El loto de los Wen

Un te amo sin alcohol....

Al abrir los ojos, Xue Yang se encuentra con los brillantes de Meng Yao, el chico se sorprendió y del espanto cae de la cama al apartarse.

- ¡mierda....! - exclama el menor sobándose el trasero.

- ¿estas bien? - pregunta A'yao con una sonrisa.

- yo lo siento... No se como llegue aquí - dice el chico poniéndose de pies.

- ¡tranquilo! - exclama Meng Yao con una dudosa sonrisa que queda a medias - ¡no te preocupes!

- si hice o dije algo lo siento... no quería.... - dice poniendo de pies.

- ¿no querías? - pregunta A'yao con desgano.

- perdona mi estupidez... - dice huyendo el chico de la habitación. Xue Yang es alguien muy temerario que no le tiembla la mano a la hora de usar su espada, pero cuanto se tratan de cosas del corazón y amor, es un completo inútil.

- ¡¿me ha rechazado...?! - suspira Meng Yao con pesar - unos dicen que las palabras de un borracho son sinceras, otros lo usan como excusas y fingir que no se acuerdan de nada - enormes lagrimas bordean su fino rostro - al final solo seremos tu y yo, bebé - dice acariciando su vientre - bebé, sabes que mamá te ama - sonríe aun con sus lagrimas presente - serás un niño muy feliz o niña. También serás muy inteligente y hermoso... ¡¿sabes?! tendré que andar con una espada en la mano para corretear a todos tus pretendientes - Meng Yao lleva sus manos al rostro para amortiguar su llanto - ¡lo siento tanto bebé, no quiero estar así pero esto me supera. Dicen que con el embarazo uno se vuelve más sensible y todo le afecta - Meng Yao empieza a sollozar - bebé, mamá esta triste ¿me perdonas por hacerte sentir así... No estoy enojado contigo así que no te preocupes, mamá te ama.

Meng Yao siente que Xue Yang aun lo ama pero lo rechaza por haberse quedado con el bebé que su violador le engendro y por que dejo que RuoHan hiciera de él lo que se le dio la gana. Es consiente de que es la victima y nada de lo que ocurrió fue por que lo pidió, nadie en la vida quiere ser abusado y quedar embarazado de paso, pero a pesar de saber eso no puede evitar sentirse mal por todo lo que el daño conlleva. Por un lado se siente aliviado porque su familia lo cuida, le entrega amor y apoyo, gracias a eso no se siente más miserable de lo que ya se siente. Piensa que no saca nada con lamentarse, pero en momentos como ese, en el que el hombre que se te declara por segunda vez y después te rechaza no puede evitarlo. Lo único que le queda es ser fuerte y superar sus traumas para continuar con su vida junto a su hijo.

Xue Yang camina por las calles del pueblo sumergido en sus pensamientos, tratando de recordar cómo fue qué llego a la cama de Meng Yao, qué le hizo y si lo obligo hacer algo indebido. Se maldice al pensar que al final, es igual a RuoHan.

- soy un pedazo de mierda... ¿ qué le hice, de que manera le falte el respeto?- piensa frustrado - ¿como me disculpo si no recuerdo nada...? - se rasca la cabeza - en mi sano juicio jamás me habría apobrechado de esa manera de él.

- ¿por qué pateas piedras y te muerdes la lengua? - pregunta A'ning que lo ha seguido desde que salió del palacio.

- ¡¡fantasma!! - Grita Xue Yang debido al susto que se llevó ante la repentina aparición del pequeño A'ning.

- ¿por qué todo el mundo me llama fantasma o general fantasma? - pregunta el menor en tono de fastidio.

- porque siempre apareces de la nada y cuando menos nadie lo espera, por tu forma feroz de pelar y matar - responde Xue Yang calmando su asustado corazón.

- ¿no se han puesto a pensar que ustedes son los distraídos?.

- distraído... - hace memoria, recordando en la cama de quien se había despertado - pasa que me desperté en la cama de A'yao y no recuerdo nada de lo que sucedió - responde atormentado, a la pregunta inicial que le hizo A'ning - y no se si hice algo indebido.