22. Adiós mamá.

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Me siento en el banco y suspiro. En mi teléfono hay 10 llamadas perdidas de Mario, 2 de mi madres y 1 de mi padre. Dan a mi lado coge un cigarrillo y se lo pone en la comisura de sus labios. Me acurruco en su pecho y cierro los ojos.

-¡Aquí esta!- grita alguien. Abro los ojos y veo a Mario seguido de todos los demás.

Me separo del pecho de Dan y los miro a todos. Ellos me miran a mi, y luego miran a Dan que apura su cigarro.

-¿Por ese no te casas conmigo?- dice Mario señalando a Dan.

- Ese tiene nombre.- espeta Dan de mala manera.

- Un momento, ¿tú no eres el que cantaba en el garito de ayer?- dice mi hermano Bruno.

- No creo que tu hermana esté con semejante persona.- dice mi madre con los ojos en blanco. Me mira y asiento.- ¿Es una broma?

- Se llama Dan, y me gusta, ¿vale? Siento cosas por él.- digo poniéndome de pie.

- ¿Eres tonta o que?- salta Mario.- ¿Renuncias a mi proposición porque sientes algo por un muerto de hambre que conoces de hace 7 días o menos? Llevo contigo muchos años Marlena...

- Pero él me ha demostrado y me ha hecho sentir cosas que contigo no he sentido.- le digo casi escupiendo las palabras.

- Míralo, como va vestido, trabajando en un garito por las noches... No te va a dar los lujos que siempre quieres, o los viajes de lujo en cruceros.- dice mi madre acercándose.- Es un crío iluso sin futuro, mientras que tu eres la jefa de una empresa internacional. ¿Suena mal verdad? Además ese solo te quiere por tu dinero Marlena, y por meterse en tus bragas.

Dan se levanta y empieza a respirar alterado. Le miro y le cojo la mano. Él me la estrecha y me hace que conteste a mi madre.

-No le hables así.- dice amenazante Dan.

- Tío.- Mario se dirige a Dan.- No vas a durar nada con ella, es sensible y si haces algo que le dañe, vendrá otra vez corriendo conmigo. Tienes pinta de follar con cualquiera y drogar...

Dan no le deja terminar porque le ha metido un puñetazo que lo tira al suelo. Mario se levanta y se engancha con Dan. Se enzarzan en una pelea mientras mis hermanos intentan separarlos. Samuel retiene a Dan, y Enrique a Mario, ambos con la respiración alterada.

-¡Mira lo que has hecho!- me grita mi madre. Su mirada gélida me atraviesa.- Acaba con esto y decide bien por una vez en tu vida Marlena. Yo me embaracé de ti, y en vez de abortar, me quedé contigo. Elección equivocada.

Todos se quedaron boquiabiertos ante esas palabras. Noto como unas lágrimas amenazan en la cuenca de mis ojos. Samuel suelta a Dan quien corre a mi lado y me abraza.

-No debería haber dicho eso señora.- dice Dan mientras me estrecha entre sus brazos.

- No deberías salir con mi hija.- espeta muy recta y con la cabeza en alto.

- Haré lo que me salga de los cojones. Ahora váyanse.

Todos giran menos mi madre quien me dice mis últimas palabras.

-Te arrepentirás cuando la verdad te de en la cara.- se gira y camina hasta mi padre.

- Lo siento...- arranco a llorar y me abrazo más fuerte a Dan.

- Eh...No tienes por qué decírmelo...Tranquila estoy aquí...- me coge la cara entre las manos y me besa suavemente. Su lengua acaricia la mía lentamente, haciéndome sentir en más calma.

- Llévame a casa por favor.- digo en un susurro. Dan me rodea con el brazo y nos encaminamos a mi apartamento.

Él se va porque dice que tiene que averiguar cosas, mientras que yo subo a mi casa para poder pensar todo. Nada más llegar, cojo la foto de Mario y mía, y la tiro a la basura. Las maletas de mis amigos siguen ahí, pero yo tal y como estoy cojo y me meto en la cama.

'Llego a casa y esta totalmente vacía. Mi madre estaría en su habitación, mi padre supongo que con ella, y mis hermanos estaban en la habitación de videojuegos. Cojo un vestido negro corto y me lo pongo. Ya me había formado, tenía un poco de caderas, y los pechos ya tenían su formita. Esa noche salí con Carlos y Bea a mi primera discoteca. Llegué a casa tarde, tambaleándome por los cubatas que nos habíamos bebido mis amigos y yo. Subo las escaleras como puedo, y en silencio, hasta que me topo con un hombre mayor en bata saliendo del cuarto de mis padres. Intento correr hasta mi habitación, pero me coge del codo y me gira. Esta más gordo que la última vez, tiene la barba negra y el pelo engominado hacía atrás. Se relame mientras me repasa con los ojos. Me retuerzo intentando zafarme de él pero me tiene cogida por las muñecas muy fuerte.

-¿Te apetece pasar un buen rato?- me dice mientras pone una de sus manos en mi cintura. Niego frenéticamente e intento alejarme pero me coge del cuello.- Pues yo si, así que ya puedes guiarme hasta tu cuarto.- Tira de mi hasta mi habitación y cierra con pestillo. Me tira en la cama y se dirige hacía mi quitándose la bata, quedando completamente desnudo.

- ¡No por favor!- me pone su corbata en la boca y me ata a los cuatro extremos de la cama.- ¡Mamá!¡Ayuda!

Empieza a quitarme el vestido lentamente. Segundos después noto como su sucia lengua roza mi vientre desnudo. Me muevo como loca pero es imposible. Cierro los ojos fuertemente y como hacia siempre, empezaba a cantar en mi cabeza 'Love of My Life'.

Después de varias horas, me desata y me deja allí tirada. Me amenaza como siempre me hacía, y vuelve al cuarto de mis padres. Lloro desconsoladamente y veo como la puerta se vuelve a abrir. Retrocedo corriendo, pero me encuentro con la mirada de mi hermano Samuel. Recorre mi cuerpo desnudo y se para en las marcas de mordiscos y moratones. Me mira mientras yo llorando me acurruco en la esquina. Coge una sábana y se acerca a mi. Me arropa con ella y se sienta a mi lado abrazándome.'

Me levanto de un tirón sudando y veo que era otro sueño. Bueno pesadilla. Bueno recuerdo. Llamo corriendo a Dan para que venga. Me sentía desprotegida. Sola. Pero sabía que con él, todo se me pasaría.

Lo que se llevó el mar (1).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora