Me levanté con resacón. Pero uno de los grandes. Me levanté y me reuní en la cafetería con los chicos y Max. Nos reunimos y estábamos todos igual, menos Max.
- Bueno chicos, he hablado con Ken, el productor de LA, y dice que está encantado de acogeros en esa industria musical.- dice moviendo su café.
- ¿Qué?- digo con los ojos muy abiertos.
- Anoche dijiste que si tío, vamos a LA.- dice Nate quitándose las gafas de sol y sonriendo.- Vamos a ligar a tope.
- Lo confirmaste por mensaje.- me aclara Max.
Saco mi móvil y lo leo. Veo el chat de Marlena. ¿Le envié un mensaje? Lo leo.
-Me cago en la puta...- musito. El mensaje. Se lo había dicho por mensaje. Encima con las palabras de un auténtico gilipollas.
- ¿Qué pasa Dan?- me dice Joshua.
Me levanto del tirón y ando hasta la habitación. Le envío audios, textos, le llamó... Nada. Estaría destrozada. Por mi culpa. Maldigo entre dientes y le pego una patada a la mesita de mi habitación. Me siento al borde de la cama y sigo intentándolo. La dulce voz de mi pequeña salta en el buzón de voz. Me imagino su pequeña cara con las mejillas rojas, y húmedas. Sus dos ojos azules, con un leve tono rojo de llorar y ese brillo. Sus pestañas pastosas por el rímel húmedo y corrido. Joder...
-Cógelo por favor...- susurro. Nada.
Encima volvía el 31. Que bien Danilo. La única chica que empezabas a valorar, a saber quererla... Estás empezando a perderla. ¿Qué digo empezar? La pierdo joder, la pierdo. Max entra en mi habitación y me ve sentado en el borde aún.
-Déjame irme ahora por favor.- le digo suplicando.
- No puedo, las entrevistas están convocadas.- me dice escueto.
- ¡La he cagado por favor necesito irme! – le grito fuera de mi.- ¡No puedo perderla joder!
- No sé de que me hablas, pero lo que hayas hecho, ha sido cosa tuya. Tú solito.- me dice intentando tranquilizarme. Pero al revés, me saca de quicio.
- Si no me hubieras llevado a esa mierda de fiesta...
- ¿Qué?- dice confundido.
- No hubiera bebido, no hubiera conocido al tal Ken... ¡No me hubiera vendido! ¡Joder!- me levanto de golpe y le pego un puñetazo a la pared.- ¡Ahora voy a perderla! ¡Me voy joder! ¡Dejándola como un auténtico gilipollas! Joder...
Me arrodillo en el suelo y entierro mi cara en mis rodillas.
-Max, ella era mi todo...
- ¿Pero que ha pasado?- me pregunta sacado de onda. Le muestro mi teléfono y me mira con fastidio.- Sé que estas arrepentido, pero ahora tienes que sopesar con las consecuencias.
Me da una palmadita en el hombro y sale de la habitación. Vuelvo a marcar y no lo coge. Lo repito. Lo repito. Y a la quinta vez lo coge. Borracha. Muy borracha. Intento hablar, pero me escupe las palabras con torpeza y cuelga. Me tumbo en la cama y cierro los ojos.
Cuando pasa una hora y media, me levanto y me visto con una blusa lila y unos pantalones acampanados negros. Salgo al encuentro con los demás y vamos hasta donde la entrevista. En el camino miro mi móvil. Sus fotos. Su Instagram. A ella. Marlena Fernández. Mi pequeña. Lo siento. Lo siento mucho en serio.
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Lo que se llevó el mar (1).
Novela JuvenilMarlena es una chica que vive en el centro de Madrid. A sus 25 años trabaja en la empresa familiar. Sus rutinas son básicas y aburridas, pero todo cambia gracias a un ascenso del trabajo que hace que se desplace hasta Roma. Casi que muere atropellad...