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Era Lunes nuevamente y Jungkook tenía la cabeza hecha un lío.

Por un lado se encontraba triste debido a la situación con Yeonsang, quien lo había vuelto a llamar victimizándose y reclamándole a Jungkook acerca del beso que confesó haber dado.

Eso nuevamente se había terminado en una terrible discusión donde dijeron cosas hirientes y terminaron por mensaje, lo cual no es la mejor manera para romper una relación de años, pero lo hecho hecho estaba y Jungkook bloqueó al rubio de sus redes sociales. Sí, quizás algo inmaduro pero él no debía de ser compasivo con alguien que poco le había importado meterse con otra persona.

Aún no hablaba de eso con nadie más que con Yoongi y Taehyung, quienes lo animaron y aprovecharon para hablar mal de su ex novio, pero Jungkook estaba demasiado bajo de ánimos como para seguirles el juego.

También les contó sobre el beso con Jimin, a lo que Taehyung reaccionó emocionado, por el contrario de su novio que simplemente se ahorró sus comentarios, y el peli ceniza había aprovechado para aconsejarle que escuchara lo que Jimin tenía que decir.

Ahora Jungkook se encontraba en el trabajo, acababa de terminar una extensa sesión de fotos que había durado poco más de dos horas debido a constantes cambios de vestuario y maquillaje, y sumándole su estado de animo se encontraba fácilmente irritable.

Se relajó cuando le dijeron que las fotos debía tenerlas listas en dos días, pues eso le daba tiempo de no hacer nada y perderse en sus pensamientos, justo como tenía ganas de hacer.

La ruptura le había afectado más de lo que deseaba, pero se recordaba a si mismo la traición por parte de Yeonsang para no sentirse tan mal por haberlo dejado.

Esa tarde no fue a visitar a Lalisa a las oficinas como siempre hacía, quería estar solo y llorar.

Se recargó en su cómoda silla de escritorio y cerro los ojos, analizando si en realidad esto era una señal del destino como Jimin había mencionado semanas atrás. Rió por si ingenua manera de pensar.

Su estómago rugió y fue ahí que recordó que no había comido nada desde la mañana, y considerando que ya pasaban de las dos de la tarde era normal tener hambre, así que se puso de pie, pensaba preguntar si podía salir, pues se le había pasado la hora de comida donde todos tenían media hora para salir a comprar algo de comer.

Pasó por un pasillo donde vio una maquina expendedora y la idea de comer chatarra cruzó su mente, así no debía preguntar a nadie y se ahorraba andar buscando por los alrededores, así que introdujo un billete y tecleo el código de sus frituras favoritas.

Y justo al voltearse pegó un brinco por la impresión de ver a Jimin ahí, demasiado cerca.

—¡No hagas eso, me podría dar un infarto!

—¿A caso mi hermosura es demasiado para ti corazón?

Sí, Jimin estaba coqueteando desvergonzadamente.

Y oh sorpresa, Jungkook estaba soltero.

—Sí, con permiso.— Hizo ademán de irse antes de que el peli rosa volviera a hablar.

—¿En serio piensas vivir de comida chatarra?

—Se me pasó la hora de comida.

—Vamos a mi oficina, le pediré a mi secretaria que compre sushi, yo invito.— Ofreció.

Jungkook no tenía razones para aceptar más allá de querer estar con Jimin lo cual para él era incorrecto considerando que acababa de terminar una relación, pero su panza rugió obligándole a aceptar.

SNS II: Life Goes On||  KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora