34. Volver a verla (DAN)

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Habían pasado 3 meses desde que no la veía. Cuando entró al apartamento con ese vestido negro que se pegaba a sus curvas, y su pelo salvaje cayéndole por su cintura, el corazón me volvió a latir. (Además de mi querido amiguito, al ver esos pechos y curvas envueltas en esa fina tela negra). Estos meses de atrás, no había parado, y mi fama había aumentado. ¿Cómo mi vida pudo cambiar de sentido tan rápido? Casi todas las semanas daba conciertos, acudía a programas de televisión, me reunía con discográficas, e incluso recogí un premio a mejor cantante revelación. Por las noches eran las fiestas, emborrachándome e incluso hubo una noche que llegué a consumir de nuevo drogas. Pero se me vino a la mente Marlena. Sola. Entonces no volví a hacerlo. ¿Privacidad? Apenas tengo ya. Cada vez que salía de los hoteles, me fotografiaban. O cuando salía de bares y discotecas, notaba algún que otro flash a mi espalda. Los conciertos eran una pasada, siempre estaban llenos y eufóricos. Pero cuando Vera me llamó diciendo que si iba a volver por las fiestas, volví. Me dijeron que las llamara antes porque querían hacerle una sorpresa a mi pequeña. Por lo que me ha dicho en el sofá, esta tomando ansiolíticos por lo que le pasó con ese hombre y Vera y Bella, le han ayudado mucho. Me siento como una mierda por no haberla ayudado o haber estado ahí, pero ahora que estaba económicamente mejor, iba a darle todo lo que se merecía. Miro a mi lado, y veo como su cabeza está ligeramente apoyada en mi hombro. Me giro y le doy un beso. Te he echado tanto de menos pequeña...Y te quiero tanto...

- Ya hemos llegado señor Ricci.- anuncia el chófer.

- Gracias Jules.- me bajo por la puerta y corro hasta abrirle a Marlena.

- Muchas gracias.- me dice sonriendo. Vamos hasta la puerta del restaurante. Un salón enorme con cristaleras y lámparas muy elegantes. Marlena me mira y me sonríe levemente.- Te quiero...Pero quiero que sepas que aunque me lleves al sitio más lujoso te sigo queriendo como los meses atrás.

- Yo también...- le cojo la barbilla y le doy un beso en sus labios. Noto como un paparazzi nos echa una foto. Tiro de Marlena hasta dentro del restaurante con un gruñido. A mi que me molesten lo que quieran, pero a ella ni que la roce el viento. Nos sentamos en una mesa con una vela en medio y nos sirven a ambos vino blanco. Pedimos una pizza de albahaca y distintos quesos con un aceite de ajo. También un risotto con champiñones y bacon. Disfruto viendo como ella lo hace. Cada vez que introduce una cucharada de arroz en sus mullidos labios, sus ojos se voltean levemente y suelta un gemido. Me río y le doy una servilleta.

-Tienes salsa de risotto por toda la boca.- ella se sonroja y me quita la servilleta.- ¿Por qué estas tan callada?

- No sé, te veo...distinto...- sus ojos azules se clavan en mi. Le cojo la mano y me la llevo a los labios.

- Te quiero incluso más, y lo único que ha cambiado es que por fin he cumplido mi sueño Marlena. Sobretodo es mucho mejor, porque tu estas a mi lado pequeña...¿No te alegras por mi?

- Claro que si me alegro idiota.- dice enfadada.- Lo que pasa es que te he echado tanto de menos, que no me acostumbré a estar sin ti...Lloraba durante horas Dan, apenas podía pensar en otra cosa que no fueras tú...Creía que no ibas a volver...

Veo como una pequeña lágrima rueda por su mejilla sonrosada por la calefacción del restaurante. Me levanto de la silla y me arrodillo a su lado. Con mi pulgar se la limpio y sus ojos se vuelven a mi.

-Yo...Lo siento tanto...No quería dejarte sola pero...- digo apoyando su frente con la mía.

- Chss...- me manda a callar.- Tu sueño se esta cumpliendo, amor. Y yo aunque no te acompañe a todos lados, estoy presente.- me señala mi corazón y sonríe.- Aquí.

- Y siempre lo estarás.- le doy un beso y acto seguido, un abrazo.

Terminamos al poco tiempo, y vamos hasta fuera donde Jules nos espera con la limusina. Nos lleva al apartamento, y al subir la estampo contra la pared.

-¿Crees que no he echado de menos tu cuerpo?- me acerco a su cara a tan solo unos milímetros de sus labios.- ¿Y tu a mi? La manera en la que hago que tu cuerpo reaccione a mi, la manera en la que te follo, o cuando dejo besos en ese punto que tan solo tú y yo sabemos...

Noto como su respiración se ha alterado, y sus labios se han hinchado por la excitación. Sus manos me quitan la chaqueta, y sus manos desabrochan mi camisa con rapidez. Yo le deslizo la cremallera, dejándola en un sujetador negro balconette y una braguita a conjunto. Me lanzo a sus pechos, cuales lamo y dejo besos sobre ellos provocándoles que su piel se erice. Ella me desabrocha los pantalones y deja que me quede con tan solo mis bóxer negros (y una erección obvia). La cojo en brazos y la llevo hasta la cama, donde la tumbo despacio. Le suelto el pelo y acaricio su cara. Esos ojos llenos de deseo, sus labios hinchados y entreabiertos que dejan salir su respiración entrecortada...Dios Marlena, me vuelves loco... Me deshago de su sujetador seguido de sus braguitas. Ella me arrebata los bóxer y coge un preservativo de la mesilla. Me lo pongo, y sin ataduras, entro en ella de un empujón. Sus gemidos dios...La manera en la que mueve un poco su pelvis para seguir mi ritmo...Puta y diosa Marlena...

-Anhelaba esto...- digo jadeando contra su cuello.- Come gimes cuando...cuando te penetro...

- ...Da...Dan...- dice ella entre pequeños gemidos.

Noto como sus piernas empiezan a temblar, así que aumento el ritmo. Nos besamos dejando que nuestras lenguas se acaricien y callen nuestros gemidos y jadeos desesperados. Ella se va al segundo, y yo tras dar dos estacadas más, me uno con ella. Me deshago del condón, y vuelvo a tumbarme con ella. Se acurruca en mi pecho y le acaricio el pelo mientras le canto la canción que va para ella. My little girl.

- Te he echado de menos Dan...- besa mi pecho y noto como su respiración se ralentiza.

- Yo mucho más pequeña...Yo más...- le doy un beso en la frente y cierro los ojos.

'Ella es la luz de mi oscuridad. Ella es la luz de la esperanza en la tempestad. Ella es mi pequeña...'

Lo que se llevó el mar (1).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora