Drama Interno.

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Desde el primer día en que Meng Yao empezó a trabajar con Wen Ruo Han como su asistente personal, vivió bajo mucho estrés debido a que el líder no le quita los ojos de encima y escudriña minuciosamente como queriendo ver por debajo de su piel y descubrir algo, pero el joven es un experto controlando sus emociones. También siente miedo de hacer enojar al líder ya que, posiblemente este podría hacer rodar su cabeza. Sus angustias las mantenía oculta bajo una perfecta mascara, lo que quiere decir que su familia no ha notado sus incomodidades, asumiendo que nada malo le ha pasado, y, Meng Yao lo prefiere así ya que, de lo contrario el plan sería un completo fracaso.

Una tarde en la biblioteca mientras revisa unos papeles, Wen Ruo Han entra y en sus manos trae una fuente con frutas picadas de las cuales esta comiendo.

- ¿cómo va tu trabajo? - pregunta el líder observando la espalda del menor, de pies a cabeza.

- Líder Wen Ruo Han - dice el joven poniéndose de pies para hacer una reverencia y cederle el asiento.

- no es necesario que hagas eso - dice poniendo la fuente de frutas en el escritorio - ¿has comido?

- aun no líder, quiero terminar.... - de pronto se vio interrumpido por una fruta que se acerco a sus labios.

- come - ordena el líder mostrando una sonrisa maliciosa.

- ¡gracias...! - Meng Yao hizo amago de querer tomar la fruta que le están ofreciendo.

- no, solo abre la boca - ordena Wen RuoHan.

- puedo hacerlo yo mismo - dice el chico.

- ¿acaso estas rechazando mi amabilidad?, nunca le doy de comer a nadie - se burla - siéntete privilegiado - dice en tono amenazante.

Con incomodidad y nerviosismo el joven abre un poco la boca, en el momento el mayor introduce la mitad de la fruta que sostiene para que el menor la muerda. El jugo de la fruta se desliza desde la comisura de sus labios hasta la barbilla. Meng Yao intentó limpiarse con una servilleta con la que carga pero el líder lo detuvo.

- no lo hagas... - ordena tomando otra fruta y repetir la acción anterior con el mismo resultado. Internamente el joven tiene miedo de lo que se viene, es inteligente y se dio cuenta de las intenciones de aquel. Cuando era niño vivió en una casa de citas y esa expresión ya la había visto muchas veces en distintos hombres que pagaban por las prostitutas.

- líder, tengo que terminar mi trabajo - dice tratando de ocultar sus nervios y de zafarse de la situación , pero fracaso en el intento.

- olvídate de eso... - le dice el líder agarrándolo del rostro para luego lamer asquerosamente por donde el jugo de las frutas marcaron su camino - ahora habré tu boca.

- ¡líder...! - exclama dejando ver su temor.

- es una orden, lo harás si no quieres problemas o que ocurra algo a los tuyos - sin opción el menor obedece - Wen Ruo Han tiene libre acceso para besarlo vulgarmente introduciendo su lengua y manosearlo como se le de la gana. Acciones como esta se repitieron en reiteradas ocasiones. Meng Yao guardo silencio y oculto a sus hermanos los problemas por los que ha tenido que vivir, solo debe aguantar hasta que los planes se lleven acabo. solo debe aguantar un poco.

El ser tocado de manera tan repugnante, de ser abusado lo tiene destrozado y lo único que puede hacer es llorar en la soledad de su habitación. Por las mañanas al mirarse al espejo se ve completamente demacrado, pero nada que se pueda remediar con un buen baño y ungüentos de belleza. El recordar lo que ese miserable le ha estado haciendo le provocan arcadas y ganas de vomitar. Tiene que ser fuerte, no puede permitir que sus hermanos se enteren de nada, al menos no por ahora. Si dice algo, los planes de derrocar al líder se van a venir abajo ya que conoce a su familia y sabe que si se enteran, ellos perderán el control por la ira e irán a cobrarse... si eso ocurre puede que pierdan la vida y él no quiere que eso ocurra.

- A'yao... - le llama Xue Yang mirándole insistentemente.

- A'yang...- sonríe.

- ¿que esta sucediendo?- pregunta acercándose hasta acortar la distancia - ¿por qué te ves tan enfermo y en ocasiones distraído? - Xue Yang pregunta en tono tosco para disfrazar su preocupación.

- ¿no es lógico? estoy trabajando directamente con un psicópata y vivo con miedo de que me pueda arrancar la cabeza.

- pero eso no sucederá.

- ¿que no sucederá? - pregunta Wen Qing.

- Wen Ruo Han no le cortara la cabeza - responde el cultivador demoníaco.

- eso espero, porque si lo lastima de alguna forma - interrumpe el general - yo me encargare de arrancarle la piel antes de matarlo - ¡por que! ¿no te ha lastimado o algo parecido?

- no, estoy bien... - sonríe para convencer a sus hermanos de que todo esta bien.

- y para que eso no ocurra debes complacerlo en lo que te pida, para eso eres bueno - dice Xue Yang sin mala intención, ignorando el conflicto interno que provoco en su hermano mayor.

- yo... - dice con dificultad Meng Yao y sin poder ocultar el asombro ante lo dicho por el menor.

- ¿de verdad no sucede nada más? - pregunta Wen Zhuliu al ver reflejado en el rostro de Meng Yao un toque angustia.

- ¡es... solo, estoy agotado...! - muestra una sonrisa quebrada - me siento cansado mentalmente.

- te prometo que esto acabara pronto - dice Wen Zhuo    Cheng acercándose a su hermano para abrazarlo con intención de calmarlo.

- es hora de irnos... - dice Xue Yang, ya que él también trabaja directamente con el líder. El trayecto fue silencioso hasta que el menor interrumpió el silencio - A'yao - dice estando a punto de llegar.

- ¡¿mnh...?!

- hay algo que quiero decirte y creo que debo hacerlo ahora.

- tranquilo, te escucho... - detiene sus pasos, sin esperarlo de Xue Yang el menor le rodea de la cintura y lo besa apasionadamente. 

- ¿qué...? - Meng Yao se queda sin palabras.

- me gustas desde hace mucho... - dice el menor separando sus labios del contrario - y después de pensarlo demasiado, estoy seguro de que... ¡estoy enamorado de ti y quiero saber si tengo una oportunidad!

- A'yang... - le sonríe Meng Yao- dejame pensarlo un poco.

- puedo esperar todo el tiempo que quieras, no te sientas presionado.

- por ahora estamos a pronto de una guerra interna...

- entiendo y solo por eso no te voy a presionar, no voy a volver a insinuar nada y no voy a intentar besarte nuevamente... solo quería que lo supieras.

- el mensaje fue recibido...- le sonríe - lo tengo claro, pero necesito que me sueltes.

- ¡gracias...!

- ¿por qué?

- por no haber rechazado el beso.

- no pude porque bajaste todas mis defensas y me quede paralizado ante el asombro - sonríe con amabilidad.

- por lo menos se que te provoco - se burla el menor.

- vamos antes de que se nos haga tarde.

En parte, internamente cuando Meng Yao sintió que lo rodeaban de la cintura para besarlo quedo estático del miedo, debió al contacto físico, pero en el momento recordó que aquel era su hermano menor y no ese desgraciado. En medio del beso se calmo y no dudo en responderle al chico. Una luz de alivio, un bálsamo para su alma fue lo que encontró. Quiere mucho a Xue Yang pero jamás lo vio como un posible compañero, pero si aquel fue capaz de abrirle su corazón... ese niño puede ayudarle a sanar el de él.

Los abusos sexuales por parte del líder no se detuvieron, a pesar de que nunca fue violento y lo trato con cuidado, ¿pero de qué vale todo eso cuando de igual modo te obligan bajo amenaza de lastimar a quienes amas.? Meng Yao ha tenido que soportar en silencio, pero eso es algo que esta a punto de acabar, ya que, el fin de ese miserable está muy cerca.















El loto de los WenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora