CAPITULO 8

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Estoy en Shock. 

Ya que no sé si felicitar a Sam o pasarle una caja de pañuelos, porque parece que no este extasiada con la idea de ser madre.

-Sam....-la verdad no se que decir y me quedo atascada en solo pronunciar el diminutivo de su nombre.

-Reb, las cosas no son lo que te imaginas...-dice empezando a derramar la primeras lagrimas.

-La verdad es que no puedo imaginar nada Sam.

-El aún no sabe nada.-dice bajando su mirada.

-¿Y no planeas decírselo?-pregunto sorprendida.

-Sí, bueno, no se... él y yo no estamos juntos de hace meses, él ya tiene una relación...

-Pero él tiene que hacerse cargo, ese bebe no puede crecer sin su padre, mas bien no lo excluyas de su responsabilidad.

Ella me mira y asiente.

Limpia sus lágrimas, y hace lo suyo, limpiar cualquier emoción que se vea expuesta en su rostro.

-Tienes razón.- dice mirando a la nada.

***

Hoy amanecí ansiosa ya que Aaron no se ha comunicado conmigo.

Salgo de ducharme y me visto con la ropa que había dejado preparada.

Una blusa de tirantes color verde olivo y un pantalón de mezclilla, con unos tenis. Me hice una coleta alta y me maquille solo un poco.

Ya que él no me llama, y por lo visto no contesta mis llamadas, iré al ático.

***

Llego y cuando los asesores se abren, me sorprende ver a la madre de Aaron dentro.

-Rebecca, ¡cariño, que sorpresa!- Alice se levanta para darme un efusivo y maternal abrazo.

La relación entre nosotras es muy estrecha.

-¿Que tal estas Alice?.-pregunto buscando a Aaron con mi mirada.

-Bien, querida, ya vez aun que crezcan y se alejen del hogar, cuando nos necesiten aquí estamos.

Sus palabras me sorprenden y me alertan. ¿Qué es lo que sucede?

Y como respuesta, sale un amarillento Aaron de su recamara.

-Mama, volví a... - sus palabras se quedan congeladas junto con su persona al verme, y sé que no esperaba mi visita.

Lo fulmino con la mirada sin que su madre se dé cuenta.

El abre los ojos como platos.

-Hola Aaron, Buen día. –digo seria.

-Hola Rebecca.-contesta apenado.

Alice parece realmente incomoda.

-Bueno, Aaron te dejo en buenas manos.- dice poniéndose de pie y tomando su bolso.

Se acerca y le da un beso en la mejilla y después se acerca a mí y en el oído me pide que le tenga paciencia a su hijo.

Espero a que el timbre del ascensor suene, claramente avisándome que Alice ya se ha ido.

Mientras Aaron no deja de verme con los ojos abiertos y con una gran incomodidad.

¿A caso no me quiere a su lado?

Al escuchar el sonido del ascensor empiezo a hablar.

-Sé que no soy bienvenida en tu humilde morada, pero solo estaba preocupada por ti.- digo haciendo énfasis en humilde.

¿Amor ó Negocios?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora