𝐿𝑖𝑑𝑖𝑎.
¿Algo más hermoso que ver al amor de tu vida convertirse en padre? No lo creo.
Hace algunas horas que me habían traído ya a la habitación. No tenía idea de la hora, pero sabía que era de noche por la ventana que había a lado mío.
Mi pecho se sentía cálido al estar en contacto con Alessandro; sus manitas sobre mi pecho al igual que sus mejillas y su cabeza. Era una sensación muy bonita estar así con mi bebé.
Sebastián estaba sentado en el sillón que estaba frente a mí. No llevaba playera porque quería que Leonardo sintiera la calidez natural. Así que, al igual que yo, tenía entre sus brazos a uno de nuestros bebés. Ambos bebés dormían plácidamente y eso nos hacía sentir tranquilos.
La madre de Sebastián había ido a casa a darse un baño y también para descansar. Nos estuvo ayudando con trámites y otras cosas más.
Alessandro movió su manita sobre mi pecho y lo miré asustada, no quería que despertara aún. Solté un suspiro de alivio cuando no lo ví abrir los ojos.
—¿Tienes sueño, verdad? —la voz de Sebas me sacó de mis pensamientos, obligándome a mirarlo.
—¿Tanto se me nota? —bromeé.
—Te he visto bostezar varias veces, amor. —me hizo saber riendo. —¿Leonardo está dormido? -—preguntó y asentí. —¿Te parece si ponemos a ambos en la cuna? Así puedes dormir un momento en lo que yo los cuido. —propuso.
—¿Seguro?
—Sí, mi vida. Voy a estar bien, además han comido y están dormidos profundamente. —me dedicó una sonrisa tranquilizadora.
—Dale, está bien. En verdad me siento muy cansada. —admití.
—Lo sé, Lidia. —decía mientras se ponía de pie, con cuidado y tratando de no mover a Leonardo para no despertarlo. —Has aguantado mucho hoy, mi vida. Eres una mujer muy fuerte y te amo mucho. —llegó a mi lado y dejó un beso en mi frente.
—Te amo más. —le respondí. —Aguanto por qué estás conmigo apoyándome como siempre, Sebas.
—Y siempre lo voy a hacer, Lidia. Somos una familia ahora. —me miró con una linda sonrisa en sus labios. Le devolví el gesto y procedió a poner con cuidado a Leonardo dentro de la cuna que estaba a mi lado.
No podía dejar de mirar a Sebas, juro que sus ojitos brillaban a pesar del cansancio y una sonrisa se hacía presente al estar cerca de los bebés. Siempre supe que sería un buen padre y que les daría todo el amor posible.
Después de dejar a Leonardo en la cuna, se acercó a mí para que le diera a Alessandro y ponerlo junto a su hermanito.
—¿Crees que duerman un buen rato? —le pregunté con un poco de preocupación. No quería dormir y dejarlo solo.
—Amor, llevan durmiendo diez minutos y están recién alimentados. —me recordó con diversión. —Tú duerme tranquila, yo voy a estar ordenando un poco las cosas para tenerlas listas cuando nos den el alta. Los voy a cuidar bien. —me aseguró.
—No lo dudó. —confirmé.
—Entonces duerme, corazón. —me acomodó las sábanas y besó mi frente. —Descansa aunque sea un ratito.
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𝑬𝒕𝒆𝒓𝒏𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 ➳𝑺𝒆𝒃𝒂𝒔𝒕𝒊𝒂́𝒏 𝑪𝒐́𝒓𝒅𝒐𝒗𝒂 #𝟐
FanfictionTe daré amor en la otra vida, en esta no me alcanzaron los años. 𝐒𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐚 𝐭𝐞𝐦𝐩𝐨𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐞 ¿𝐃𝐨́𝐧𝐝𝐞 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚𝐬? 𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐭𝐞𝐦𝐩𝐨𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐝𝐢𝐬𝐩𝐨𝐧𝐢𝐛𝐥𝐞 𝐞𝐧 𝐦𝐢 𝐩𝐞𝐫𝐟𝐢𝐥.