El abrazo de un ángel.

3.7K 557 16
                                    

Agradezco a todos los que se toman un momento de su tiempo para continuar con esta historia, la que escribo con mucho cariño  no para mí si no que para ustedes.

En medio del crudo invierno, con el frío calando en sus huesos, el pequeño loto se alejó del estanque donde se ahogaba en el charco, si sigue ahí está flor no florecerá así que es mejor ir a buscar otro lugar donde sus pétalos se puedan apreciar. Aquella atormentada alma corrió sin parar y sin rumbo fijo, solo quería ir lo más lejos posible donde nadie lo pueda encontrar para llevarlo de regreso a ese infierno. Los días pasaron y un valiente Jiang Cheng, ya está muy agotado, sus pequeños pies duelen demasiado y están llenos de ampollas, no solo eso, también está todo sucio, lleno de tierra y con mucha hambre. ¿cómo lo habrá hecho ese recogido de Wei Wu Xian para sobrevivir dos años como mendigo y comiendo de la basura? A pesar de sentirse debilitado y de como su cuerpo tiembla el niño no se detiene, no tiene miedo por lo tanto es perseverante en no regresar a Yunmeng Jiang, ya que no hay nada para él en ese maldito lugar. percibe que el clima ha cambiado drásticamente, de frío paso a ser caluroso y no puede creer que ha pasado tanto tiempo, en realidad no lo sabe porque ya perdió la cuenta de las lunas que han pasado desde que escapó.

El sol se vuelve abrasador. No es templado como el clima al que está acostumbrado, su garganta esta seca, sus labios agrietados y adoloridos. Su cabeza bombea causándole fuertes mareos y nauseas que al final lo derrotan. ¡Al parecer este es el final para un pobre niño que escapo de su hogar para buscar un lugar lleno de paz! ¿O tal vez la muerte es la única manera de encontrar un lugar cálido y tranquilo?

Una jovencita de unos trece años camina entre las plantas que se encuentran a un costado del camino, de la mano lleva a un pequeño niño que la sigue en silencio y obedientemente, como es costumbre la pequeña criatura se sienta en una roca a esperar a que su hermana termine de recolectar algunas hierbas para regresar a su hogar. Algo llama la atención del niño que tiene unos siete años y por primera vez desobedece a la mayor, como típico curioso de alguien correspondiente a su edad se aventuró entre la maleza para descubrir que se enconde allí. Al estar lo suficientemente cerca como para tener una distancia segura, el pequeño se pone en cuclillas para observar mayor detenimiento con sus enormes y curiosos ojos. Temeroso toma un palo que estaba tirado junto a esa cosa y lo usa para golpear suavecito, sin fuerza para no molestar mucho a eso que es algo vivo, porque se ve que respira. Repentinamente esa cosa se mueve haciendo que el niño se caiga de bruces debido al súper mega susto que le causó. El gatito curioso resbaló contra el suelo antes de ponerse en pies y salir corriendo despavorido.

La joven que feliz recolecta las hiervas, casi cae al ser impactada por su hermanito que choco de lleno con ella. Temblando del miedo el niño se aferra con su pequeña fuerza a las polleras de la mayor.

- ¡A'ning! - le sonríe la mayor con sus ojos llenos de amor - ¿qué fue lo que te asusto? - le caricia el rostro a su hermanito que la ve con los ojos abiertos como plato y con las palabras atoradas a su garganta. Sin poder responder, el pequeño apunta hacia una dirección. Wen Qing, que es como se llama la joven pretende ir a ver que fue lo que asusto tanto a su angelito, pero este se aferra con más fuerzas ya que su intención es no dejarla ir ante aquello cree que es peligroso - tranquilo, nada me lastimara, soy muy poderosa - sonríe al ver la expresión asustada del joven Wen - si no voy ¿cómo sabre de que debo defenderte? - el niño niega con la cabeza aún más asustado y con un notorio mohín en su rostro - ¡no tengas miedo! yo la poderosa Wen Qing le daré fin a ese espantoso monstruo que logro amedrentar a mi inocente A'ning - dice soltándose de los brazos del pequeño - quédate aquí y no me sigas.

Wen Qing se acercó con lentitud, vigilante, y cada vez que daba un paso ese bulto cobraba forma, al final se encontró con un niño, no puede distinguir bien su edad por que la mugre que lo cubre no se lo permite, se da cuenta de que esta en un lamentable estado y no ignora el hecho de su deshidratación, también ve claramente que no ha comido nada en días. Aquel niño, si no lo hubiera encontrado en ese mismo momento, su destino habría sido más trágico.

Con la poca fuerza que le quedan, Jiang Cheng entreabre sus ojitos y lo único que ve es una sombra rodeada de una fuerte luz. Claramente escucha que le hablan, no entiende que le dicen y tampoco logra distinguir la voz.

- Debo estar muerto, los ángeles no existen – piensa para si mismo. Siente como esa persona lo toma en sus brazos y percibe su calor, fue lo último que noto antes de cerrar definitivamente sus ojitos después de una agotadora travesía.

- ¡¿heeermana...!? - se escucha llamar a un pequeño de voz dulce y tímido.


- tranquilo - sonríe dulcemente para calmar a su asustadizo A'ning - el destino cruzo nuestros caminos a tiempo - se da cuenta que fue muy fácil tomar al menor en sus brazos y eso no es bueno, ya que todo indica que la criatura está bajo peso, el ceño fruncido indica la notoria preocupación de la joven Wen.

Agradezco a todos los que se toman un momento de su tiempo para continuar con esta historia, trataré de poner mi corazón en los siguientes capítulos. 

El loto de los WenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora