Capítulo 15

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Orion:

Había llegado el momento.

Era nuestra oportunidad de atrapar finalmente a ese asesino.

Los chicos y yo estuvimos entrenando como locos, perfeccionando nuestros dones elementales llevándolos al límite. Los soldados tampoco se quedaron atrás, estuvieron dando lo mejor de ellos trabajando en equipo con los de los otros reinos, como si las distinciones culturales y étnicas no existieran, porque al final todos compartíamos un sentimiento en común, proteger Mesozoia.

Con la ayuda del espíritu del sol, teníamos una gran ventaja, la hermandad de las sombras no tenía idea de lo que les esperaba.

La noche de la luna llena estaría llena de sorpresas. Estaba nervioso imaginándome mil y un escenarios en los que todo podía terminar en un completo y absoluto desastre.

«¿Y si no podemos contra ellos?».

«¿Qué pasa si el encapuchado tiene un truco bajo la manga?».

«¿Y si nos matan a todos?».

«¿Y si termino arruinándolo?».

La negatividad me invadía como la depresión misma. Los nervios me estaban devorando lentamente, deleitándose con mi dolor.

Tenía miedo de perder a los que amo esa noche, habíamos fallado tanto que pensaba que el ciclo se repetiría una vez más.

Quería ser valiente; pero simplemente estaría fingiendo. ¿Cómo podía haber pasado por tanto en tan poco tiempo y seguir como si nada? Reprimir las cosas así se llamaba, creo que muchos hacemos eso. La mayoría espera que si suceden momentos muy dolorosos en nuestras vidas termines destrozado, que demuestres tus sentimientos y termines llorando como un alma en pena; pero al final muchos ocultamos nuestras emociones como si aguantáramos las ganas de vomitar, disfrazábamos todo con una sonrisa aparentando que nada ocurría. Pero en realidad, por dentro tenemos una tormenta eléctrica consumiendo nuestro interior.

Nos damos cuenta que estamos dando la actuación de nuestras vidas, cuando escuchas al resto bombardearte con comentarios como: "Eres fuerte", "te admiro, yo en tu lugar estaría devastado", "¿cómo haces para seguir adelante?", "¿acaso no sientes nada?", "¿tienes sentimientos por lo menos?". Ahí te dabas cuenta que te merecías un premio al mejor actor.

Nadie sabe lo que pasa internamente, solo critican sin saber lo que sientes.

Me habían entrenado para enfrentar cualquier amenaza que se presentara en el reino, pero una cosa era la teoría y otra era la práctica, una cosa es estar preparado para una batalla; pero otra muy diferente era estar en la guerra misma, viviéndolo todo en carne y hueso. En en ese preciso momento los nervios te atacan consumiéndote vorazmente y todo lo que habías aprendido se esfuma como si fuera polvo.

Solo era un saurio de dieciocho años que no superaba la muerte de su novio, que en tan poco tiempo habían orillado a dudar de todo en lo que creía, que había descubierto que en su interior había estado oculta una bestia que toda su vida creyó que era una fantasía, que tenía la responsabilidad de proteger un reino entero.

Estaba en blanco.

Si no había muerto era porque el espíritu de la luna me estuvo cuidando todo este tiempo. Al final solo me quedaba dejar todo en sus manos y en las del espíritu del sol, y permitir que el universo conspirara a mi favor. Ellos moverían los planetas si era necesario para protegernos y evitar que el mal triunfase.

Eran las doce del día, me había despertado a las siete de la mañana; pero estuve tan ocupado sumergido en mis pensamientos que nunca salí de la habitación, ni siquiera había desayunado.

Planeta Mesozoico: Período Triásico ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora