SNS II: Life Goes On|| Kookmin

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Jungkook sintió la necesidad de pararse a hacer una reverencia, pues si bien Jimin era su jefe en área, el señor Park era el presidente de toda la empresa, es decir, el rango más alto.

—Buenas tardes, señor.

Jimin era un mar de nervios, pero no por temerle al hombre mayor, pero si tenía miedo de lo que pudiera hacer o decir, sabía como el señor Park podía ser un maldito cuando se lo proponía.

El padre del peli rosa lo observó como si quisiera estar cien por ciento seguro que era el mismo chico que sospechaba.

Pero no dijo nada acerca de verlo ahí, ni siquiera el saludo devolvió. Se marchó después de dirigirse a Jimin.— Te espero en mi oficina en menos de media hora.

Al cerrarse la puerta Jungkook se sentía culpable, pensando que podía meter en problemas a Jimin y en los peores casos perder su trabajo.

El peli rosa se sentó de nuevo en la silla que anteriormente ocupaba, soltando un suspiro de frustración.

—¿Crees que te voy a causar problemas?— Preguntó el peli morado, tímidamente.

Jimin sonrió y negó.— Jungkook, he aprendido a lo largo de los años que cuando se trata de ese hombre el problema nunca voy a ser yo, o tu, o cualquier otra persona. El problema es él.

Ambos se dieron una mirada que se sintió extraña, antes de que Jimin volviera hablar.

—No te preocupes por él, yo me encargo. Tu trabajo no corre riesgo alguno.

Y eso realmente le quitó un peso de los hombros.

•           •            •

Jimin se había despedido del peli morado para visitar la oficina del señor Park.

Jungkook se había quedado en la oficina de Jimin debido a que este se lo había permitido, pero después de unos minutos decidió que lo mejor era volver a su oficina.

Y fue ahí que recordó que anteriormente estaba triste y la razón de esto. Era increíble como estar con el peli rosa había hecho que olvidara su ruptura por unos momentos.

Mientras tanto, Jimin se encontraba tocando la puerta de la oficina de su 'padre', quien inmediatamente le dio pase.

—Aquí estás, siéntate.

El chico obedeció.

—Quiero que me digas la verdadera razón por la que ese... desviado está aquí.

Jimin venía en paz, decidido a tener una plática de manera pacifica y no armar un conflicto innecesario.

Pero el mayor no ayudaba con su pésima actitud y sus palabras.

—Te agradecería, no, te exijo que no lo llames así. Jungkook no es ningún desviado por ninguna razón.— Dijo secamente.

El señor rió y eso solo aumentaba su enojo.

—Hace poco más de un mes que vinieron fotógrafos coreanos él fue el elegido por la asociación para quedarse en esta sede.

—Pedí la verdad, lo contactaste antes, ¿verdad?

—No, me sorprendí mucho al verlo, no tenía idea sobre su vida desde que todo pasó.