Cuando Toni me puso el reto de follármelo o cantar en el escenario, no lo dude. Cogí mi repertorio y no dude en ponérselo al DJ. Me lo pasé en grande, disfruté muchísimo, sobretodo las caras de Dan. Lo vi como sus ojos brillaban y sus pupilas se ensanchaban. Sé que quería hablar conmigo pero, había ignorado mi mensaje. Me dirijo a la barra donde, Toni me espera con un mojito.
-¡Has estado increíble!- me abraza y empiezo a reírme.
- Gracias.- me siento en el taburete y lo miro. Su mirada se encuentra con la mía y veo como se inclina. Posa su labios fríos con los míos y saben a yerbabuena por el mojito. Una presencia hace que me gire. Dan me mira y sale entre empujones. Miro a Toni y le doy las gracias por esta noche. Salgo y lo veo apoyado en una farola encendiéndose un cigarrillo.
-Dan.- no me mira. Me acerco y le cojo la cara entre mis manos obligándole a mirarme a los ojos. Sus dos ojos café se clavan en los míos.- Dan...
- Que quieres.- su dureza hace que me aparte y cambie mi expresión.
- ¿Por qué estas así?- le digo mientras veo como expulsa el humo lentamente. Como me pone ese gesto dios... ¡Concentrate Marlena ostia!
- No sé, dímelo tú.- se encoge de hombros y me mira. Tira la colilla y se enciende otro.
- Tú me has ignorado en todo el día.
- Tú has pasado de largo de mi, he salido detrás de ti y cuando me paro te veo besándote con otro.- le da una calada al cigarro y exhala el humo.
- Me prometiste que me ibas a llamar, creía que había sido el polvo de una noche.- le digo cruzándome de brazos.
- Se llama trabajo, ¿vale? Tengo que ganarme dinero como sea, de camarero y luego ensayando para cantar aquí. A mi no me lo sirven todo en bandeja como a ti.- me da la espalda y veo como exhala más humo. Esas palabras me han dolido. Me doy la vuelta y me dirijo calle abajo.- Mierda...¡Marlena!
Noto como una mano tira de mi muñeca y me gira. Sus labios estampan contra los míos quienes los reciben con alivio. Coge mi cara entre sus manos y me besa la nariz.
-Lo siento no quería ofenderte...
- No pasa nada...
Me besa y sus manos se posan en mi culo, el cual lo aprieta cuando le muerdo el labio.
-Me traes loco desde que te he visto con eso puesto.- dice mirando mi escote. Me río y él me enseña su media sonrisa. Meto las manos en su pelo desordenado y tiro un poco de ellos. Suelta un gemido y me suelta.- Ven conmigo, no aguanto más.
Lo sigo hasta su moto, quien nos lleva hasta mi portal. Subimos entre besos y risitas, que al llegar a mi casa se desemboca la cosa. Me quito los tacones y él sus zapatos. Camino hasta él quien me coge y empieza a besarme. Nos apoyamos en la pared y me quita el top hasta quedarme en un sujetador gris perla de encaje. Empieza a succionar en mi cuello mientras yo le tiro del pelo.
-Como sigas haciendo eso vas a gritar mi nombre hasta quedarte sin voz...- dice con un tono cargado de placer y gravedad.
Se lo hago y corre conmigo hasta mi habitación. Me suelta en la cama y se quita la camiseta. Me empieza a besar en los labios y va bajando a medida que me va quitando los pantalones. Queda al descubierto mi tanga compañero que hace que suelte un gruñido. Me aupo y le quito los pantalones dejándole en bóxer negro. Le obligo a sentarse, mientras me hago una coleta. Sus ojos se abren como platos al ver que saco todo su miembro del bóxer, y empiezo a juguetear con él antes de metérmelo en la boca. Él me coge de la coleta y sigue los movimientos pero más rápido. Sus gemidos son roncos y profundos, que hacen que yo gima también. A los segundos noto como su polla empieza a palpitar y a darle pequeños espasmos.
-Pe...que..ña...- dice entrecortado cuando noto que un líquido caliente invade mi boca. La lamo y me levanto despacio mientras me limpio con el dorso de la mano. Me coge y me besa profundamente, mientras me tumba sobre el colchón. Me quita el sujetador y el tanga, los cuales los tira junto a los pantalones de ambos. Sus labios empiezan a descender por mi barriga haciéndome retorcer, hasta que llega y empieza a besar mis pliegues. Su lengua empieza a presionar ese punto que hace que empieza a gemir su nombre. Introduce primero un dedo, y luego otro, moviéndolos hasta que noto como el orgasmo y mis gritos invaden la habitación. Se tumba encima de mi y me deshace la coleta. Acaricia mi mejilla y me da un suave beso antes de coger el condón de su pantalón. Se quita el bóxer, y tumbada veo como se pone el condón ante su visible erección. Esta vez, me pongo yo encima, y empiezo a hacer círculos sobre él. Él masajea mis pechos, succiona los pezones, mientras me agarra de la cintura.
- Te juro que eres lo más bonito que he llegado a conocer.- dice a la vez que se gira para cambiar de posición.- Estas hecha por los mismos dioses, y exclusivamente para mi.
- Te quiero...- digo entre un susurro y un gemido. Él para y me mira. La primera vez que le decía te quiero. Sus dos ojos café se clavan en los míos y me besa en los labios. Miedo, es lo que sentí. Lo conozco de hace nada, ¿y ya se lo decía?
- Yo también te quiero Marlena...- retoma el movimiento y empieza a gemir y gruñir. Yo termino a la par que él, gritando nuestros nombres.
Dan se levanta a por un vaso de agua mientras yo me pongo su camiseta y me hago un moño. Su camiseta me llega justo por debajo del culo. Dan me trae el vaso y me da una nalgada. Nos tumbamos en la cama que huele a sexo recién hecho, y nos acurrucamos. Dan me rodea con su brazo mientras que la otra la tiene bajo su cabeza. Yo le acaricio el pecho, siguiendo sus tatuajes con la yema de mis dedos.
-Marlena.
- Que.
- ¿En serio me quieres?- me levanto un poco hasta ver su cara y le sonrío.
- Pues si.
- Si solo me conoces de hace días.- me mira y pongo morritos.
- El amor que una siente no se define nunca por el tiempo. Hay gente que pasan 1 año y todavía no sienten el te quiero. Y tú eres el claro ejemplo, que desde la primera vez, era verdadero.- se aupa y me besa. Su lengua acaricia la mía con suavidad, mientras que una de sus manos aprieta mi nalga derecha y la otra me pone un mechón detrás de la oreja.
- Te quiero pequeña.- me dice apagando la luz y acurrucándose junto a mi.
- Y yo a ti Dan.
Y yo a ti... Caí presa de su mirada. Caí presa a su corazón. Y a partir de aquí señores y señoras, mi vida recobró un sentido, que nunca tuvo. O eso creía.
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Lo que se llevó el mar (1).
Teen FictionMarlena es una chica que vive en el centro de Madrid. A sus 25 años trabaja en la empresa familiar. Sus rutinas son básicas y aburridas, pero todo cambia gracias a un ascenso del trabajo que hace que se desplace hasta Roma. Casi que muere atropellad...