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El sonido que anunciaba una llamada entrante del teléfono del cumpleañero reinaba la habitación desde hace un par de minutos.

Jimin se despertó al escucharlo, pero se encontró muy cómodo entre los fuertes brazos de Jungkook, así que lo ignoró el timbre, que por suerte estaba a un volumen bajo.

Su cabeza estaba justo recargada en el pecho del peli morado, así que se dedicó a admirar lo bien trabajado que estaba, llegando a la conclusión de que Jungkook seguramente se ejercitaba.

El celular afortunadamente dejó de sonar, y Jimin se acurrucó más contra el chico, y en el proceso accidentalmente rozó sus miembros, sintiendo la dureza del ajeno seguramente causada por una erección matutina.

Sería una mentira decir que eso no lo encendió, así que de una manera discreta se volvió a frotar contra él, sacándole un jadeo involuntario al chico que dormía.

Siguió así unos minutos, la sensación cada vez se volvía más adictiva, y entonces sintió como las manos ajenas bajaban a sus glúteos, Jungkook había despertado.

—Alguien amaneció caliente.

Jimin solo pensó que definitivamente la voz ronca del chico recién levantado era la octava maravilla del mundo.

—Teniendo a un chico como tú desnudo en mi cama es imposible no estarlo.—Habló.

Jungkook le dio un suave beso en sus labios, Jimin aprovechó para subirse encima de él. Quedando a horcajadas mientras profundizaban el beso.

—Feliz cumpleaños al chico más precioso.— Dijo el peli morado al separarse.

Jimin sonrió y volvió a besarlo, volviendo a tomarse el tiempo para chupar y succionar los labios ajenos a su antojo, incluso hizo lo mismo con la lengua.

—Quiero mi regalo.— Fue lo que dijo el peli rosa.

—¿Qué es lo que quiere mi bebé?—Preguntó siendo exageradamente cursi.

—Tu bebé quiere montarte.— Respondió, mientras se sentaba aún a horcajadas de él.

—Bien, puedes hacer con mi pene lo que quieras por hoy, es tuyo.

Jimin rió, alcanzando los condones y el lubricante.— De todas maneras es mío.

Y fue así como diez minutos después el peli rosa saltaba sobre el regazo de Jungkook, ambos gimiendo y entregándose al éxtasis que provocaba sentir al otro.

Las paredes de Jimin se contrajeron cuando llegó al tan ansiado orgasmo, provocando que Jungkook también llegara.

Ambos volvieron a unir sus frentes cuando trataban de regular la respiración.

—Eso fue increíble.— Admitió el peli morado.

—Lo-

—¿Jimin?—Una voz conocida lo llamó desde el otro lado de la puerta de su habitación, seguida de unos tímidos toques.

Ambos se miraron con los ojos bien abiertos.

—¿R-rosé?

—¿Estás vestido? Eli nos rogó para que la trajéramos para que te cante el feliz cumpleaños y te estuve marcando p-pero no contestabas.—La chica estaba muerta de los nervios, temía haber interrumpido algo.

SNS II: Life Goes On||  KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora