CAPÍTULO 3

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-Señor Kravitz, solamente avisare al Sr. Silver que saldré a comer.

¿Qué demonios acabo de hacer? Acabo de conocer a este hombre y ya acepto una comida con él, digo es guapísimo, tal vez es un asesino serial y está buscando su próxima víctima.

-Muy bien señorita Moore, la espero afuera.

Iré por mi bolso y saco un lipstick ya que mis labios lucen blancos y opacos.

Realmente quisiera saber cuál es el motivo por el cual Aaron Kravitz, el multimillonario más guapo de todo Seattle, me busco para dejarme personalmente mi móvil, cuando pudo mandar a alguien de su personal o mandarlo por paquetería.

Salgo de la ferretería y ahí esta Aaron Kravitz mirando su móvil con su porte de CEO.

-Señorita Moore, subamos al auto.- dice autoritario.

-Conozco un lugar cerca y decente al que podemos ir a almorzar.-digo nerviosa, ya que no lo conozco y la idea de que sea un asesino serial en busca de su próxima victima sea acertada.

El me mira sopesando la situación.

-La verdad es que solo tengo media hora.- le informo.

El entiende y asiente.

Me toma de la mano y yo estoy a punto de desmayarme. Caminamos dos calles al norte, cuatro al este y llegamos a un sencillo pero elegante establecimiento.

Entramos y enseguida nos dan una mesa y junto con ella la carta.

El señor cuerpo y cara perfecta observa muy atento la carta y yo no puedo dejar de observarlo, Cuando él se da cuenta que lo estoy observando me mira a los ojos con una sonrisa discreta y nerviosa a la vez.

Inmediatamente me pongo de color escarlata.

- ¿Ya eligió señorita Moore? - pregunta observándome con ojos divertidos.

-En eso estoy señor Kravitz -le digo ruborizándome obviamente y me pongo a ello.

-y bien, ¿ya decidió?- pregunta y por primera vez me doy cuenta del camarero impaciente que espera a mi lado dando golpecitos con su pie izquierdo confirmándome su impaciencia.

-Sí, deseo pechuga bañada en salsa de champiñones acompañada con una guarnición de puré de patatas y una ensalada de verduras al vapor. - le informó al camarero que apunta a velocidad de lápiz mi orden.

-Yo quiero un medallón de carne acompañado de papas a la francesa, ensalada... y una botella de Chardonnay blanco seco.- dice autoritario.

-Por favor.- le informo al camarero ya que al parecer al señor Kravitz se le olvidaron los modales.

El camarero me mira, se ruboriza y se va.

¿Qué ha sido eso?

Aaron tiene la mirada fija en el camino que ha recorrido el camarero y parece molesto.

-¿Y cuál es su nombre de pila señorita Moore?- pregunta curioso y al parecer su reciente molestia a desaparecido.

-Sabe donde trabajo, pero no sabe mi nombre completo.- le digo burlona

El me mira sonrojado, y yo sonrío con burla, ya que el importante Aaron Kravitz se ha quedado sin habla.

-Rebecca Moore.-le digo sacándolo de su incomodidad.

-¿Su nombre completo es Rebecca Moore?

-¿A caso es una entrevista de trabajo de la cual no estoy enterada? Pregunto irritada. Nunca me ha gustado ser el centro de atención, menos el tema de una conversación.

El ríe y al parecer se sorprende de mi irritación.

-Solo es simple curiosidad Rebecca.

-¿Y cuál es su nombre completo?.-pregunto porque yo igual tengo curiosidad.

El tuerce el gesto, al parecer a él tampoco le gusta ser tema de conversación.

-Aaron Kravitz. -Ya que ha concluido sus estudios, ¿en qué piensa ejercer? - pregunta cambiando de tema y volviendo a mí.

-Me quiero centrar en el mundo editorial, envíe cartas a varias editoriales, así que solo me queda esperar a que me llamen.

Antes de que pueda seguir con su interrogatorio llega el mesero con nuestra comida.

Terminamos de almorzar y me acompañó hasta la ferretería, me dio su número para cuando este en Seattle salir a almorzar.

P.O.V AARON KRAVITZ

Algo tiene la señorita Moore que me cautiva, pero Samantha Dinsdale es una depredadora sexual aparte de un muy buen negocio.

Hablando de la rubia exótica quede con ella esta noche.

Llego al hotel y necesito un baño y también necesito sacarme a la señorita Moore de la cabeza, esos ojos marrón son hipnotizantes, tienen una luz dorada que cubre su pupila que es imposible apartar la mirada de ellos.

***

Ya estoy listo para encontrarme con Samantha. Le eh dicho que pasaría por ella y se ha negado, ella y su complejo de mujer independiente que estoy descubriendo.

Le indico la dirección de la discoteca de mala muerte a Bruce, mi chofer y guardaespaldas, llegamos y al entrar está totalmente lleno de estudiantes ebrios.

Y ahí está totalmente ardiente saludándome con la mano para que la visualice.

-¡qué guapa!- Le digo y la beso en la mejilla y ella me regresa un ardiente beso.

-Gracias Aaron, tú estas guapísimo.

-y bien, ¿cómo estuvo tu día Kate?.-Le pregunto casi gritando para que pueda escuchar mi voz por encima de la espantosa música.

-Muy bien, creo que adelantare mi traslado para Seattle.-grita al igual que yo.

Parece que todas las mujeres se ponen de acuerdo para irse a Seattle.

***

Kate bebió de más y no quiso que la acompañara a su apartamento y llamo a su hermano para que viniera por ella.

Espere a que llegara su hermano por ella, Dinsdale es una chica sexy, pero ya ebria es muy empalagosa y molesta, no cabe duda que es una pesada cuando toma.

Salgo del bar para subir a la Rubicón, cuando veo una pareja forcejeando.

Me acercó para ver si puedo ayudar a la pobre mujer que al parecer está un poco ebria y veo que él quiere aprovecharse de ello.

-Bésame, sólo será un beso... - dice el maldito imbécil.

La verdad odio que los hombres se aprovechen de estas situaciones y condiciones, si es que se les puede llamar hombres, claro.

Ella trata de empujarlo, dado que su pequeño cuerpo es demasiado frágil solo logra moverlo.

-Suéltame Mark.-Dice ella suplicante.

Me acerco para darle su merecido y se me cae el alma a los pies al ver de quien se trata.

Rebecca Moore.

Ella se gira al ver mi proximidad y sus ojos se abren como platos.

-Sr. Kravitz -Dice esperanzada.

¿Amor ó Negocios?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora