Mi despertador retumba por toda la habitación, emitiendo un estruendo sonido. Me giro y veo a un Dan totalmente dormido. Recuerdo lo de anoche y sonrío. Me había acostado con Dan. No me lo creía todavía, pero fue una fantasía. Ambos nos teníamos ganas, y se notó. Le acaricio un mechón que cae por su frente. Dan dormido era como que rejuvenecía y volvía a tener 18 años. Sus pestañas revolotean y amenazan que los párpados se abran. Dos ojos café me clavan la mirada acompañados de una sonrisa.
-Buenos días pequeña...-dice con voz soñolienta. Me coge la cara con una mano y junta sus labios con los míos.
-Me tengo que ir a trabajar.- le digo mientras se estiraza. Le beso el pecho y me levanto totalmente desnuda.
Me meto en la ducha y recuerdo como me rozaban los dedos de Dan anoche. Me echo agua fría en la cara y me río. Salgo enrollada con una toalla hacía mi habitación, donde me encuentro a Dan haciendo la cama solo con el bóxer puesto. Escojo una camisa blanca y unos pantalones acampanados negros con unas bailarinas blancas. Me siento en mi tocador y me pongo rímel y un pintalabios rojo nuevo. Dan sentado me observa callado, con cara póker. Era un tipo serio, pero cuando su sonrisa se hacía ver, era capaz de alumbrar cualquier sitio.
- ¿Podrías ser más guapa?- suelta mientras me hago la coleta en alto. Me saco dos mechones y le sonrío. Se me acerca y me besa la cabeza. Salimos de mi cuarto, cojo mi maletín y salimos por la puerta.- Como sigas contoneándote así, te follo aquí mismo.
- Mmmm...- le miro y veo como tiene las pupilas dilatadas.- Me voy a trabajar, Dan.
- Te llamaré. Recuerdo que esto es solo nuestro comienzo eh.- me avisa mientras se monta en su moto. Me tira un beso y tira calle abajo. Me monto en mi coche y voy hasta mi trabajo.
Cuando llego veo a Bella tomándose un café y me acerco.
-¿Sales?- le digo mientras me mira de arriba abajo.
- ¡Claro que si!- me abraza y pega saltitos.- Vamos al club, que esta noche hay música en directo, y encima soy yo como la jefa.
- Perfecto.- le digo mientras me sirvo mi café y vuelvo a mi oficina. Una llamada irrumpe mi concentración en un documento procedente de Hong Kong.- ¿Hola?
- Hola hija, ¿qué tal?- mi padre. Era un hombre serio, digno de negocios, apenas estuvo presente en mi infancia. Pero los momentos en los que estuvo fueron muy desagradables, siempre me gritaba diciendo el desastre que era. Y ahora mírame...
- Muy bien, revisando un documento de Hong Kong.- tomo un sorbo de café y respiro hondo.
- Te veo muy implicada Marlena, así me gusta. Hoy es martes, el viernes me pasaré por allí con tu madre y tus hermanos para ver como va todo.- tose. Me lo imagino sentado en su butacón, con un puro en la mano, un vaso de whisky y viendo películas sobre la mafia italiana.
- ¿Es la niña?- oigo una voz por detrás. Mi padre afirma.- Pásamela.
- No papá, no me dejes con...- digo pero es tarde.
- Hola Swarosvki mío.- me dice mi madre. Era una mujer muy estirada, muy pija, pero cuando le daba se ponía cariñosa y hacía de buena madre. Como mi padre, apenas hizo de madre, solo me criticaba y me decía que tenía que ser y como. Organizándome la vida vaya.
- Hola señora Fernández.- digo desganada.
- ¿Te acuerdas cuando me llamabas mami?
- Si, cuando te molestabas en cumplir los papeles de esa palabra.- digo molesta.
- Bueno Marlena no vamos a volver a discutir por eso, pasó hace muchos años y aún no me has perdonado. Pasa... - le cuelgo.
Odiaba a mi madre con toda mi alma. Supuestamente se iba de trabajo pero era de viaje. Me dejaba con mis hermanos en casa, solo con la atención de nuestra criada Concha, y los demás. Mi madre se casó con mi padre a los 18 años, embarazada de mi hermano mayor. Mi padre se llevaba 25 años con mi madre cuando se conocieron, entonces llegó un momento que mi madre se aburrió de él y por no divorciarse y todo el papeleo, tuvo amantes. Amantes que me hicieron la vida imposible cuando venían a mi casa. Cuando tuve valor para contarlo mi madre me pidió perdón, pero era (y soy) incapaz de hacerlo. Supongo que seguirá teniendo otros porque teniendo ella 46 (alta, piel perfecta, rubia platino, pechos operados y muy bien maquillada) y mi padre 71 (alto, robusto, calvo, barba canosa, y adicto al whisky, puros y películas), dudo que tengan la vida sexual activa. Una vez recordé a mi madre hablar en el minibar con una amiga sobre lo guapo que era mi padre con sus 43 años, pero que nada más tenernos empezó a ponerse como un viejo, que ella estaba con él por todos los lujos que le daba. Miro la foto que hay sobre mi escritorio y suspiro. Toni entra y me mira confuso.
-¿Un mal día?- se sienta en la butaca de en frente y apoya los codos en el escritorio.
-Por ahora si, la verdad.- le doy los papeles de contabilidad.
- ¿Esta noche vas a hacer algo?
- Si, he quedado con Bella.- justo aparece por la puerta con un sándwich que le había pedido para almorzar.- Hablando de la reina de Roma...
- ¿Nada malo no?- sacude su melena mientras suelta una carcajada.
- No, solo que es imposible quedar con la jefa.- Bella me mira y me hace ojitos.
- Vente con nosotras esta noche al club.- se apoya en mi escritorio y sonríe.
- De lujo, ¿a que hora?
- A las 21.00pm.- les digo señalando la puerta. Se levantan y salen entablando conversación.
Vuelvo a mirar el ordenador y sigo mi trabajo. A las 18.00pm salgo de trabajar y me dirijo a mi casa. Me preparo unos crepes con nutella y le escribo un mensaje a Dan. Me dijo que me llamaría, pero nada, ni un mensaje. Miro su foto de perfil y suspiro. Sin camiseta con unos pantalones desgastados, tirado en un puf con una guitarra. En línea. No lo mira. Apago el teléfono y me pongo de morros. ¿No me digas que era el típico que después de follar no quería saber nada? Joder. Me pongo en pie y voy al baño a darme una ducha de agua fría. Flashbacks de la noche anterior empañan los cristales, e inconscientemente tengo dos dedos acariciando mi clítoris.
-¡Joder!- me aparto la mano y me ducho rápido.
Voy al vestidor con el tema 'Gato Malo' de Karol G ft. Nathy Peluso y escojo mi outfit más atrevido. Un top bralette negro de cuero con unos pantalones negros de cuero estrechos compañeros, y unas plataformas negras altas. El pelo suelto con un maquillaje cargado pero a la vez muy sutil (eyeliner negro largos, sombras ahumadas, y los labios color matte ink). Me dirijo al club donde al entrar acaparo bastantes miradas. Subo hasta el reservado que Bella me ha dicho por WhatsApp mientras 'Fireball' de Pitbull suena. Bella va con un mono atado al cuello de purpurina azul marino y el pelo recogido en un moñito chico con lo demás suelto. A su lado Toni va con unos chinos y una camisa medio abierta. Ambos abren los ojos al verme, y sueltan un chillido.
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Lo que se llevó el mar (1).
Teen FictionMarlena es una chica que vive en el centro de Madrid. A sus 25 años trabaja en la empresa familiar. Sus rutinas son básicas y aburridas, pero todo cambia gracias a un ascenso del trabajo que hace que se desplace hasta Roma. Casi que muere atropellad...