No conocía a esa Marlena. Estaba con la mirada perdida, y los ojos rojos de llorar. Aún por los manotazos en sus mejillas, su cara seguía igual de angelical y finita. Dijo que era un amigo, cosa que me molestó ya que significó que aún no le habían dicho nada. Se zafó de mi intentó de retenerla para estrecharla entre mis brazos. No pude dormir. Esa chica de ojos azules me lo quitaba. Desde ayer, cuando me dijo que tenía novio, me era imposible. Miro el reloj y veo que son las 6.30am. Me levanto, me pongo una sudadera negra con mis pantalones de normal y salgo a la calle. Despejarme no me vendría mal. O aunque ya no lo hiciera, un rápido en algún pub que este desierto a estas horas con alguna desesperada. Paso por una cafetería y miro la vitrina. Saco mi billetera y nada. No me habían pagado todavía, solo tenía para un café. En el reflejo, veo a una chica con la mirada perdida en el suelo. Va con una coleta en alto y una sudadera extra grande. Sus dos ojos azules están rojos, y vidriosos. Mi Marlena. Me dirijo a ella, pero no reacciona. Me agacho a su lado y le pongo un mechón tras la oreja. Nada.
-Eh, Marlena...- giro su cara en mi dirección, y en cuanto nuestros ojos se cruzan empieza a sollozar.- Pequeña no...
Me levanto y la atraigo a mi pecho. Noto como su corazón le va muy rápido, y su respiración es entrecortada debido a los sollozos que deposita escondida en mi pecho. ¿Qué le pasa?¿Por qué esta así? Mi Marlena vacilona, elegante, empoderada... No una frágil y con mirada ausente.
-Dan...- susurra. Levanta su cabeza y veo como le tiembla el labio inferior. Antes de que pueda pensar, deposito mis labios en los suyos de manera suave y cariñosa. Entreabre la boca, y su lengua busca cobijo junto la mía. Sus labios saben a lágrimas derramadas varias veces. Me separo y la miro. Es preciosa por mucho que llore o lleve lo que lleve.
- ¿Qué te pasa pequeña? ¿Dónde esta mi sonrisa?- sus labios se tornan en una pequeña sonrisa que hace que le bese los labios de manera incontrolable. Ante su silencio, me separo y veo como su mirada se apaga.- Si no me lo quieres contar, no pasa nada.
- No te vayas...- dice en un susurro. Me giro y la veo allí de pie con una sonrisa forzada. Me acerco y le planto un beso en su frente.
- Por ti hago hasta lo que no esta en los escritos. ¿Vienes a mi casa?- asiente y deja el dinero en el platillo. Se reúne conmigo y se cobija bajo mi brazo. Andamos hasta mi casa, donde Vera duerme profundamente en su habitación. Marlena mira mi piso detalladamente.- Sé que el tuyo le da mil vueltas pero no me da para más...
- Es muy bonito.- se sienta en el sofá y me sonríe. Me siento junto a ella y la atraigo a mi pecho. Le suelto el pelo, y empiezo a tocárselo.- Dan...
- Dime.
- Prometo que se lo voy a decir hoy.- me mira y le doy un beso como respuesta. Noto como su respiración se ralentiza y los latidos se relajan. Está dormida. Noto como alguien esta parado en frente nuestra. Vera sonríe con el móvil en las manos.
- Quien diría que Danilo Ricci se queda embobado mirando a una chica dormir...- pongo los ojos en blanco y se ríe.- ¿Es ella?
- Si.
- Es muy guapa.- miro el rostro de Marlena y sonrío. Es que no me canso de decir lo guapa que es Dios... Mira que he conocido chicas, pero ninguna como ella.
- Tiene algo que...
- Te hace cambiar, ¿me equivoco?- miro a Vera y le doy la razón.
Desde que Marlena apareció en aquel paso de peatones supe que tenía que cambiar para ella. Sabía que volvería a topar con ella más veces, con lo que hice todo lo posible para captar su atención. Marlena duerme 2 horas más hasta que su móvil empieza a sonar. Entreabre los ojos y descuelga el teléfono.
-Estoy bien...En casa de Bella...Mario, no quiero verla...Solo comer...- se echa en el respaldo y cierra los ojos.- De blanco si...En la empresa a las 2.00pm vale...Adiós...No Mario...He dicho adiós...- cuelga y resopla.
- Buenos días pequeña.- digo mientras reviso su cuerpo.
- Hola...- me sonríe, y a mi sorpresa, se sube a horcajadas y me besa. Un beso profundo, húmedo y tierno. La aprieto más contra mi y enlazo mi lengua con la suya.
- ¿Cómo estas?- mis ojos topan con los suyos, que ya tienen un poco de luz que solían tener de normal.
- Bien, gracias.- la atraigo hasta mi pecho y le beso en el cuello suavemente. Ante mis caricias se estremece, cosa que hace que me ponga a mil. – Me tengo que ir Dan...He quedado con mis amigos para hacer turismo.
- Pásalo bien.- me levanto seguida de ella, y la acompaño hasta el portal. Se gira y antes de ir calle arriba, me da un beso de puntillas. La cojo y le beso mejor.- Así mejor.
Me dedica una de sus sonrisas y la veo marchar.
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Lo que se llevó el mar (1).
Teen FictionMarlena es una chica que vive en el centro de Madrid. A sus 25 años trabaja en la empresa familiar. Sus rutinas son básicas y aburridas, pero todo cambia gracias a un ascenso del trabajo que hace que se desplace hasta Roma. Casi que muere atropellad...