𝐶𝑖𝑢𝑑𝑎𝑑 𝑑𝑒 𝑀𝑒́𝑥𝑖𝑐𝑜.
𝐿𝑖𝑑𝑖𝑎.
La casa que rentamos para esta ocasión era muy bonita. Tenía un patio enorme y muchas plantas, una piscina muy bonita y algunos camastros. Además de un salón en donde sería la fiesta y un patio lleno de plantas y naturaleza afuera.Estando aún en Alemania, busqué personas que estuviesen en México que se dedicaran a hacer esto de las revelaciones del sexo de los bebés. Cuando los encontré, pedí que adornaran el patio que estaba detrás de donde estaríamos todos comiendo.
Generalmente eran amigos o familiares los que les revelan a los padres el sexo del bebé, pero en esta ocasión sería al revés. Nosotros íbamos a decirle a nuestras familias y amigos qué iban a ser nuestros bebés.
La fecha había quedado perfecta, pues hoy era el cumpleaños de mí papá y Sebastián y yo le teníamos el regalo perfecto.
Támara, David, Sebastián y yo, ya estábamos en el lugar en donde sería el evento. Justo habían dado las tres de la tarde y los invitados no tardaban en aparecer.
—¿Nerviosa? —me preguntó Sebastián, tomando mi mano.
—Emocionada es la palabra. —le respondí con una sonrisa.
Planeamos darles la noticia en cuanto abrieran la puerta, pues mi pancita de cinco meses ya era difícil de ocultar.Hacía mucho calor por aquí, así que venía con un vestido delgado de color naranja y unas sandalias blancas. Últimamente los pies me dolían y no soportaba estar en tacones ni en tennis.
El timbre de la casa se hizo presente y todos nos quedamos mirando. Apreté más la mano de Sebas y pasé saliva.
—Nosotros abrimos la puerta, ¿verdad? —preguntó mi hermano cuando estuvimos frente a esta.
—Ya te repitieron el plan como diez veces, David. —lo regañó Támara y ella abrió la puerta.
Me puse detrás de Sebastián, de modo que solo mi cabeza se asomaba a un lado de su hombro y mis manos sostenían su brazo. Los padres de mi esposo y los míos aparecieron frente a nosotros y me miraron con diversión al ver que yo estaba escondida detrás de él.—Lidia, ¿Qué... —mi papá iba a hablar, pero lo interrumpí.
—Antes de que digan algo, Sebastián y yo les tenemos un regalo especial. —les dije, haciendo que todos los presentes se miraran entre sí. —Papá, este es el regalo más especial de todos los que te tengo.
—Me estás poniendo nervioso. —mi papá decía riendo. —¿Qué es?
Sebastián me miró y asintió con la cabeza, dándome a entender que ya podía dar un paso adelante. Di un suspiro antes de hacerlo y con la mano de mi esposo sobre la mía, avancé.
—Van a ser abuelos. —les dije a los cuatro con la voz entrecortada. Mi mano libre viajó hasta mi estómago y lo acarició. Sebastián hizo lo mismo y posó ambas manos junto a las mías.Los ojos azules de mi padre me miraron con ternura, se llevó ambas manos a la boca y se puso de cuclillas, dejando escapar una que otra lágrima de emoción. Mi madre no pudo evitar gritar y dar saltitos de emoción.
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𝑬𝒕𝒆𝒓𝒏𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 ➳𝑺𝒆𝒃𝒂𝒔𝒕𝒊𝒂́𝒏 𝑪𝒐́𝒓𝒅𝒐𝒗𝒂 #𝟐
FanfictionTe daré amor en la otra vida, en esta no me alcanzaron los años. 𝐒𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐚 𝐭𝐞𝐦𝐩𝐨𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞 ¿𝐃𝐨́𝐧𝐝𝐞 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚𝐬? 𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐭𝐞𝐦𝐩𝐨𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐢𝐬𝐩𝐨𝐧𝐢𝐛𝐥𝐞 𝐞𝐧 𝐦𝐢 𝐩𝐞𝐫𝐟𝐢𝐥.