Heaven - Sophie Peterson (EN ESPAÑOL)

EXTRA 7: La boda del año

EVAN

Londres, junio 2027

Alena y yo hemos pasado 5 años juntos. Entre ellos se encuentras los días, meses y años más bonitos de mi vida debido a que conocí a los otros dos amores de mi vida: mis hijos.

Ambos son una combinación perfecta de nosotros dos. Arion tiene los mismos ojos que tengo yo con la diferencia de que se le suman dos manchitas de color café, el mismo color que los de Alena. Y, además, tiene la misma carita adorable que Alena cuando no está enfadada por alguna tontería.

El carácter de Arion creo que se acerca más al mío, sin embargo, el carácter de nuestra hija pequeña de tan solo 6 meses, se podría decir que es una increíble mezcla entre mi personalidad y la de Alena.

Stella tiene los mismos ojos que su madre, el mismo color bombón que me enamoró en cuanto los vi. En todo lo demás, ellos son una mezcla maravillosa de características.

La sonrisa radiante de Stella y su risa contagiosa son rasgos heredados de Alena. A pesar de ser tan pequeña, ya muestra una curiosidad y una determinación que me recuerdan a mí mismo, pero también tiene esa dulzura y ternura que solo Alena sabe transmitir.

Arion, en cambio, tiene los mismos pies locos que tiene Alena. Matthew dice que incluso tiene la misma mirada enamoradiza que tengo yo.

En realidad, no sé si creerle, pero mi madre lo apoya, hasta me enseña fotos de cuando tenía la misma edad que mi hijo.

Ver crecer a nuestros hijos juntos ha sido un regalo inigualable. Cada día nos sorprenden con sus ocurrencias, su alegría y su capacidad de amar. Hemos compartido risas, lágrimas y abrazos, y hemos aprendido juntos a cómo criar a nuestros hijos de la mejor forma posible.

Ellos son el reflejo del amor que nos une, y no podemos imaginar nuestra vida sin ellos. Solo de pensar en cuando sean mayores me entra el pánico.

Sé que son niños y algún día crecerán, pero el imaginar que crecerán, me da miedo por lo que pueden llegar a sufrir por lo que sea que pase. Quiero llevarlos conmigo a todas partes, en una cajita para que nadie les haga daño.

Es natural tener miedo y querer protegerlos de cualquier daño, pero es importante recordar que parte de nuestro papel como padres es preparar a nuestros hijos para enfrentar los desafíos de la vida. Por ello hemos hecho que desde que son unos recién nacidos se sientan en un ambiente seguro en donde poder confiar.

Y sé que poco a poco, a medida que crezcan, sabrán que tienen todo nuestro apoyo.

— ¡Papá! — la vocecita de Arion me despierta de mi viaje al pasado mientras mi madre me ata la corbata. Sonrío cuando lo veo aparecer con Alannah, que ya está vestida y maquillada como una de las damas de honor de Alena.

— Hola por aquí, venimos a ver qué tal vais — saluda mi prima —. Mi sobrino quería ver a su padre, así que, aquí estamos — suelta la mano de Arion, quien corre hacia mí como puede en cuanto me ve.

Me agacho para ponerme a su altura y poder hablar con él.

— Hola, hombrecito — me río cuando se abraza a mi cuello mientras murmura algo que no llego a entender muy bien —. ¿Dónde está tu mami y tu hermana? — aprovecho el momento para sacarle información.

— Mami guapa, Stella llora — sonrío agarrándolo en mis brazos para sentarlo en el sofá mientras Alannah me explica la situación.

— Stella tenía hambre cuando se ha despertado, así que la hemos tenido que llevar con Alenita para que le diera de comer. Creo que les ha causado dolor de cabeza a todos los invitados — suelta una carcajada que me termina contagiando.