Seis años después.
- ¡¿Dónde diablos te metiste, maldito mocoso?!- Grite enojado mientras revisaba en cada habitación de la casa principal. No lograba encontrar al pequeño diablo y si no lo hacía para la hora de almuerzo, Megumi se enojara conmigo.
Salí al patio y cerca del templo de Yuji escuché una risa. Camine rápidamente a esa dirección y encontré a un pequeño peli rosa bañado en lodo.
Dios, que asco.
- ¡Ryu!, ¡que demonios estabas haciendo!- Mencione cuando lo tome del brazo para verlo mejor.
- Me caí...
- Así veo.- Murmure enojado.- Te iras a bañar ahora mismo o Megumi se enojara conmigo.
- Contigo, no conmigo.- Menciono mientras sacaba la lengua.- Y no quiero bañarme.- Menciono mientras se cruzaba de brazos.
Dios, ¿a quien habrá salido?
Arrastrándolo lo lleve a la lago más cercano y lo tire sin cuidado. Me reí ante su expresión y le ayude a lavarse el cabello. Para cuando estuvo limpio y decente lo lleve dentro de la casa principal para cenar.
La mocosa y Megumi ya se encontraban posicionados, solo faltabamos nosotros.
- Fushiguro-san, ¿puedo preguntarte algo?- Dijo una vez que probó su caldo de verduras.
- Dígame Ryo-sama.
- ¿Tu eres mi mami?- Pregunto todo inocente, por obviedad escupí el té y Megumi se atoro con su saliva.
- ¿E-eh?, no Ryo-sama, no tenemos lazos sanguíneos.- Dijo intentando de volver a la calma y pasarme una servilleta para limpiarme.
- Entonces, ¿Puedes ser mi esposa?- Dijo de la nada. Ahora la mesa se lleno un silencio un poco incomodo, si Megumi se casaba con Ryo, ¿quien me cocinara?
- Ne~, ne~, Ryo-kun, ¿no prefieres desposarme a mi?, soy muy bonita.- Hablo la mocosa intentando de aligerar el ambiente.
- Nop, Fushiguro-san me gusta, sus pestañas son largas.
- Pero él es un Alfa y tu también.
- ¿Y?, mi papi dice que me puedo casar con quien yo quiera, y quiero casarme con Megumi.
¿Yo dije eso?
- Cachorro no puedes casarte con Megumi, es mi sirviente.
- ¿Es ilegal casarse con sirvientes?
- Eh, no, pero...
- Entonces cuando cumpla dieciséis le comprare dos de los mejores anillos, nos casaremos en invierno y tendremos una docena de hijos.
Curioso, eso me suena familiar...
- ¿No crees que te estas apresurando?
- No, y soy alguien de palabra.
Sonreí con gracia, esperaba ver eso.
Para verano plantamos las semillas favoritas de Ryo, él estaba encantado con las flores y diferentes insectos que aparecen en esta época.
- Ne~, papá. ¿Cómo enamoraste a mamá?- Pregunto de la nada mientras miraba las flores arañas que habían en el templo de mi Omega.
Me quedé pensando por unos segundos.
- Le metí mano cuando llego su celo.
- ¿Q-qué?, esta pregunta es seria.
- Y lo digo seriamente, le metí mano cuando llego su celo, dormíamos juntos desde que era bebé y nuestra unión se haría tiempo después.
- ¿Y él dijo que si?
- Por supuesto, soy el mejor partido que existe.
- Yo creo que no tenía más opción.- Menciono burlón.
- Ja, ja. Yuji tenía el mismo humor que tu, solo saben molestarme.
Ryo cambio su mirada a una melancólica mientras ponía en incienso.
- Yo..., ¿me parezco a él?
- Eres su viva imagen. Tienes sus ojos, su sonrisa, su humor y la misma mirada luchadora.
- ¿Él estaría orgulloso de mi?
- Por supuesto que si, el té quería incluso antes de que nacieras.
Tanto te amaba que le costo su propia vida.
- Pues yo lo amo más, y jurare por todas las sandias que te protegere y te querre, asi no tienes que venir a llorar a su tumba todas las noches.
- Ryo...
- Es una promesa mamá, cuidare de papá hasta que se muera por feo.
- ¡Ryo!
- Y alejare a los Omegas que se les acerquen.
- Ya basta mocoso, mejor vamos adentro que mañana iras al templo a recibir plegarias.
- ¡¿Que?!, no quiero, solo piden por sus plantas e hijos. Me gusta más cuando debo ayudarte a matar esposos infieles.
Reí ante lo dicho, en ese aspecto era igualito a mi.
Acercándose el atardecer nos quedamos admirando el bello paisaje y las pocas estrellas que llegaban a aparecer.
- Ryo, solo quiero que sepas que nada en esta vida es imposible, realiza tus propios sueños y busca tus propias aventuras, además de que el amor no es un juego de uno, un compañero es para toda la vida.
A ver si captas la indirecta mocoso.
- Papá, es lo más profundo que te escuchado decir.
- Para que veas que soy muy sabio.
- Si, de igual manera me casaré con Megumi, así que anda buscando sirviente nuevo.
Diablos.
FIN
Listo aquí tiene el epílogo del final de la historia. Con esto puedo dar por terminado y agradecerles por el apoyo recibido.
El siguiente capítulo es el final alternativo, así que esperen un poco.
♥Nos leemos en otra historia. Adiós ♥
ESTÁS LEYENDO
Aunque pase el tiempo |SukuIta, Omegaverse|✔
FanfictionCuando conoces al Omega que está destinado para ti, lo menos que quieres es separarte un solo centímetro de él. El rey de las maldiciones Sukuna, conoció a lo que sería su destinado en un tierno bebé. Y lo único que desea es que crezca y cumpla la m...