SNS II: Life Goes On|| Kookmin

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Hay quienes dicen que las relaciones a larga distancia funcionan si es por amor.

Y hay quienes por el contrario piensan que es sumamente necesario verse para que el sentimiento no se apague.

Habían pasado tres semanas desde el día de la playa, y en vez de ser un paso más a soltar lo ocurrido hace años, Jungkook lo sintió como un retroceso.

¿Es cierto que si amaste tanto a una persona será imposible borrarla por completo de tu corazón?

El cumpleaños de Jungkook estaba llegando, pues faltaba solo un día y habían organizado una fiesta en la playa, la cual consistía en comer hamburguesas, botanas, refrescos y cerveza.

Taehyung organizó todo con ayuda de su novio y Seokjin, a pesar de que había comenzado a tomar cursos en un teatro muy cotizado en la ciudad de Miami, pues sus padres lo apoyaban económicamente, así que pudo permitírselo.

Fue el viernes, siendo un día antes de su cumpleaños, que recibió una llamada de Yeonsang disculpándose por no poder ir a verlo, poniendo como excusa que el trabajo no se lo permitía.

Sí, Jungkook se había puesto algo bajo de ánimos por eso, pero sus amigos le dijeron que se la pasaría genial y ya habría más oportunidades para ver a su novio.

—¿Entonces cual dijiste que era la hora?— Preguntó Lalisa mientras ambos platicaban el pasillo, matando el tiempo que faltaba para salir.

—Empezaremos a las seis y media, ya más tarde sacaremos la bebida.— Explicó mientras trataba de sacar unas galletas de la máquina expendedora.

—De acuerdo, entonces les diré a los demás, aunque puedes invitarlos por tu cuenta.—Sugirió.

El peli morado había pedido a la tailandesa que invitara a sus amigos con los que habían salido ya dos viernes, más que nada por cortesía.

—Iba a invitar por mi cuenta a Rosé pero no tengo manera de comunicarme con ella, así que espero le digas.

La tailandesa asintió.

• • •

—Pero no tienes ningún Ken para barbie, Elizabeth, ¿cómo haremos la boda?—Preguntaba Rosé a su sobrina, mientras jugaban a las muñecas en la oficina de Jimin, quien le había pedido ayuda para no dejar a la niña sola mientras atendía unos asuntos importantes.

—Que sea gay, ¿o como se dice, papá?— Preguntó inocentemente a Jimin, quien estaba concentrado en la computadora.

—¿Me lo repites, cielo? Estaba con mi atención en estos documentos.— Dijo volteando a ver a su hija.

—Si barbie no tiene a Ken para casarse entonces puede casarse con otra barbie y sería gay, ¿verdad?

Rosé miraba la escena divertida.

—Casi, cariño. Si a barbie le gusta otra barbie entonces sería lesbiana.— Le explicó.

—¡Sí, eso!, ¿tú eres lesbiana papá?

Y ahí su tía no pudo aguantar la carcajada.

—¿Qué entiendes por eso, Eli?— Preguntó, también aguantando las risas.

—Si te gustan las mujeres eres Lesbiana, pero si te gustan los hombres eres gay.— Dijo la niña como si fuera la única que lo supiera.

—¡Oh, Mañana me voy a una fiesta en la playa!— Exclamó Rosé apenas leyó un mensaje de texto.

—¿Fiesta de qué?— Cuestionó Jimin por pura curiosidad.

—Jungkook, cumple veinticinco.—Informó.