Parte 54

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El viaje fue tan larga que parecía que nunca llegaría, el hombre seguía manejando en silencio mientras nos íbamos acercando a la mansión.

Una maldición sale de su boca haciendo que llamara mi atención.

- Maldición! ¡Me has engañado! - Grita el hombre, dirijo mi mirada al frente, y se trataba de los hombres de Gulf que se pusieron enfrente para detenerlo. Era obvio que no dejarían que ningún vehículo avanzará hasta la entrada de la mansión.

- Solo no hagas nada. - Digo mientras intento abrir la puerta, pero el dolor en mis manos se hicieron presente, pero logro hacerlo que al verme los hombres bajaron sus armas corriendo a mi dirección.

- Por favor, puedes pagar lo que pida el hombre, y dale un poco más. - Digo a uno de ellos, este asiente quedando con el chofer mientras yo era llevado por otros hasta el auto que tenían en el lugar.

Por fin podía sentirme un poco seguro, estar con los hombres de Gulf de alguna manera me daba tranquilidad, se que me están llevando a él.

Uno de los hombres, habla por su interlocutor informando que me tenían, y que me llevaban allí, en el auto de resguardo.

En minutos ya me encontraba en la mansión, del lugar de donde no debí salir desde un principio.

Podía ver a Gulf en la entrada con los demás. Apenas se detiene el auto bajo buscando arrojarme a sus brazos. Sus ojos se abrieron en gran manera al verme y pensando que me abrazaría hace todo lo contrario.

Tomándome de la ropa, sus ojos me veían con enojo.

- Dónde mierda estabas!?

- Gulf? - Susurro mientras en mi garganta se formaba un nudo.

- Cuándo mierda piensas madurar! Te he dicho que no salieras de aquí! Pero tú! Con tu capricho e inmadurez pones en riesgo todo! Si no te importa tu vida! Al menos piensa en mis hijos!

- Tu-- tus hijos? - Las lágrimas brotaban de mis ojos de inmediato, solo quería que me abrazara, hacerme olvidar de lo que había hecho.

- Gulf, no seas duro! - Le reclama Leo, pero los dedos de Gulf presionan más fuerte mi ropa.

- Alguien debe decirle la verdad! Ya basta de niñerías Mew! Hasta hoy tolero tu comportamiento infantil! Ya no secundaré tus caprichos!

Mi corazón latía con fuerza, el nudo en mi garganta no me permitía decir una palabras, mi vista era borrosa por mis lágrimas, cuando de repente todo se oscurece a mi alrededor siento mi cuerpo ser detenido para no caer al suelo.

Poco a poco comenzaba a despertar, mis ojos se abrieron encontrando al doctor Tul que terminaba de vendar mis manos.

- Mew cómo te sientes? - Me pregunta haciendo que los demás vinieran a mi de inmediato. First se lanza a un lado acariciando mi mano y con lágrimas en sus ojos.

- Papá, perdón! Debí cuidarte!

- No soy tu responsabilidad First. - Digo mirándolo con tristeza.

- Si lo eres! No debí quedarme dormido hasta tarde! Ahora estás lastimado por mi culpa.

- Por fortuna, los golpes que recibiste no dañaron a los bebés, deberás guardar reposo por unos días, las heridas de las manos sanarán poco a poco, solo debes hacerte la curación y el cambio de vendajes.

- Yo me encargaré de cuidarlo!

- No es necesario First...

- Sí, lo haré!

La puerta es abierta dejando ver a Gulf, este al verme corre para acercarse.

- No! Vete! No te quiero!

- Bebé por favor!

- Deja de llamarme de esa manera! Tú lo has dicho! - Maldita sea, mis lágrimas vuelven a caer sobre mis mejillas.

- Perdóname, no me di cuenta!

- Cállate! No quiero oírte! Vete! Fuera!

- Amor, lo siento!

- Fuera! Te odio!

Sus ojos se abren en gran manera, y por primera vez veo lágrimas caer de estos.

- Por favor, Mew necesitas estar tranquilo. - Dice el médico. Pha toma a Gulf del brazo para sacarlo de la habitación mientras este forcejeaba.

- No quiero verlo!

- Papá...

- No! No soy tu padre! Solo soy dos años mayor que tú! Es absurdo, no? Tú también lo has dicho.

- Papá...

- Basta! Yo-- no soy... Mi llanto se hace más fuerte.

- Mew, debes calmarte, eso no le hará bien a los bebés...

First seguía a mi lado aunque su llanto era igual al mío. Me siento abrumado, matar a mis padres con mis propias manos me atormentaba, luego las palabras de Gulf terminaron por derrumbarme. Yo solo quería que me abrazara, que me dijera que todo estaría bien, quería sentirme mimado en sus brazos, pero solo recibí palabras hirientes. Soy infantil? Inmaduro? Era yo! Por fin podía sentirme amado y saber que lo era por quién también amaba! Por primera vez en mi vida creí que me aceptaban tal y como era, pero todo fue un engaño, terminó demostrándome que también lo he defraudado. No soy la persona que él desea a su lado!

- Mew, tengo que volver al hospital, llámame si sientes otras dolencias, ya renové los medicamentos, así que no olvides tomarlos.

Asiento con la cabeza mientras se despedía dejándome solo con First.

- A mí... me gustaba la idea de tener una familia... - Susurraba First aún con lágrimas en sus ojos.- de no tener nada, a tu lado lo tuve todo... es verdad me parecía absurdo, porque nunca antes había dicho esa palabra a una persona. Pero tú me aceptaste apesar de todo lo que arrastraba.

- First...

- Lo siento, no volveré a decirlo...

- No! Lo siento, no quiero perderte... Yo te quiero... - Mis lágrimas seguían fluyendo y las de él también.

- Tú tendrás a tus verdaderos hijos, yo no soy nadie...

- No, tu eres mi hijo! El primero! Perdóname, estaba molesto, furioso pero tú no tienes la culpa de eso.

- Gulf estaba muy preocupado...

- No quiero oír su nombre...

- Cuando no te encontramos en la universidad tenía miedo de que arrojara una bomba allí.

- Gulf fue a la universidad?

- Sí, casi mata a Tanis y a Tay por no cuidarte.

- Boris! Que le hizo a Boris!

La puerta es abierta por este al oír que lo nombré.

- Señor Mew, me llamó?

- Boris! - Ayy Dios! Cuándo dejaré de llorar!? - Ven! No te hizo nada? Perdón! No me hubiera perdonado si te hacía daño.

- Bueno, la verdad First ayudo a que no suceda, y de ahora en más no entraré a ese baño de nuevo.

Bajo la cabeza apenado por lo que le había hecho, pero una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro haciendo que me sienta tranquilo, estoy de nuevo junto a las personas que en verdad se preocupan por mi, a quienes si les importo, aunque a quien más deseaba no se encontraba aquí, aún me siento herido por sus palabras.

Bajo la cabeza apenado por lo que le había hecho, pero una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro haciendo que me sienta tranquilo, estoy de nuevo junto a las personas que en verdad se preocupan por mi, a quienes si les importo, aunque a quien más...

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