36. La locura andante con nombre

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Entro por las enormes puertas de cristal y veo a mis dos amigas tras la recepción enzarzadas en una discusión.

-El rojo es más navideño.- dice Vera con los ojos en blanco.

- Y el dorado, ¿qué?- le replica Bella limándose las uñas.

- Hola chicas.- digo apoyándome en el mostrador blanco.

- ¿Qué tal con Dan?- dice Vera girándose a mi.

- Muy bien, lo echaba mil de menos.-sonrío.

- Ahora lo tienes en casita.- se ríe Bella.

- Bueno, ahora está en la radio.

- ¿Pero no estaba de vacaciones?- dice casi en un grito Vera.

- Bueno, a lo mejor era una oportunidad muy buena la verdad. Tranquila lo tendrás en las fiestas contigo.- interrumpe Bella calmando a Vera.

- Si, ya tengo los regalos.- sonrío y veo como abren la boca.- Para vosotras también.

- Yo también os tengo algo.- me sigue Bella.

- Yo es algo muy pequeño, pero es que tengo que ir poco a poco.- dice Vera con un puchero.

Me despido de ellas y me voy a la sala del descanso a por un café. Cuando lo cojo, voy a mi despacho y me siento frente a mi ordenador. Me reúno con varias personas y luego vuelvo al despacho para seguir con más documentos aún.

-¿Cerrando cosas para las vacaciones?- interrumpe Toni en la sala. Va con un jersey burdeos y unos pantalones color arena. Sus rizos están perfectamente peinados, y su barba muy perfilada y fina. Era atractivo y muy amable. Pero Dan, era superior... Vuelvo a mirarlo y recuerdo lo de la noche nuestra...O no...

- Estas en lo cierto.- me río.- ¿Qué tienes pensado hacer?

- Yo suelo ir a Valencia, con mis tíos, como te dije.- retira la butaca y se sienta colocando sus codos en sus rodillas.- Pero este año lo dudo. ¿Y tú, jefa?

- Me quedaré aquí a pasar las vacaciones con Dan.- le digo mientras sonrío.

- ¿Dan Ricci? ¿El cantante?- asiento y muestra una sonrisa tras un fruncido de ceño.- No sabía que salías con alguien.

- Vaya... Casi 4 meses llevo con él.- sonrío al ver la foto que tengo en mi escritorio de los dos recién despertados en las sábanas blancas.

- Pues no es tu estilo, la verdad.- pongo los ojos en blanco y tecleo en mi ordenador.- No te lo tomes a mal...

- ¿Para que has venido Toni? Porque para juzgarme a mi, o a mi relación ya tengo a mi madre.- le suelto.

- Sé que es tu último día, así que Feliz Navidad.- se levanta y se dirige a la puerta.

- Gracias, igualmente.- le saludo cuando veo que se va por la puerta.

- Y recuerda lo del coche, porque a mi no se me ha olvidado.- cierra la puerta tras él. Noto como el corazón me da un golpe fuerte en el pecho y se cae. Mierda, tenía que decírselo...

Como en la oficina, y paso la tarde entera ahí cerrando todo, y añadiendo los horarios para la vuelta de vacaciones. A través de la cristalera, veo ya el Castillo de Sant'Angelo iluminado. Mi vista se desliza a un montón de personas agrupadas en la puerta chillando. Un coche de lunetas tintadas aparca en frente. El teléfono de mi despacho empieza a sonar.

-¿Qué locura es lo de abajo?- digo tras la línea.

- Tiene un nombre.- me dice Vera.- Danilo Ricci.- cuelga y yo me quedo de pie junto al escritorio.

Al poco rato, la puerta de mi despacho se abre, y un Dan vestido como salió y ojos perfilados me sonríe.

-¿Qué haces aquí?- digo paralizada.

- Ya que no estabas en casa, y no me contestabas al móvil, he venido hasta aquí a por ti.- dice sentándose en una butaca. Su mirada me recorre entera y me enseña su media sonrisa. Voy con unos pantalones de cuero negro estrechos y una camiseta blanca con chaleco de punto y un moño desenfadado en lo alto de mi cabeza.

- Pues te han seguido.- digo dirigiendo mi dedo hacía la cristalera, refiriéndome a la gente de abajo que sigue ahí.

- Lo sé, pero, ¿qué le hago?- se encoge de hombros y su mirada se da cuenta del marco de fotos. Lo coge y lo gira con una sonrisa de lado en su boca.- ¿Y esto?

- Una foto nuestra.- digo sentándome en el escritorio.- Yo tengo, no como tú.

Saca su móvil y enciende su pantalla de bloqueo. Soy yo en frente del Colisseo con un crepe y una sonrisa enorme. La ha sacado de mi Instagram. Lo desbloquea con su huella, y vuelve a mostrarme el móvil. Los dos el otro día. Un momento, ¿el otro día nos echamos foto?

-¿Y esa foto?- salimos besándonos en frente de la puerta del restaurante.

- La he cogido de una fan page, que estos la cogieron de una revista de corazón.- dice guardando su móvil. Yo me he quedado de piedra.

- He...¿He salido en una revista?- digo saliendo de mi tránsito mental.

- Ya habías salido antes, ¿no?- asiento. Había salido cuando me iba de vacaciones familiares y eso. Pero nunca a nivel amoroso.- Pero tranquila, no te van a molestar...

Su mano tira de mi, hasta sentarme en su regazo. Sus labios de posan en mi mejilla, y luego en mis labios. Me levanto y cojo mi bolso. Dan me mira con el ceño fruncido.

-¿Qué pasa?- me dice levantándose.

- Nada, que me quiero ir a mi casa.- le digo con sinceridad.- Estoy cansada...

- Vale, vete. Solo quería pasar rato contigo.- sale de mi despacho con un gruñido.

Me quedo mirando la puerta. ¿Qué le pasaba?¿Se habría enterado? No, porque nadie se lo podría haber dicho. ¿Verdad no? Joder...

Lo que se llevó el mar (1).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora