - No podía soportarlo, en verdad estaba enloqueciendo.

- Mierda dilo de una maldita vez!

- Si! Lo soy! Soy tuyo! Ahh

- Me quieres dentro?

- Maldito pervertido! Ahhh

- Con un carajo!

- Si! Lo quiero! Ya! Ahhh - aparta sus dedos de mi miembro tomando un frasco que se encontraba a un lado de la cama, que mierda! Vertiendo el líquido en su miembro comienza a masajearlo.

Acercándose a mí de rodillas abre mis piernas adentrándose. Mis ojos se abren en gran manera, y puedo sentir como ingresa poco a poco en mi! Mierda! El dolor no es mucho a comparación de esa sensación excitante.

Adentrándose por completo, se acerca a mi rostro besándome, abro mi boca para que su lengua entrara en ella y su cadera comienza a moverse.

- Mierda ahhh!! Si!! - Gime entre mis labios agilizando sus movimientos.

- Gulf ahhh!

- No sabes cuánto me excita oír mi nombre salir de ti, ahh - Sus embestidas me llevan a la gloria, mierda esto es perfecto.

- También eres mío... - No sé por qué pero me siento posesivo, quiero esto y que sea solo mío.

- Mierda que lo soy! Ahhh

- No más esclavos! - Detiene sus movimientos mirándome a los ojos, que acaso quiere hacerlo con todo el mundo?

- Es una orden? - Pregunta con la voz grave, me siento nervioso.

- Sí, lo es... - Respondo esperando una respuesta suya, pero esa sonrisa dibujada en su rostro fue suficiente para mí. - Solo mío, no puedes tocar a nadie más!

- Si señor, lo que tú digas! Ahh - Comienza nuevamente sus movimientos alejándonos de la cordura.

Podía sentirme avasallado, pero lejos de sentir dolor, esto comenzaba a enloquecerme, quería más.

- Hazlo más duro, ahh - Gimo en su oído y pareciera que le brindaba más energía. Tomando mis piernas con sus manos las lleva sobre su hombro, adentrándose más en mi. - Ahh Dios! Si! Ahh

- Mierda que eres perfecto! Ahhh - Gemía con voz gruesa haciendo que mi miembro se pusiera más duro.

Luego de unos movimientos más mis piernas ya estaban a un lado mientras él se colocaba tras de mi sin dejar de avasallarme.

- Mierda si, jamás olvides quien eres! Ahhh

- Ahh si malditamente tuyo! Ahhh, más! Quiero más!

Tomándome con fuerza de mis caderas sus movimientos pierden control, sus gemidos se vuelven en gritos invitándome a esa locura que con gusto acompaño. Mierda, esto es lo gloria!

El sonido de nuestros cuerpos resuenan en mis oídos, sus gemidos acompañan ese dulce sonido embriagándome por completo.

- También soy tu dueño, ahh! - Se adentra por completo en mi, tomando con sus dientes mi hombro siento como un líquido tibio es liberado en mi interior haciendo que mi orgasmo sea liberado al instante.

Nuestros cuerpos tiemblan al ser liberados en la totalidad. Siento la vibración de su miembro en mi interior logrando un cosquilleo.

- Entonces, que piensas al respecto? - Me pregunta acostándose a mi lado con la respiración agitada.

- Sobre qué? - Pregunto cerrando los ojos exhausto.

- Anoche preguntaste qué pasaría si no te gustara? Qué dices ahora?

- Podré vivir con esto. - Intento no sonreír, esperando su reacción.

- Te gustó?

- No te lo diré... - Respondo dándole la espalda.

- Anda dilo! - Dice abrazándome comenzando a besar mi hombro.

- Si, me gusta...

No dice más una palabra, pero sus caricias y besos se sienten bien. En qué me estoy convirtiendo? Primero fui secuestrado, vendido, comprado por un mafioso muy sexy, de quién fui esclavo y ahora? En qué me convierte esto?

Decir que es mío, tiene muchas definiciones, solo en la cama? Para tener sexo? Solo en esta habitación? Pero dio su palabra que ya no tocará a nadie más, debería de confiar?

Conocerlo de esta manera, despierta en mi una posesividad que no sé si podré controlarlo. Pero en verdad le he entregado mi primera vez, y agradezco que no haya sido de otra manera. Sus manos se sienten tibias, al igual que su cuerpo desnudo pegado al mío.

El hombre más peligroso me pertenece, y me tocará descubrir hasta que punto.

ERES MÍODonde viven las historias. Descúbrelo ahora