Heaven - Sophie Peterson (EN ESPAÑOL)

C A P Í T U L O 3 0

ELORA

Siempre he sido fiestera y he ido a muchas fiestas, pero nunca a nada parecido como en lo que estoy ahora. Cuando Scarlett se ha ido con sus abues porque tenía sueño, la fiesta de cumpleaños para una niña de 4 años se ha convertido en una de adultos que toman alcohol hasta morir de una intoxicación.

Hay pocos ebrios, pero la pequeña fiesta que se ha improvisado, puede despertar a uno que otro vecino. Sobre todo por los gritos enfadados de Alena.

No ha dejado de pelearse con Henry porque él ha sido otro de los ebrios que ha bebido poco alcohol, pero que de inmediato se ha puesto cariñoso con su hermana pequeña. La ha intentado apachurrar con el abrazo que le quería dar, no ha dejado de molestarla con los besos que él llama de hermano mayor... en fin, es un desastre.

Otra borracha es Holly, pero ella es todo lo contrario que su mellizo. Pega a cualquiera que se le acerque mientras intenta no caer al suelo, y es complicado, porque se ha caído muchas más veces de las que he contado.

— Déjame ya en paz, maldito hijo de... — Alena aprieta sus labios con fuerza viendo a su hermano — ¡Vete a molestar a tu otra hermana! — señala a Holly tumbada en el suelo y pateando a Theo, que intenta que se levante.

— ¿Qué... te pasa, Alena la antena? — aparece Matt, el otro borracho, al lado de mi amiga —. No te enfades, hombre, que te salen arrugas.

— ¡¿Que no me enfade?! ¿Cómo has podido traer todas esas bebidas, Matthew Carter? ¿Tú lo ves normal? ¡Porque yo no! — mientras respira intentando calmarse, me fijo en que Evan está apartado a un lado y mirando la escena, pero más concretamente a la Alena cabreada con esos dos —. No me toques que te pego — le avisa a Henry cuando se vuelve a acercar a ella.

» ¡Tenéis suerte de que vuestras madres se han ido! — se cruza de brazos mirando a los dos ebrios —. Porque os castigarían como si fuerais niños pequeños, ¡parece mentira de que pronto serás padre, Henry! — gesticula mucho con las manos antes de entrar dentro de la casa de sus padres y Evan no tarda ni un segundo en ir en su busca. Definitivamente ese hombre está embobado con mi amiga.

Me río de una manera que pocas veces lo he hecho cuando Henry camina hasta donde está Holly y se tira encima de ella. Intenta pegarlo con sus manos y piernas hasta que se rinde y lo termina abrazando. Al fin y al cabo, son mellizos muy raros.

— Así que tú eres una borracha silenciosa — me giro al escuchar la voz de Oliver y lo escaneo de arriba abajo. Está bueno, eso no se puede negar. Con esa sonrisa que trae siempre junto con los dos hoyuelos, es todo un sexy hombre que toda persona quiere tener en su vida.

— Yo no estoy borracha — me tambaleo un poco queriendo colocarme bien para no tropezar.

— Ey, cuidado — Oliver me agarra del brazo en el momento justo en el que me iba a caer al suelo —. Ya veo como no lo estás — su risa me remueve todo el cuerpo por completo.

— Estoy... perfecta... mente — hablo de forma entrecortada viendo a Oliver algo borroso —. Creo que necesito...

— Sentarte, sí, eso es lo que necesitas en estos momentos — me ayuda a caminar hasta las sillas acolchadas bajo el porche, por suerte nadie se encuentra ahí.

Espera, ¿qué acabo de pensar?

— Entonces sí que estoy borracha — pienso en voz alta sin darme cuenta. Oliver coloca detrás de mi cabeza una almohada y aprovecho para cerrar los ojos y ponerme algo cómoda —. Cuéntame algo, ¿Qué tal estás? — abro uno de mis ojos para verlo sentarse en la mesita de centro delante de mí.

— Estoy bien, feliz por mi hija — vuelvo a cerrar los ojos cuando empieza a contarme —. Me entran ganas de llorar con tan solo verla tan mayor — abro lo ojos repentinamente al escucharlo murmurar, notando su tono triste.