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Ahí estaba Jimin, luciendo tan irreal, tan perfecto, y sí, Jungkook no podía evitar pensar que el chico era un auténtico angel.

El peli rosa estaba sorprendido, definitivamente no espero ver a su amigo acompañado, pues Taehyung no mencionó que tendría compañía.

—Hola, te ves hermoso.— Elogio Taehyung, saludando en un medio abrazo al rubio,tomando asiento justo en la silla a su lado.

Yoongi estaba molesto, se notaba en su mirada, pero no dijo nada, limitándose a sentarse al lado de su novio.

—¡Woah, es el famoso Park Jimin!— Dijo Seokjin.— Los años te han hecho bien.

—A usted también, hasta luce más joven.— Fue lo primero que salió de los labios de Jimin, haciendo una reverencia breve.

—Puedes seguir usando el hyung y hablándome informal.— Aclaró el mayor.

—Hola, Jungkook.

Okey, definitivamente la voz de Park Jimin aún le daba efectos, sin poder decir nada más que sonreír y asentir hacia él.

Los hermanos tomaron asiento frente a los otros tres.

Jimin hizo una seña al un joven que parecía ser mesero.

—Pidan lo que deseen, va por mi cuenta.— Dijo el peli rosa.

Todos pidieron una bebida algo exótica, y dos cubetas de cervezas bien fría para complementar.

—¿Vas a quitarte los lentes?— Habló el peli cenizo.

Jimin rió, recordando cuanto amaba la forma tan directa y sin rodeos que tenía Taehyung de decir las cosas.

—Sí, a veces olvido que los traigo puestos.— Dijo poniéndolos sobre la mesa.

Si bien Jungkook había calmado el extraño sentimiento inquietante dentro de su pecho, con ver los ojos del peli rosa por primera vez en años se sintió demasiado sofocado.

El día del contrato Jimin llevó sus lentes todo el tiempo.

Y definitivamente el contacto visual que sostuvieron por menos de dos segundos no le hizo bien a ninguno de los dos.

—Voy a bailar, ¿Jungkook vienes?— Preguntó el mayor.

El peli morado simplemente se levantó con su hermano, y Yoongi fue detrás de ellos, dejando solos a los antiguos mejores amigos.

—Jimin, ahora sí. Quiero respuestas.—El tono de Taehyung emanaba seriedad.

Jimin sintió su garganta seca.

En esa parte 'exclusiva' del lugar, la música no era sofocante para los oídos, lo cual permitía tener buenas platicas.

—E-está bien, solo no lo hables con nadie.

Las bebidas llegaron, Jimin pidió al mesero que llevara las correspondientes a sus amigos.

Tomando un largo sorbo de cerveza fue que empezó a hablar.

—Tae, el día de aquel viaje yo llegue a casa de mis padres...

—¿El día que fuimos a la playa en Busan?—Trató de recordar.

Jimin ni siquiera podía fingir que se tomaba un momento para pensar en el pasado, pues esos días quedaron perfectamente grabados en su mente, como si hubiera ocurrido ayer.

—Sí, é-él me dijo cosas feas, no tuve de otra...

Se obligó a suspirar. Jimin nunca habló del tema porque era algo que lo llenaba de enojo, coraje, y tristeza.

—Tranquilo, tranquilo, cuéntame con calma.

—Tae, tu mejor que nadie sabes que lo que escribí no era verdad.

—Lo sé, incluso si no reconociera tu letra hubiera asegurado que no eras tu.

El rubio volvió a emitir un suspiro, tomando valor para continuar.—Mi madre estaba enferma, fue hace apenas dos años que pudieron darla totalmente de alta... ella tenía cancer y mi... el señor Park se aprovechó de eso para traerme con él.

El peli cenizo no lo podía creer, el enojo también estaba surgiendo en él.—¿Exactamente como se aprovecho?

—Me dijo que si no me iba de aquí para dejarlo hacer lo que él quería con mi vida, que entonces debía buscar como ayudar a mi madre yo solo... y-yo no podía-

La voz de Jimin se quebró, y su amigo inmediatamente se puso de pie junto a él para abrazarlo.

—Lo siento, lo siento, no quería llorar. Esto me da mucho coraje.

—Está bien, Jimin. Puedes decírmelo todo.—Murmuró, acariciando su espalda.

—Él me quito mi celular, me dejó sin manera de comunicarme, me hizo casarme a la fuerza y dejar mi carrera de danza, me hizo dejar a la persona que más amé. Me arruinó la vida.

—La niña... tú hija, ¿qué hay de ella?— le cuestionó.

—N-no me acosté con mi esposa, todo lo hicimos por medio de un medico, sus padres le estaban prácticamente exigiendo un heredero para su empresa. Aún así amo mucho a Elizabeth, es lo mejor que me pudo pasar entre tanta miseria.— Aclaró.

—Siento tanto todo esto Jimin, la vida es una mierda, tu padre-

—No digas que ese hombre es mi padre, yo jamás lo volví a llamar así.— Pidió.

—Ese hombre es un hijo de puta que merece lo peor. Te extrañé demasiado todos estos años, éramos inseparables, me dolió demasiado el dejar de saber de ti de la nada.— Dijo el cenizo.

—Perdón, yo realmente no tuve tiempo de avisar nada.

—Mira, hablemos de esto mejor en un par de días, disfrutemos hoy de este lugar.

—¿Yoongi y tú están juntos?

—Hace cinco años casi.

—Felicidades, me alegra que seas feliz... No le caigo bien, ¿cierto?

Tae rio secamente.—¿Lloraste cuando sucedió todo?

—Demasiado.

—Jungkook también lo sintió como tú. Yoongi lo vio sufrir, por eso te guarda un poco de rencor. Yo no puedo guardártelo, antes de ellos fuiste mi mejor amigo por años, respeto mucho eso.

Jimin le sonrió antes de darle otro abrazo.— Todo esto me hace creer que es uno de tantos sueños donde los vuelvo a ver... es tan irreal...

—Lo es, recuperemos nuestra amistad, ¿sí?—Sugirió Taehyung.

—Recuperemosla.

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Mañana escribo mas, me muero de sueño.

Diganme que les gustaría que pasara esa noche en el club... yo siempre tomo en cuenta lo que ustedes quieren.

SNS II: Life Goes On||  KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora