EPÍLOGO DAN

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Ha pasado ya 5 meses desde que abandoné Roma. Mi vida en LA era totalmente distinta. Daba conciertos, una fiesta en mi casa, follaba con cualquiera, bebía, y otra vez vuelta a empezar. Cuando tengo días libres, me gusta ir a la playa de California. Sellar mis manos en la arena y mirar al océano, me hacía reflexionar, pero sobretodo recordar. ¿La has olvidado ya? Diréis. Pues no. Por mucho que lo intente, ella sigue ahí. Me obligué a dejarla de seguir en Instagram. Me obligué a quitarla de mi fondo. Pero no podía borrarla de mi mente. Aunque sabía que tenía un fandom enorme, podía acostarme con quien quisiera, me sentía solo. Pedí a los chicos que se vinieran a vivir conmigo, y por lo menos lograron que la casa no estuviera tan en silencio durante el día.

Cuando llego a la casa, suena de fondo la canción de Europe 'Final Countdown'. Me asomo al salón y veo a Nate con una mujer de tez canela y pelo rubio platino en sus piernas. Joshua a su lado, toma cerveza a morro de su botellín.

-¿Qué hay Danilo?- me dice Joshua cuando me siento a su lado.

- Pues nada, que acabo de venir.- digo cogiendo un botellín de la mini nevera.

- Esta noche hay fiesta, ¿lo sabes?- me dice Nate mientras la tía le susurra algo en el oído.

- Perfecto, necesitaba ya una.- me levanto y corro escaleras arriba.

- ¡Si ayer fuimos a una!- grita Joshua desde abajo riéndose.

Sobre las 10.00pm empezó a llegar gente. Actrices, cantantes, famosos... Todos buscando escabullirse y huir de la vida del famoso por unos instantes. Chicas bailaban encima de las mesas, el DJ ponía música a toda pastilla, la cocina estaba a rebozar de alcohol, en la piscina a gente se bañaba... Me fijé en una chica bailando. Me recuerda a Marlena. Cuando se subió al escenario con ese traje de cuero y bailó como si nada en la barra. Esos movimientos... Aviso a la chica, y me la subo a mi cuarto para follarla sin necesidad de sentir nada, solo apagar el calentón. Le agarré del pelo, le penetré... Todo. Sin sentir absolutamente nada. Cuando termine, salí del cuarto dejándola allí. Me cogí la botella de tequila y me la lleve a los labios. El líquido arrasó con mi garganta, dejándola en llamas. Como esa botella, me tomé otras dos. Y como a la chica que me follé, fueron otras más.

Desperté como siempre, con la cabeza amenazante de estallar en cualquier momento, y un vacío en el estómago acompañado de un ligero dolor. Bajo a la cocina, donde Joshua y Nate están igual. Flor nos tiende a cada uno un vaso de agua junto a una pastilla. Ken a su lado con un periódico nos mira.

- Salimos en 10 minutos a Chicago, así que vestiros.- se levanta y sale fuera de la casa.

Nos miramos y subimos a cambiarnos de ropa. Bajo con una camiseta de tirantes blanca y unos vaqueros desgastados, con mi chaqueta de cuero y unos gafas de sol. Nos montamos en el avión privado y ponemos rumbo a nuestro destino.

Así era mi nueva vida. Mi página nueva. Sin ninguna arrancada.

Lo que se llevó el mar (1).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora