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—LOS ÁNGELES, CALIFORNIA. VINNIE HACKER.
Han pasado ya varias semanas desde que Olivia se mudo con nosotros y puedo decir en voz firme y con el pecho en alto que no me atrae. Ni un poquito.
pero, si lo hago. El detector de mentiras comenzara a pitar con rapidez. Ya que esta es la mayor falsedad que alguna vez dije en mi vida.
siendo honesto, ¿cómo no podría atraerme?. si es completamente hermosa y ya sobrepasa los límites de lo real. no lo digo solo por el aspecto físico, es bastante bonita, si. pero su personalidad me hace suspirar como idiota cada vez que hablo con ella.
le gusta pelearme, lo noto por las sonrisas maliciosas que me pone luego de decirme algo. ama la pizza y el té con su vida, las películas de terror o suspenso, el anime y las series de comedia. odia las películas románticas y de acción, y le encanta leer. lee mucho, lo hace todo el tiempo.
sino es en físico, lee en su celular o en ¿Twitter?. ¡yo no sabía que se podía leer historias en Twitter! Es algo loquisimo todo esto para mí.
le gusta hablar, muchísimo. pero no me quejo, su voz es preciosa y me encanta lo emocionada que luce cuando habla sobre las cosas que ama. se le ilumina la mirada y parece una bonita estrella.
no, tu no caiste. Tu te tiraste y de boca al suelo.
lo sé, pero bueno. cosas que pasan.
me he dado cuenta también, que no le gusta hablar mucho de su familia y de dónde vivía antes. no le gusta mucho el ruido y que a veces tiene insomnio, cosa que... me ayuda, me ayuda bastante.
noches, como está de ahora. se la pasa sentada en el patio, mirando las estrellas, escribiendo no se que cosa en un cuaderno y tomando té helado. no es normal lo mucho que le gusta el té a esa chica.
de todos modos, como ya he dicho, me ayuda y mucho. ya que me gusta hacerle compañía y ponerme a hablar con ella, es super relajante y armoniosa su presencia.
así que, me encaminó hacia el patio de la hype house para ver a mi compañera de casa favorita y me la encuentro sentadita en una de las sillas playeras que tenemos en este lugar. Está de espaldas a mi y mueve algo que no puedo ver con su mano, este es mi momento para hacer acto de mi maravillosa presencia.
—hola, pequitas. —me siento en la silla playera que está a su lado y me quedo mirando su perfil.
ella alza su vista hacia mi y me enfoca la cara con esta, esboza una pequeña sonrisita. Logrando que un hoyuelo se forme en su mejilla.
—hola, ricitos. —me saluda, muy feliz por verme. eso me alegra al instante —¿no puedes dormir?.
—no, tome muchísimo café y bebidas energéticas el día de hoy. mi cuerpo me está odiando demasiado ahora mismo —le digo, tranquilo.
