SNS II: Life Goes On|| Kookmin

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—¿Entonces?— Preguntó Jungkook, expectante por la respuesta que le daría su novio.

—Firmé, ofrecían una paga demasiado increíble.— Respondió.

—¡Cariño eso es genial! ¡Ambos obtuvimos muy buenos trabajos!— Celebró Jungkook, sin embargo, Yeonsang no parecía estar precisamente feliz.

—Hubiera sido mejor si yo pudiera trabajar en Miami contigo, o tú en Nueva York, conmigo.

El de pelo morado pudo ver el rostro algo decaído del chico, así que lo besó fugazmente.

—Miami, Nueva York, Corea, donde sea que estés no importa para mi, sí te voy a extrañar y demasiado, pero es un sueño este trabajo, además tendremos suficiente dinero para viajar a vernos seguido.— Animó.

Ambos se abrazaron antes de parar el primer taxi que pasó por la acera en la que caminaban.

•       •       •

—Una buena noticia, una mala.— Fue lo primero que dijo Yeonsang cuando llegaron al hotel.

—¡Díganlo!— Pidió el señor Jeon.

—¿Mala? ¿Por qué debe haber una mala?— Cuestionó Taehyung luciendo levemente preocupado.

—Ambos tenemos un contrato.— Soltó Jungkook.

Inmediatamente todos dieron un grito de felicidad.

—¿Y la mala?— Cuestionaron Yoongi y Seokjin al unísono.

—Yo trabajare en Nueva York, Jungkook en Miami.

Todos guardaron silencio, sin saber exactamente que decir.

—¿Cuando te iras?— Inquirió el cenizo.

—Mañana, en dos días debo estar allá. A Jungkook le dieron una semana para instalarse en Miami, creo que tiene beneficios por ser amigo del jefe.— Rió por lo último.

—¿Amigo del jefe?— Cuestionó Seokjin.

—F-fue una coincidencia...— Se había puesto nervioso repentinamente.

—No entiendo.— Dijo Yoongi.

—Resulta que el encargado de donde voy a trabajar y pues mi jefe es Jimin.— Quiso sonar indiferente, pero sus manos estaban moviéndose de manera inquieta.

—¡¿Qué?!— Exclamó la mayoría.

—¿Nuestro Jimin?— Cuestionó Taehyung, incrédulo.

—No es nuestro Jimin, Tae.— Soltó Yoongi con un tono de recelo.

—Cierto, es de Jungkook.— Dijo bajito, pero su novio y el peli morado lo escucharon.

—Amorcito, hay veces que calladito te ves más bonito.— Habló el peli menta.

—Cállame, a ver.

—Ahora el que no entiende soy yo.— Dijo Yeonsang.

—No hay que entender nada.— Cortó Jungkook.

Y fue ahí que comprendieron que no se debía hablar más del tema.

• • •

Habían pasado cuatro días desde que firmaron aquel contrato.

Yeonsang ya estaba en Nueva York después de una emotiva despedida con su novio, prometiendo verse lo más pronto posible.

Jungkook, Taehyung, Yoongi, Seokjin y el señor Jeon habían llegado hace un día a Miami, sorprendidos de la rapidez con la que el peli morado encontró un departamento.

Y sí, Jimin no mentía con que pagar un lugar para vivir en Miami era realmente caro, y el peli morado agradecería después a este por haberle dado esa suma de dinero, también hablaría con él para regresárselo en cuanto tuviera la posibilidad, pues una parte en su pecho le decía que Jimin en realidad le había dado de su dinero, pero no dijo nada ese día para no poner las cosas incomodas.

—¡Ya deberían estar listos, el uber llega en siete minutos!— Gritó Taehyung desde la sala de aquella casa.

—No grites, ya estoy listo hace media hora.— Dijo Seokjin.

—Señor Jeon, ¿seguro que no va?— Le preguntó el peli ceniza al mayor.

—Claro que no, ya estoy grande para ir a antros.— Contestó, haciendo reír a todos.

—¿Por donde dices que queda el lugar?—Cuestionó Jungkook, saliendo de la que ahora sería su habitación.

—Es en el área nocturna de la ciudad, leí muy buenas reseñas.

—¿Qué tan caro está?— Esta vez habló Yoongi.

—Eso no importa, yo invito.— Dijo el peli ceniza.

—Tae, tu no tienes dine-

—¡El uber llegó!

• • •

Al rededor de veinte minutos fue lo que tardaron para llegar a un bar demasiado lujoso para sus bolsillos.

Jungkook iba vestido todo de negro, sus tatuajes a la vista sin duda le daba el toque. A penas llegaron mensajeo a su novio.

Taehyung y Yoongi iban combinados, pues el cenizo alegaba que debían lucir como pareja para que no les coquetearan.

Y Seokjin.... es Seokjin. El hombre iba realmente elegante, luciendo irreal, su principal atractivo sin duda era su rostro.

Entraron al lugar, las luces de colores los sofocaron al ser de noche.

—¡¿Donde nos sentamos?!— Seokjin tuvo que gritar para que lo escucharan debido a la música.

Taehyung les hizo una señal, indicando que esperarán, para después teclear brevemente en su celular.

Estuvieron unos segundos esperando respuesta, hasta que el rostro de Kim se iluminó.

—¡Siganme!— Pidió, guiándolos entre mesas, habiendo chicas americanas realmente bonitas que tocaron "accidentalmente" a el peli morado que llevaba sus brazos al descubierto.

Jungkook solo reía, si supieran...

—¡Allí está!—Exclamó el peli cenizo, señalando una de las mesas en un area un poco más apartada.

Todos voltearon hacia ese lugar.

Todos reconocieron perfectamente a la persona ahí sentada.

Todos supieron de quien era esa cabellera rosa a pesar de llevar lentes de sol.

—¡Jimin!—Volvió a gritar Taehyung, mientras los arrastraba en dirección al chico.

•      •      •

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