26;

3.1K 310 33
                                    

Está vez fue Jimin el primero en acercarse y acortar la distancia entre ambos, uniendo sus labios, y agarrando la nuca del peli negro.

Jungkook estaba pensando que él chico que ahora mismo devoraba su boca con necesidad tenía graves problemas de bipolaridad, pero no hizo nada para apartarlo, más bien lo tomó de la cintura y comenzó a mover sus labios.

El beso era un tanto rudo, se sentía como si ambos desquitaran su enojo con la boca del otro, pero a pesar de eso se sentían en las nubes escuchando los jadeos bajitos que ambos soltaban por la intensidad.

Jimin comenzó a retroceder con la única intención de sentirse acorralado por el cuerpo del peli morado, y sintió el calor subir por su cuerpo cuando su espalda chocó con la pared y Jungkook lo tomó de la mandíbula con una de sus manos queriendo profundizar aún más el beso.

Fue cuestión de segundos para que ambos se separarán, sus respiraciones estaban agitadas y los ojos de ambos reflejaban el deseo por el otro.

Jungkook volvió a estampar sus labios, tomándose el tiempo de succionarlos a su antojo, mientras cada vez más presionaba el cuerpo del peli rosa.

Jimin gimió al sentir la entrepierna del peli morado presionando la propia, y la manera en que se encontraba besándolo lo ponía demasiado.

Nuevamente se separaron, tomando aire y cada quién parecía pensar la situación.

El peli rosa tomó una de las manos de Jungkook y sin una pizca de vergüenza la llevo a su propia entrepierna, haciendo que lo sintiera por encima del pantalón, estando notablemente duro.

Jungkook no lo dudó y apretó, haciendo sentir una placentera sensación a Jimin, obligándolo a jadear.

—¿Te ponen mis besos?— Le preguntó sin titubear.

Jimin le dedicó una sonrisa lasciva.— Cariño, estoy así desde que empezaste a enojarte.

El peli morado estaba definitivamente excitado a causa del chico. Llevó sus manos hasta los glúteos de Jimin y se permitió deleitar su tacto aún por encima de la ropa, después quiso meterlas por debajo de los pantalones y fue ahí que Jimin las detuvo.

—Aquí no, Eli puede salir y vernos.— Dijo para después tomar su mano y arrastrarlo al cuarto de juntas.

Una vez estuvieron dentro rápidamente cerraron la puerta con seguro, volviendo a atacar los labios ajenos.

Jimin sentía que Jungkook era todo un sueño hecho realidad.

Jimin se sentía tan seguro con Jungkook que le daba tanto miedo soltarlo y que este se fuera a ir para siempre.

Le daba tanto miedo que al final de todo las cosas siguieran como estuvieron por seis años.

El peli rosa tuvo que aprender a ser independiente, tuvo que aprender a ser quien cuidará de una pequeña persona, y tuvo que olvidarse hasta cierto punto de lo que era tener a alguien que lo hiciera sentir protegido y se preocupara por él.

Por eso es que se sentía tan bien siendo aprisionado por el peli morado, le daba esa sensación de protección y dejaba la soledad lejos.

Jungkook había bajado los pantalones de Jimin a la altura de sus rodillas, acariciando su intimidad sobre el bóxer negro que vestía.

—Estás muy duro, me encanta.— Le susurró, llevando su boca a su cuello para ahora besar ahí.

A Jimin le estremeció sentir su respiración contra su cuello.—Mhh... Estoy así por ti. A-ah sigue—Gimió cuando la mano de Jungkook se coló por debajo de su ropa interior, acariciando su extensión piel con piel.

SNS II: Life Goes On||  KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora