Estaba guapísimo allí subido en el escenario. Dan era un chaval de cuerpo delgado y poco esculpido en gimnasio, todo natural. Su pelo castaño despeinado cae por su cabeza de manera desaliñada, mientras que sus dos ojos café acaparan la atención. Dos pendientes cuelgan de sus lóbulos, y sus labios sonrosados sostienen un cigarrillo. Sentado en el escenario, rodeándome por la cintura tararea una canción.
-¿Cuál cantas?- le digo sacándolo de sus pensamientos.
- 'Paradise' de Coldplay.- me mira y vuelve a darle una calada a su cigarro.
- De pequeña la cantaba a todas horas, imaginando hacer un videoclip...- me río al recordar como mis hermanos y yo lo hacíamos con la cámara de vídeo.
- Me vuelves loco...- dice de repente mirándome a los ojos. Me giro y le sonrío.
- ¿Por qué?
- Tus curvas, tu pelo, tu sonrisa, tu inocencia al hablar...- le callo con un beso. Su mano sube por mi espalda haciendo que mi piel se erice. Se separa de mi y posa una de sus manos en mi mejilla mientras la otra sigue en mi espalda. Nuestra mirada no es capaz de desenlazarse, nos miramos como si nos comunicásemos solo por nuestra mirada. Bella aparece y se queda quieta al momento.
-¿Interrumpo algo?- dice sujetando unos papeles. Dan se separa rápido y vuelve a subir al escenario. Yo me quedo allí sentada pasmada.- Danilo, hoy libras aquí, Vera ha cogido el turno doble. Ah, y el mes que viene no podrás cobrar. Lo siento.
- Vale.- con semblante serio coge su guitarra y se adentra en el camerino. Me levanto y corro tras él. Toco a la puerta y una voz masculina cede.- Entra.
Guardando la guitarra, con otro cigarrillo en la comisura de sus labios, refunfuña.
-¿Qué te pasa?- le digo fijándome en sus facciones. Su mandíbula marcada, esta tensa, y exhala el humo de una manera rápida.
- Nada.- me responde cortante.
- Dan...
- ¿¡Que quieres Marlena!?- se vuelve a mi con la respiración alterada y los ojos muy abiertos. Doy un paso atrás como acto reflejo, y tropiezo con un cable. Me clavo el pico de una mesa en el costado, y reprimo una lágrima. Dan se para y se arrodilla junto a mi, con los ojos muy abiertos. Me coge la mano y suspira.- Joder Marlena, ¿estas bien?
Aún en shock por esa reacción, me levanto y salgo del camerino corriendo. ¿Por qué se había puesto así? Su acto había sido agresivo, con muy pocos modales. Miro atrás y no me sigue. Llego a mi casa y me llega un mensaje de él.
Dan
Marlena, lo siento, por favor tiene una explicación.
Le dejo en leído y veo el chat de mi madre.
Señora Estirada
Mañana estamos ya allí. Adelantamos el vuelo porque ansiamos verte.
Fantástico. Verás que divertido va a ser tener aquí a mis padres, hermanos, amigos y... Mario. Me cago en todo. Mario. Estamos en tiempo, pero me he acostado con Dan. Me he enamorado de Dan. Sin saber lo que hago, marco su número. Al tercer bip lo coge.
-¿Marlena?- su voz suena ahora más suave.
- Dan...- lo digo en un susurro y se me escapa un sollozo. ¿Por qué lloro?
- ¿Estas bien?- al no decir nada, y escucharse mis sollozos...- Voy ya para tu casa.
A los pocos minutos Dan toca a mi puerta. Le abro y veo como sus dos ojos café se encuentran con los míos vidriosos. Empiezo a sollozar y me atrapa entre sus brazos. Me acaricia la nuca, mientras me calma con su respiración. Nos sentamos en el sofá, yo recostada en su pecho, mientras él me mira con mirada pacífica.
-¿Qué pasa pequeña? Si es por lo del camerino lo siento. Que me quiten horas, significa menos dinero, y eso es un problema para mi bastante gordo.
- No te preocupes, no es por eso...
- ¿Entonces?- me mira con una mirada que es capaz de parar todos los planetas del universo y me besa la nariz.- Pequeña, ¿por qué estas así?
- Mañana vienen mis padres, mis hermanos, mis amigos...- digo con la voz entrecortada.
- Marlena, eso es magnífico, vas a volver a verlos. ¿Qué tiene de malo?
- También Mario...- digo sollozando. Al ver su fruño, le doy detalles.- Es mi novio, aunque estoy en tiempo...
- ¿Novio?- me separo y miro una foto enmarcada. Dan la mira y luego me mira a mi.- ¿Por qué no me dijiste que tenías novio?
- Dan, yo te lo iba a decir pero de verdad que no siento nada por él... Es él que no para de ir detrás mía insistiendo.
- Déjalo.- me interrumpe. Se levanta y se dirige a la puerta. Me quedo en el sofá llorando hasta que veo que abre los brazos. Pego un salto y corro hasta él. Me coge en brazos, rodeándole la cintura con mis piernas, y lloro en el hueco de su cuello.- Prométeme que me hablarás si tienes las ideas claras.
- Te lo prometo.- me da un beso suave en los labios y me deja en el suelo.
- Te quiero Marlena...- se gira y antes de que pueda responder se va.
¿Cómo alguien que tan solo lo conocía de días me podía llenar tanto? Dan era diferente a los demás. Yo sentía que escondía cosas, como yo. Que necesitaba el cariño de alguien. La pieza del puzle que nos faltaba a ambos, y encajamos a la perfección. Bueno.
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Lo que se llevó el mar (1).
Teen FictionMarlena es una chica que vive en el centro de Madrid. A sus 25 años trabaja en la empresa familiar. Sus rutinas son básicas y aburridas, pero todo cambia gracias a un ascenso del trabajo que hace que se desplace hasta Roma. Casi que muere atropellad...