6. La Dolce Vita

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Vamos a un restaurante de esa misma zona, y nos pedimos unas copas de vino con unos tagliatelle al pesto cada una.

-Bueno, cuéntame más cosas de ti.- Bella es preciosa comparada conmigo. Medirá 1.75m, es muy delgada y tiene un pecho pequeño pero que resalta con su figura. Tiene dos ojazos verdes afinados, y una melena que le llega hasta los hombros tintada en un rubio platino muy elegante.

-Bueno, estoy graduada en empresariales, tengo un C2 en varios idiomas, sé hacer ballet, estudié en uno de los colegios privados más elegantes de Madrid, hice canto desde los 7 años... Un aburrimiento...- bebo de mi copa y veo su expresión de atención.- Me encanta salir por las noches con mis amigos por Malasaña, buscar gangas en internet...

-Eres la típica mujer de familia pija, pero que rompe estereotipos.- se ríe ella. Una sonrisa blanca y perfecta.

-Odio que me llamen así, porque parece que soy la típica estirada y remilgada, como mi madre...- me río.- Pero no. ¿Y tú qué?

-Bueno, yo estudié arte dramático, pero no funcionó, así que me contrataron aquí como recepcionista hace unos 5 años. Tengo mi grupo de amigos, pero todos ya comprometidos e incluso con hijos...- hace una mueca de fastidio y bebe de su copa.- Ya sé que tengo 30 años, pero me gusta salir por las noches y eso... Elías dice...

-¿Elías?- le interrumpo.

-Mi pareja.- me sonríe.- Llevo con él desde los 23. Es este.- saca su móvil y me lo enseña. Un chico alto, de mirada fría pero con ojos negros y brillantes. El pelo recogido en una coleta baja, color oscuro azabache.- Lo conocí en un garito de noche, con unos amigos, y me enamoré. ¿Y tú? ¿Qué tal vas en eso del amor?

-Bueno, yo tenía pareja, Mario. Terminé con él porque me vine aquí, una relación a distancia no mola.- engullo los tagliatelle.- Lo conocí cuando entré a trabajar, me llamó la atención. Alto, guapo, cuerpazo, inteligente...

-Tú también eres guapísima.- me señala con la copa y nos tronchamos de risa.- Déjame llevarte ahora al mejor sitio de copas del mundo.- Salimos del restaurante y nos dirigimos a un club de noche, que veo que está en la misma acera que mí apartamento. Un cartel de luz rosa led que estamos ahí.- Bienvenida a 'La Dolce Vita' Marlena.

Entra y le enseña al guardia una tarjeta. Este le abre la puerta, y nos adentramos al garito. Esta ambientado con muchas bombillas de colores, una barra con barmans a ambos lados, sillones con mesitas, en medio una pista de baile abarrotada de gente y en frente, un pequeño escenario. Bella me señala unas escaleras, que subimos esquivando a gente, que nos lleva a la sala VIP. Unos hombres trajeados, están con copa en mano en los sillones. Al vernos, uno de ellos se acerca a Bella y la besa.

-Marlena, este es Elías, el dueño del club y mi pareja.- Elías me coge la mano y me la besa.- Elías, esta es mi nueva amiga y jefa, Marlena.

-Encantado. Sentaros y serviros.- dice volviendo a su asiento. Bella se sienta en sus piernas y coge un GinTonic. Yo me pido un Puerto de Indias con 7Up, y me siento en un taburete alto que hay, con vistas a la pista y el escenario. Una chica de cabellos dorados y vestida con un crop top satén dorado y unos pantalones de pitillo negros versiona 'Just a girl' de No Doubt. Un hombre sale aplaudiendo y coge el micro.

-Un fuerte aplauso para nuestra magnífica Vera que nos ha llevado de vuelta a los 90's.- la chica saluda y sale del escenario.- Y ahora démosle la bienvenida a nuestro queridísimo...¡Dan!

Un chico sale saltando y se remueve el pelo. Va con una camiseta de Kiss desgastada con algunos agujeros, y unos vaqueros negros desteñidos. Empieza a cantar 'Kiwi' de Harry Styles, entre los chillidos de muchas de las chicas del garito. Bella se me acerca y se menea al ritmo de la música.

-Ese chico tiene algo que hipnotiza, ¿verdad? Elías lo contrató porque le encontró en la calle cantando con los dos chavales de atrás. – me dice al ver que no despego la mirada de él. Me suena mucho. El chico mira al palco y justo choca con mi mirada. Me sonríe canalla y suelta un grito antes de que la batería finalice la canción. Es el de la moto.

-Lo conozco, casi que me atropella ayer.- le digo a Bella quien se ríe.

-Pues se ve que le has gustado, no te quita ojo.- miro al escenario y me topo con sus ojos café, hoy perfilados por un lápiz negro. Coge el micro y empieza a sonar el comienzo de 'Bad' de Michael Jackson.- Ven, vamos abajo a por otra copa.

Se despide de Elías con un beso y un susurro, y bajamos las escaleras. Llegamos a la barra, y esta vez pido un combinado de Larios y Fanta Limón. Bella repite GinTonic. El chico deja de cantar y lo sustituye ahora un DJ, quién pone 'On the floor' de JLo.

-Bella, gracias por las copas y eso, pero me voy ya a casa.- grito por encima de la música.

-¿¡Ya!?-asiento.- Bueno, ya sabes, siempre que quieras me llamas y quedamos.

Le doy un beso en la mejilla y salgo del establecimiento, entre empujones de la gente. Cuando salgo, el viento frío hace que se me ponga la piel de gallina. Miro a ambos lados de la calle, no tengo ni idea de dónde ir, aun así ando calle abajo.

-¡Eh!- una voz detrás de mí me avisa. Me giro y veo al chico de la moto colocándose una chaqueta de cuero. Me giro y sigo caminando.- Oye, venga que me he salido antes solo para verte...

-¿Para qué?- digo mientras sigo caminando. Da dos zancadas y se pone a mi lado. Resoplo.

-Siento mucho lo de ayer, iba distraído y frené un poco tarde.- coge un cigarro de su bolsillo y se lo enciende. Se lo coloca en la comisura de sus labios y me ofrece otro.- ¿Fumas?

-No.- digo arropándome con mis brazos para aliviarme del frío. Él se encoge de hombros y expulsa de manera lenta el humo de entre sus labios. Sigue caminando a mi lado, en silencio. – Oye, ¿por qué me sigues?

-No te sigo, te acompaño a casa.- se encoge de hombros y me sonríe de lado. Es guapo. Muy guapo. Tira la colilla y se toma un chicle de menta que saca de su bolsillo.

-Ah, gracias.- le dedico una pequeña sonrisa y vuelvo a mirar al suelo. Llegamos a mi portal y le indico el primer balcón.- Esa es mi casa, así que, adiós.

Me giro, pero me coge por la muñeca. Le miro y se lleva lentamente la mano a sus labios. La besa y me sonríe.

-Bueno, señorita sin nombre, encantado de haberla acompañado.- se mete la mano dentro la chaqueta y saca...¿mi móvil?- Mi nombre es Danilo, pero me llaman Dan.- me da el móvil y sonríe.

-¿Mi móvil?- lo cojo e imagino que se me cayó con las llaves.- Gracias, mi nombre es Marlena.

-¿Te veré otra vez, Marlena?- se apoya en la farola con una sonrisa de lado.

-Solo a manos del destino.- le sonrío falsamente yme meto en el portal. Su risa suave y ronca, se aleja. Subo corriendo, y encuanto abro, corro al balcón. Ya no esta.

Lo que se llevó el mar (1).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora