C A P Í T U L O 3

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EVAN

— ¿Entonces ya está todo listo? — me pregunta mi primo cuando contesto al teléfono.

— Sí, cartero —me burlo con el apodo que le puse de pequeño. Hace tiempo que no lo usaba —. Justo ahora estoy sentado en mi nuevo sofá. Hace 2 horas que he terminado.

— No me vuelvas a llamar así, por favor. Hace tiempo que dejé de llamarte cereales Kellogg's, así que cállate —vaya que se ha cabreado.

— Vale, vale. Me ha quedado claro, Emmett —río llamándolo por su segundo nombre, a lo que él empieza a refunfuñar.

— Bueno, prefiero ese nombre. Ya sabes, por el tío de crepúsculo — ya me lo puedo imaginar guiñándome un ojo —. A ver si ahora por el barrio de Notting Hill puedes encontrar a tu amada.

Mira que es pesado.

— Ahora te toca callarte a ti —digo enfadado. No le dije que yo, un tío de 25 años, cree en el amor y espera encontrar a alguien igual que mi padre encontró a mi madre y viceversa, para que se burlara de mi a cada rato. Siempre he querido un amor así, me da igual que suene raro.

Aunque será difícil si eres así de antisocial.

¡No soy antisocial! No me gusta hablar con desconocidos y punto.

En realidad, ni quieres hablar con nadie, pero bueno... yo sólo digo.

— Me quedó claro el otro día cuando casi me pegas por volver a decírtelo —se ríe. Me lo ha repetido toda una semana desde que nos volvimos a ver. Menudo imbécil.

— Bueno, ¿quieres algo más? Voy a ir a pasear a Luna —hablo entre dientes. No quiero enfadarme, pero mi primito no me lo pone fácil. Luna, mi perrita de 10 meses, se despierta en cuanto escucha su nombre y levanta su cabeza de mi pecho —. Hola, Lunita —la saludo acariciando su pelaje.

— No, sólo quería ver si ya tienes colocado todo en tu apartamento. Y de nada, por cierto. No he subido las cajas de tus pesados muebles para nada, y te recuerdo que me debes una cena con pizza. Bebida incluida, maldito tacaño, no hagas como la última vez.

— Lo sé, no me lo recuerdes. Me dejarás sin una libra de tanto que robas mi dinero así como así —bromeo —. Si quieres puedes venir hoy — ofrezco como buen primo.

— Hoy no — ¿He escuchado bien?

— ¿Estás enfermo? ¿Cuándo te has negado a las cenas a las que te invito?

— No es eso, Evancito. Como ya te dije el otro día, voy a ver a unos antiguos amigos.

— Ah —es mi gran respuesta —. Pues, cuando te venga bien.

Qué gran sábado voy a tener: solo en mi nuevo apartamento viendo películas. El lado bueno es que tengo a Luna.

La primera noche aquí y así. Yo que creía que iba a hacer una fiesta con mis primos y hermanos. Aunque en realidad prefiero la tranquilidad de mi soledad.

— Entonces mañana o el lunes. Tú decides.

— Vale, mañana. El lunes trabajo hasta tarde, también avisaré a Rowan y Ryan —ellos son mis hermanos pequeños.

— Perfecto, me voy que mi madre necesita ayuda con un pastel.

— Adiós, Emmett —me despido con una sonrisa —. ¡Pásatelo bien!

— Hasta mañana, Trevor —golpe bajo al llamarme por mi segundo nombre, lo odio.

¿Por qué mis padres me han llamado Evan Trevor? Quién los entenderá...

Heaven - Sophie Peterson (EN ESPAÑOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora