Cuando llego a casa, Dan esta sentado con un vaso de zumo en sus manos y la mirada fija en la televisión. Me quito la trenca y la dejo sobre la silla. Me acerco a él y me siento sobre sus piernas.
-Este vestido es tremendamente sexy, ¿lo sabes?- su mano acaricia mi cintura en círculos.
- ¿Cuándo te vas entonces?- su mirada se clava en la mía y tira de mi hasta que poso mi cabeza en su hombro.
- Mañana es mi primer concierto aquí.- acaricia mi pelo.- ¿Vendrás?
- Ni lo dudes.- le doy un beso y voy a cambiarme. Me estoy quitando el vestido cuando aparece por la puerta.
- Antes de que viniera Max nos quedamos por un asunto...- se me acerca y me ayuda a bajarme el vestido lentamente.
Acaricia el cierre de mi sujetador negro de encaje y lo desabrocha de un movimiento. Me giro y le quito su sudadera y pantalones, dejándole en bóxer. Me coge por la cintura y aterrizamos en la cama. Nos besamos desatados y empezamos a manosearnos los dos. Mientras él masajea mis pechos, yo le manoseo por encima de la tela mientras reparto besos por sus pectorales. Me tumba en la cama y me quita las braguitas de encaje. Deja besos por el interior de mis muslos hasta que llega al punto donde hace que gima alto. Empieza a mover la lengua a distintas velocidades mientras me pellizca un pezón y con otra mano, me apriete el culo. Cuando exploto de placer, bajo hasta su bóxer y dejo su erección al aire. Me la meto en la boca del tirón provocándole un gemido ronco y profundo. Muevo mi cabeza arriba y abajo, mientras él me sujeta la cabeza por el pelo cogido alrededor de su puño, controlando las velocidades. Cuando se va en un grito entre gemidos y jadeos, dejo que se recupere para luego... Coge un preservativo de mi mesilla y se lo pone con rapidez. Me pone a cuatro, y me la mete de un tirón. Se ayuda empujando de mis caderas, mientras en la habitación solo se oyen los jadeos y gemidos nuestros ante la colisión de nuestros cuerpos.
-Te quiero...- dice cuando nota que llego al final. Nos recostamos en la cama y me recuesto en su pecho.
- Yo también mi estrella...- digo dibujando un corazón sobre su pecho.
- Te voy a echar de menos los días de la gira.- me mira y suspiro.
- No te vayas por favor...-lo miro y se me escapa una lágrima. Él me la quita y coge mi cara con una de sus manos.
- Escúchame, prometo mantener contacto contigo, y no olvidarte...- me restriego en su dorso y le doy un beso en ella.
Me levanto y pido unas pizzas.
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Lo que se llevó el mar (1).
Novela JuvenilMarlena es una chica que vive en el centro de Madrid. A sus 25 años trabaja en la empresa familiar. Sus rutinas son básicas y aburridas, pero todo cambia gracias a un ascenso del trabajo que hace que se desplace hasta Roma. Casi que muere atropellad...