Orion:
El marqués de las sombras.
Así fue como mi hermano sería conocido por toda Mesozoia. Un nombre que para todos los saurios con simplemente escucharlo temblaban del terror.
Trex había liberado algo que no debió, y yo tenía que detenerlo de una vez por todas.
En el campo de batalla todos estaban confundidos. Ver al príncipe al que muchos consideraban como un Unimancer prodigio, ahora estaba ante nosotros emanando su nueva y aterradora aura Umbra con los espectros sometidos a su voluntad.
Mi padre fue el que más impactado quedó.
No podía siquiera imaginar lo que pasó por su mente al ver a su propio hijo, su tan adorado primogénito como el responsable de tanta destrucción. No podía encontrar palabra alguna para describir la ira que estaba consumiéndolo por dentro.
Los dos se fueron acercando lentamente, ignorando su alrededor, como si fueran los únicos seres vivos en el universo. Padre e hijo tenían asuntos que resolver, quién imaginaria que una simple conversación se convertiría en el escenario de la mayor catástrofe familiar.
Trex desataría toda su furia contra el hombre que lo hizo sufrir toda su vida, no se limitaría con él, ni siquiera por ser su padre. Para mi hermano, nuestro padre solo era una inmunda basura que estaba a punto de eliminar.
En ese preciso instante conoceríamos al auténtico Trex Morgan, aquel que se estuvo escondiendo de todos nosotros esperando el momento justo para salir.
Las sombras espectrales estuvieron a punto de atacar a mi padre, pero el marqués con una simple orden las volvió totalmente dóciles.
La voluntad de mi hermano era lo único importante para esos espectros.
Cuando finalmente los dos estuvieron cara a cara se pudo sentir la tensión en el ambiente, como una soga alrededor de nuestros cuellos. Nadie tenía el valor suficiente para mover un solo musculo. Era como si indirectamente los dos nos dijeran: "No interfieran".
Al hacer contacto visual, juro que parecía como si se estuvieran lanzándose cuchillos, rayos, maldiciones, y todo con la simple mirada.
Sentía que en cualquier momento se matarían entre ellos. Nunca los había visto de esa manera, siempre creí que su relación era perfecta, una que llegué a envidiar por años; pero ahí me di cuenta que estaba equivocado.
No sé cómo explicarlo, pero en los ojos de mi hermano había una malicia tan fuera de este mundo, que tuve miedo de lo que él fuera capaz de hacerle a nuestro padre, aunque nunca logré que se sintiera orgulloso de mí, seguía siendo mi padre.
—¿Qué demonios es todo esto? —inquirió tajante mi padre.
Se podía notar a cualquier distancia que estaba conteniendo la cólera que lo carcomía por dentro.
Trex simplemente se cruzó de brazos y dijo:
—Querías un monstruo, ¿no? —contestó, con una sonrisa maquiavélica que mostraba sus afilados dientes—. Pues aquí tienes al mismísimo demonio. —Esa sonrisa llena de oscuridad y locura fue algo tan carente de alma.
Mi padre miró a Trex como si no supiera de lo que estaba hablando.
—¿Qué mierda estás diciendo? —preguntó nuevamente nuestro padre, intentando negarlo todo.
Eso solo hizo que la furia de Trex aumentara, chasqueó sus dedos y de repente los espectros fueron directo a mi padre, tomando sus brazos y piernas para someterlo. Trex se acercó a él y lo golpeó con todas sus fuerzas en el rostro.
ESTÁS LEYENDO
Planeta Mesozoico: Período Triásico ©
Fantasy¿Nunca te has imaginado cómo sería un mundo gobernado por dinosaurios? Uno en el que el asteroide no los hubiera extinguido, sino que los hubiera hecho evolucionar, otorgándoles poderes elementales. Un mundo cuya sociedad estuviera dividida en tres...