XV

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- Sukuna-sama, ha llegado correo

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- Sukuna-sama, ha llegado correo.- Uraume entro a la habitación donde estaba durmiendo plácidamente con mi Omega.

- ¿A esta hora?

- Si.- Menciono con una sonrisa muy satisfactoria, era muy notorio que la maldición le gustaba interrumpir mis momentos íntimos con Yuji.- Una de ellas es para Yuji-sama.

¿Eh, para el mocoso?

No creo que sea el otro mocoso de la escuela de hechicería, dudo mucho que se comunique con él o que el mismo lugar lo deje.

Entonces, ¿quién?

Primero revise los papeles anteriores, uno era sobre un aviso de descuartizamiento de cabezas gratis, solo debía de firmar y tendría la orden de hacerlo en la guerra. Meh, paso.

Otro eran los servicios de una boda, una maldición de baja categoría ofrecía sus servicios para ser de cura en una ceremonia, al parecer se esparció la noticia de mi y de Yuji, ¿cómo?, no tengo idea. Pero pasó.

El último era de la noticia de que el templo fue expandido exitosamente, algo bueno ya que eso significa que no pasare mi tiempo en ese pequeño lugar, solo debía de tomar el que me gustase y ya.

Desvie la mirada al papel faltante. Mire la carta que tenía por remitente a un tal ¿Choso?, no me sonaba, jamás lo había escuchado y dudaba de que Yuji me lo hubiera mencionado.

Mire el sobre de una forma muy extraña.

Me giré y toqué levemente su rostro despertando casi enseguida. Me miró con sus hermosos ojos adormilados y me sonrió, le devolví el gesto y se sentó en el tatami restregando sus ojos.

- Buenos días, Suku.

- Buenos días cariño.- Salude mientras un gran sonrojo aparecía en su rostro, bese tiernamente sus mejillas y le di el sobre que tenia en mis manos.- Esto llego para ti, desconozco al remitente.

No quería sonar celoso, pero no lo conocía y eso temía.

Quizás encontró a otro Alfa, uno no mejor que yo, pero quizás con un templo mas grande, junto con tres estanques de cabezas. ¿Podría mandar a Uraume a ampliar el territorio?, así Yuji no mirará a otro.

O mejor embarazo a Yuji ahora para amarrarlo eternamente a mi.

Si, una idea estupenda.

Empecé a desatar el kimono desde mi cintura hasta comenzar a bajarlo por los hombros.

- Yuji, tengamos sex...

- ¡Es de mi hermano!

Ah, el hermano.

Un momento, ¿Desde cuando Yuji tiene hermanos?

- Yuji, explícate eso de que tienes parientes vivos.- Mencione volviendo a amarrarme el kimono.

Desde donde yo sabía, nadie de la familia Itadori estaba viva, de eso se encargó Uraume de corroborar la información.

- Un día estaba limpiando la vieja bodega, ahí descubri una caja que era del abuelo, en ella encontré algunos documentos de un hermano mío. Hace no mucho supe de su dirección y ahora me contesto la carta. ¡Estoy muy emocionado en conocerlo!, es por eso que lo invite a venir, espero que no lo moleste.

¿Molestarme?, claro que no, solo espero que no sea de esos familiares que tiene una extraña ambición de cuidar a los menores. Solo me faltaba lidiar con un hermano sobreprotector.

Yuji estaba en la entrada del templo esperando a la llegada de su hermano, yo estaba junto a él para que no le pasara nada, pero sinceramente igual tenía un poco de curiosidad

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Yuji estaba en la entrada del templo esperando a la llegada de su hermano, yo estaba junto a él para que no le pasara nada, pero sinceramente igual tenía un poco de curiosidad.

Antes de que el sol se escondiera totalmente, en la lejanía se podia ver a una persona lo bastante alta caminado a nuestra dirección.

Yo me esperaba que el hermano de Yuji sea igual en parecido, pero me llevé la sorpresa de que era todo lo contrario de mi Omega; el Alfa era peli negro, pálido y tenía una cara de pocos amigos.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca, abrazo sin cuidado a Yuji, agradeciendo a la misma existencia de que estuviera bien.

- Yuji, soy Choso, tu hermano mayor.- Menciono con un notable brillo en su mirada.

Oh, cielos, ahora debo lidiar con dos maldiciones sobreprotectoras.

Eso por lo menos me indicaba la fea mirada que me daba el tal Choso.

Aunque pase el tiempo |SukuIta, Omegaverse|✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora