Max:
Quise ayudar a los chicos con la investigación sobre el encapuchado, así que rápidamente cumplí con todas mis obligaciones —Trex se comportó como todo un dictador—, y al caer la noche fui directo a la biblioteca real.
Estaba ubicada en una de las montañas flotantes del reino, así que tuve que dar una gran caminata.
Cuando llegué, quedé impresionado.
La biblioteca era como un rascacielos enorme que alcanzaba las estrellas, era increíble.
Recorrí los hermosos pasillos de la torre y a cada paso que daba podía sentir el delicioso aroma de libros antiguos —me encantaba ese olor—, le pregunté a la bibliotecaria dónde estaba la sección de mitos y leyendas.
—Estás en ella —dijo la bibliotecaria, resultó que cada piso de la torre era una sección de la biblioteca.
—Muchas Gracias.
Comencé a buscar entre la vasta colección de libros de la biblioteca. Sentí que me iba a perder, el lugar era como un laberinto sin salida.
Busqué y busqué entre tantos libros; pero en ninguno se hablaba de Bóreas o de algún espíritu, era extraño eso sabiendo que en el Reino Aire, los espíritus de las cuatro estaciones eran sus amados creadores.
No entendía por qué no encontraba nada, traté de seguir buscando pero ya estaba comenzando a frustrarme ya que no había explorado ni la mitad de la sección. Estaba a punto de rendirme hasta que inesperadamente un Quetzalcoatlus apareció: El Alfa Horus.
(Imágen de un Quetzalcoatlus prehistorico).
Perdón por no describirlo antes —soy muy despistado—. Pero en fin, yo no miro al pasado, me distrae del presente. Así que siguiendo mi increíble filosofía, les describiré al Alfa Horus.
Empecemos por lo más llamativo, su cráneo, esa cosa resaltaba por tener una pequeña cresta en la parte superior, y un pico alargado, fino y recto. Además, su cuello era largo y ágil.
En comparación con su gigantesco cráneo —el cual quería creer que su gran tamaño era signo de inteligencia—, su cuerpo era relativamente pequeño. Tenía unas grandes alas muy pronunciadas y puntiagudas que le daban gran velocidad en el vuelo.
Al igual que todos los Air-saurios, las alas de los Quetzlcoatlus están formadas por una prolongación del cuarto dedo, que sujetan la membrana —si no saben lo que significa: "prolongación", usen un diccionario. De todo corazón, agarren consejos, yo no soy eterno como para estar resolviendo todas sus dudas—. Cuando están en tierra, mueven el dedo que forma el ala hacia atrás para así terminar plegándola. Parecido a como lo hacen los murciélagos.
Bueno, creo que con eso fue suficiente.
¿Qué más quieren que les diga? Ni que me estuvieran pagando. Además, tampoco es que soy el mejor para describir saurios. Tengan por seguro que si mi hermana llegase a desaparecer y los detectives me piden que la describa, entonces ya doy a Jade por perdida.
ESTÁS LEYENDO
Planeta Mesozoico: Período Triásico ©
Fantasy¿Nunca te has imaginado cómo sería un mundo gobernado por dinosaurios? Uno en el que el asteroide no los hubiera extinguido, sino que los hubiera hecho evolucionar, otorgándoles poderes elementales. Un mundo cuya sociedad estuviera dividida en tres...