ALENA
— ¡¿Has tenido sexo con el sexy vecino?! — chilla Elora por todo lo alto, saltando como si un demonio la hubiera endemoniado.
—Sssh, baja la voz — le tapo la boca al ver que la gente del centro comercial nos ha empezado a mirar y a juzgar con la mirada.
En cuanto le conté todo lo de la fiesta relacionado con Evan, se puso a dar saltitos como una niña pequeña en una tienda de chuches. Y al enterarse de algunas cosas que hice con Evan... se ha vuelto loca.
— ¡No he tenido sexo con él! — susurro-grito agarrándola del brazo para que sigamos caminando.
— ¡Oh vamos! No me vengas ahora, Alena — pone los ojos en blanco —. El sexo no es solo la penetración, es el conjunto de comportamientos que realizan al menos dos personas con el objetivo de dar o recibir placer sexual.
— Pareces google diciendo eso — bromeo.
— Es que lo leí en un libro... Además, si le diste sexo oral... no digo más — levanta sus brazos.
— Está bien, tienes razón — digo aceptando mi derrota. Entramos a una de nuestras joyerías preferidas.
Paseamos viendo todos los mostradores y vitrinas. Hace tiempo que necesitaba venir aquí para ver estos bonitos pedruscos y comprarme alguno para cuando tenga alguna cena importante — que normalmente tengo una cada pocos meses —.
Elora se para en un mostrador viendo alguna cosa que le ha gustado con ojos de cachorrito mojado.
— Elora — la llamo cuando voy a su lado —. ¿Te has decidido por algo?
— Sí, pero no me lo compraré porque no tendré dinero para libros — me señala un bonito anillo de color verde esmeralda con forma de lágrima —. Ya sabes que los libros son más importantes — se da la vuelta y camina hacia las demás vitrinas.
Es raro que Elora no se compre lo que quiere, nunca ha dicho algo así, por eso me parece raro. Sí, es una tienda cara, pero siempre ha conseguido todo lo que quería.
— Elora — voy detrás suya —. ¿Ha pasado algo? — le pregunto con preocupación.
— ¿Qué? No. ¿Por qué lo dices? — frunce el ceño, confusa.
— No me mientas, soy tu amiga y me puedes contar lo que sea... Aunque eso ya lo sabes, y te puedo ayudar con cualquier cosa que necesites — baja la cabeza ante mis palabras. Sabía que le pasaba algo.
— Es Axel — murmura por lo bajo. ¿Ese maldito otra vez? Se va a enterar ese tipo —. Me ha robado del monedero mi tarjeta de crédito y se ha largado.
— ¡¿Qué?! — grito enfadada con ese pedazo de gilipollas —. No me digas que sabe tu PIN porque lo encuentro y lo mato ahí mismo...
— Lo sabe y ha estado gastándose el dinero — aprieta los labios con fuerza —. Soy una tonta, lo sé.
— Mejor vamos fuera — cojo su mano para salir de la tienda, no es plan de que los dependientes se enteren del problema.
— Casi se ha acabado todo el dinero que tenía ahí, ¡todo mi dinero! No sé ni por qué le di el maldito PIN cuando me lo preguntó. ¡Encima el muy cabrón se enfadó cuando no se lo quise decir y se fue de mi casa diciendo que no confiaba en él! — confiesa, con lágrimas en los ojos.
— Se va a enterar ese... ese... asqueroso maldito — la abrazo intentando calmarla —. Elora — me separo agarrándola de las mejillas para que me vea —. Ese pedazo de mierda tiene que salir de tu vida. Cada vez te hace cosas peores — hablo mirándola a los ojos, me duele que esté así —. Es una relación tóxica, tú eres la persona más genial que he conocido antes, te conozco desde hace tanto que ¡dios! Eras más feliz sin él — termino por decir —. ¿Lo has denunciado? — niega — ¿Desde cuándo te roba el dinero? — le pregunto con cautela.
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Heaven - Sophie Peterson (EN ESPAÑOL)
Roman d'amourAlena Moore y Evan O' Kelly. Dos desconocidos que creen conocerse en un parque gracias a sus perros. Lo que no saben es que tienen muchas cosas en común: como por ejemplo, que les encanta leer libros. De los libros especiales en los que encuentras e...