32. Confusión

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Al subir a mi apartamento, rompo a llorar. Se había ido. Me había sustituido por su carrera. Vera y Bella a mi lado, me miran con una mueca triste en la cara.

- Marlena, tranquila, no te ha dejado, solo se ha tenido que ir por su trabajo...- me consuela Bella.

- La vida de cantante es dura cariño, entonces pues se le ha brindado esta oportunidad, y la ha cogido al vuelo.- dice Vera abriendo un paquete de Doritos.

- ¿Y si esto se vuelve una rutina y me abandona?- sollozo.

- Si él te ha dicho que en un mes vuelve, es que en un mes vuelve tía.- me intenta tranquilizar Vera.

Se tiran conmigo toda la tarde hasta que anochece y me dejan sola. Al día siguiente en el trabajo, sentada frente al ordenador, miro de reojo nuestra foto. Mi sonrisa. Su mirada. Nosotros. Miro mi móvil y veo que no me ha llamado ni me ha escrito. Unas lágrimas comienzan a rodar por mis pómulos un poco rosados por la calefacción. Justo en ese momento, Bella entra con un capuccino humeante y un rosco de canela.

- Marlena... Tienes que dejar de llorar...- me da un beso en la nuca y se sienta en el escenario.

- Es que no me ha llamado, ni me ha escrito... Nada Bella, nada...- la vista se me empaña y suelto un quejido. Bella me coge la cara y niega con la cabeza.

- Pues pasa tú también Marlena.- se encoge de hombros y baja de la mesa alisándose la falda.- Si él no se acuerda de ti en ningún momento, tú haz lo mismo.

- Pero es que él me dijo que no me olvidara de él...

- A ver, pasárselo bien y no llorar cada cinco segundos, no es olvidarse de él.- me dice cruzándose de brazos.

- ¿Y él? ¿Se acordará de mi?- miro el móvil de nuevo y 0 mensajes o llamadas.

- Marlena... Si no te llama o escribe, es porque está ocupado. Así que, dejate de tonterías y vuelve al mundo real.

- Pero yo...- empiezo a decir, pero la puerta se abre y Toni aparece. Va con un traje gris y una corbata azul clarito.

- Ah, perdonad, ¿interrumpo algo?- dice levantando la vista y mirandonos a las dos.

- No, Bella ya se iba.- digo limpiándome las lágrimas de mis mejillas. Bella me mira con los ojos entreabiertos, y luego a Toni. Sus ojos se abren, y me muestra una sonrisa. Miedo me da.

- Toni, ¿tú no decías que querías quedar con Marlena algún día?- Bella sonríe. Le echo una mirada de fuego.

- Pues si, no me importaría la verdad.- él sonríe de vuelta y me mira. Iba muy guapo, bueno es que él era guapo. Finjo una sonrisa y vuelvo a mirar a Bella, quien vuelve a abrir la boca.

- ¿Por qué no quedáis esta noche? Ella está libre, y mañana no se trabaja.- ah, no, no. Miro a Bella quien me lanza un beso y sale del despacho contoneándose.

- Toni yo...- digo frotándome la frente.

- Sé que algo ha pasado por los churretes negros de maquillaje que tienes por la cara.- dice  con una sonrisa mientras me señala mi cara. Saco una toallita y mirándome en el espejo froto intentando quitarlos.

- Ay lo siento de verdad...

- No pasa nada, pero venga anímate... Nos lo pasaríamos genial eh.- dice dejando los folios.- ¿Que te parece hoy a las 21.00 pm en la puerta de la empresa?

- Vale.- le sonrío levemente y veo como sale del despacho.

Tampoco estaría tan mal, ¿no? Una salida de amigos de trabajo. Seguro que Dan estaría de fiesta... Me maquillo de nuevo y vuelvo a sentarme en el escritorio. La puerta se abre de nuevo, y aparecen Vera y Bella agarradas del brazo.

Lo que se llevó el mar (1).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora