Heaven - Sophie Peterson (EN ESPAÑOL)

C A P Í T U L O 7

ALENA

No puede ser posible.

De ninguna jodida manera.

Sí que ha sido posible, Alenita.

Miro a Elora con los ojos bien abiertos.

— ¡Eres una mala persona! ¿Cómo me has podido hacer esto? — grito con lágrimas en los ojos —. Yo confiaba en ti, maldita traidora.

Alexa, pon Traitor de Olivia Rodrigo.

— Pero qué dramática, por favor... — pone los ojos en blanco.

— ¡No digas ni una palabra más! Que tú eres aún peor — me seco las lágrimas —. Sabías el final del libro y aun así me lo recomendaste tan felizmente.

— Bueno, somos masoquistas, ¿no? Ya que no nos queda estabilidad emocional...

— Te salvas de una buena porque hay buenas escenas sexys y calientes, que si no... Es que no me esperaba ese final, me niego, me niego. Me quedo con el final alternativo, no quiero a la protagonista muerta — respiro hondo —. Encima su novio el muy hijo de su... la mata. ¡Lo amaba!

— Upss.

— No, no. A mí no me digas eso que lloro más — miro por la ventana de la cafetería.

— Dios mío — veo a Elora partiéndose el culo de la risa ¿Qué le pasa? ¿A caso se ríe de mis desgracias? —. Te ves como una auténtica protagonista, mirando por la ventana mientras fuera está lloviendo.

— Ja, ja, mira qué risa — aprieto los labios para no soltar un sollozo.

— Muy bien, ya no llores y cuéntame sobre ese vecino sexy que tienes y tus citas con el otro sexy Matthew — me la quedo mirando con la boca abierta.

— ¡Que no son citas! — contesto enfadada. Ha pasado una semana desde el reencuentro con Matt y desde que he conocido a su primo, Evan.

Me sorprendió mucho verlo en la editorial de mi madre y bueno, con Matthew nos hemos visto unas cuántas veces. También fuimos a cenar con su hermana Alannah.

Con mi sexy vecino, como lo llama Elora, no nos hemos visto desde la última vez en la editorial. Esta semana sí que he tenido mucho trabajo y casi ni he estado en mi casa, llegaba muy tarde y salía temprano para poder entrenar para la competición que vendrá dentro de poco.

Hoy tengo día de descanso así que he podido quedar con Elora en nuestra cafetería de siempre para tener una tarde literaria.

— Tráete el libro si te quedan pocas páginas, quiero ver tu reacción leyendo el increíble final — me dijo por teléfono antes de venir. Y yo como la tonta que soy, me creía que tenía un gran final, todos felices y contentos, pero no.

Todo había cambiado en el último momento.

Cómo odio esos libros.

No, en realidad no los odio. Me gustan esos plot twist que meten las escritoras, aunque duelan, claro.

Que levanten la mano los masoquistas, por favor.

— Bueno, cuéntame el chisme completo — habla Elora poniéndose cómoda en su sitio —. ¿Cómo es eso de que lo has empezado a seguir en su cuenta de Instagram, señorita Moore? — pregunta como si fuera una entrevistadora, a lo que me río.

—Ya conoces los ataques de locura que me dan por las noches. Empecé a seguir a Matt en mi cuenta principal y me dio curiosidad ver a su primo, así que lo busqué con mi cuenta personal — tengo una que uso principalmente para el trabajo y la otra es la personal para mi familia y amigos.