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Viernes, lindo y adorado viernes.

Podría ser el inicio de un fin de semana cualquiera, pero no lo era.

Era doce de Octubre y todos los empleados habían salido temprano, debido a que la hermana de Jimin, Rosé, había planeado como ya era costumbre, una gran fiesta para recibir el cumpleaños de su hermano.

Generalmente las fiestas se acababan a grandes horas de la madrugada, y el día de su cumpleaños Jimin solía despertar con una horrible resaca. Fue por ese motivo que hubo un cumpleaños es el que Jimin dejó la fiesta temprano, siendo mal visto, pero él le había prometido a su pequeña hija que irían juntos a un parque de diversiones.

En este caso estaba emocionado por otra razón. Jungkook había quedado de ir a su casa el sábado para platicar y nadar en la piscina, sí, solo eso. Y aún sin tener nada asegurado, Jimin ya había pedido a su madre cuidar a Eli por esa noche y día.

El peli rosa estaba terminando de alisar su cabello, ya estando cambiado con una camisa negra algo trasparente y con un cuello que mostraba más de lo usual, así como unos pantalones del mismo color ajustados.

Al principio se había negado a vestir así, recordando sus años de adolescente donde esas serían prendas que él usaría, pero no siendo un señor, había dicho.

Su hermana le alegó que todavía estaba joven y bien conservado, así que debía vestirse así.

Y al enviarle una foto de como se veía a Jungkook recibió la respuesta que esperaba.

Jungkook💓
Te ves exquisito.

Lastima que quiera sacarte todo eso.

En definitiva iría así.

Salió de su casa a las nueve de la noche con treinta minutos, la fiesta había comenzado hace media hora, pero lo bueno tarda en llegar.

Antes de ir directamente a aquella discoteca que su hermana había rentado exclusivamente para los invitados, pasó por Jungkook, Yoongi, Taehyung, y Seokjin, pues también estaban invitados.

—¡Parece que rejuveneciste mil años! Te envidió, se te ve bien todo.— El primero en salir fue su amigo, Kim Taehyung.

—Cual envidia, deberías mirarte todos los días al espejo.—Dijo, en cambio.

Después saludó a Seokjin, quien le dijo otro cumplido al salir.

Yoongi en cambio le dijo un "te ves bien" pero viniendo de este había significado mucho.

Jungkook se había quedado sin palabras, ver a la persona que te gusta en esas prendas definitivamente era algo peligroso.

Jimin se había puesto tímido con su reacción y aprovechó para darle un corto beso como saludo.

Una vez que todos estuvieron dentro del auto, arrancó, dando inicio a una caminata de menos de veinte minutos.

—¡Jefe Park, se ve increíble hoy!

—Lastima que tenga esposa e hija.

Ese tipo de comentarios se hicieron sonar cuando Jimin llegó a la fiesta, y el chico solo reaccionó rodando los ojos.

Rosé enseguida llegó junto a Lalisa a saludarlos.

La Tailandesa había quedado algo flechada con Taehyung, y todos lo habían notado.

SNS II: Life Goes On||  KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora